Había terminado su canción y Marco bajó confiado del escenario, Miguel lo interceptó a mitad de camino y lo elogió por su presentación con una gran sonrisa. Comenzaron una charla entusiasta de esas que hace unos días que ya no tenían.
-Vaya, tienes una voz increíble.- Halago Hiro dejando un par de bebidas en la mesa de los músicos.
-¿S-si te gustó?- el ojiambar quería morirse, desde cuando él que es conocido como amo y señor de la coquetería tartamudeaba solo porque un chino bonito le daba un cumplido.
No, esto no era él debía arreglar eso pero ya.
Miguel miró confundido a su amigo acaso ¿estaba nervioso, sería por el cumplido de Hiro? No, imposible.El vio el guiño que le dedicó al cocinero al finalizar su presentación, no tenía porque seguir desconfiando de su amigo.
-Claro, me encantó tu presentación, por eso les traje unas bebidas. Pero no le digan a tía Cass.- El azabache dijo lo último en un susurro.
-Cariño, si te gustó escuchar como canto. Solo espera a oír como voy a regañar a nuestros hijos cuando hagan travesuras.- Marco sonrió coqueto, pero podía sentir la pesada mirada de Miguel sobre él. Se sentía incomodo, tal vez ya se había dado cuenta de que gustaba de Hiro y eso no era bueno el quería decírselo antes.
-Pff... En tus sueños mariachi loco.- río el mesero, después de ese comentario el moreno se disculpó y corrió a la cocina para desahogarse con Kyle.
-Eso fue raro.- Exclamó el azabache que aprovechó el momento para sentarse frente a Miguel y comenzar a tomar la bebida que había llevado para el otro mexicano.
-Déjalo a su mamá se le cayó de cabeza cuando era chiquito.- Ambos rieron tranquilamente y comenzaron a charlar.
-Oye Hiro.- Habló el moreno viendo al de tez nivea con determinación.
-¿Que pasa?- preguntó ladeando un poco su cabeza, gesto que hizo a Miguel llenarse de ternura, definitivamente le quedaba perfecto ese disfraz de gato al azabache.
-Ahora un aplauso para recibir en el escenario a Miguel.- Antes de poder hablar, Cass indicó que era su turno, haciendo imposible decirle a Hiro que le dedicaba su canción. Pero bueno, no necesitaba decírselo el mismo lo entendería al escucharla.
-¡¡¡Hazme un hijo Miguel!!!- Gritó de forma entusiasta Marco desde la puerta de la cocina, sonrojado al mencionado y haciendo reír a Hiro.
Subió al pequeño escenario y miró a todos los presentes, el lugar ya estaba más tranquilo aunque aún tenía bastantes clientes mientras Kubo y Hiro llevaban postres y bebidas sin descanso.
(Denle play al video de la multimedia.)
Soltó un largo suspiro y comenzó su música.
Me gustan los ojos verdes
Y tú los tienes cafés,
Me gustan los ojos grandes
Y tu los tienes rasgados.El semiasiatico miraba atento a Miguel, el no sabe mucho de música latina, pero podría jurar que esa no era la letra de la canción. ¿Le estaba cantando a Kubo? Se preguntó con celos.
Me gusta la gente alegre
Y tú no sabes reir,
Y siendo como tú eres
Me enamorado de tí.Okay, Kubo es un ser de luz lleno de alegría y amor, lo que significa que no estaba cantando sobre él, el otro de ojos rasgados del lugar era Kyle, pero ellos no eran muy amigos ¿verdad?
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Como enamorar a un mesero huraño.
FanfictionEl Lucky cat es cada vez más popular y Cass aún no consigue más ayuda. Ahora su pobre sobrino tendrá que hacerla de mesero hasta que se contrate personal. Nadie sabe a que clase de personas interesantes te puedes topar en un café, como un par de chi...