Referencias.

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¿Que necesita un apasionado mexicano, para poder conquistar a un medio asiático?
Es una búsqueda qué desafortunadamente no arroja más que un montón de fanfics y que claramente nuestro par de mexicanos no podían poner en acción.

Aunque Marco se vio tentado por algunas de las locas ideas qué se mostraban. Una parte de Marco deseaba ser empalagoso y detallista como solo un De La Cruz enamorado puede ser. Pero sería arriesgado hacer algo así con alguien de carácter tan especial como Hiro.

Por su parte Miguel estaba seguro qué ser un romántico detallista de los qué solo existen en los libros sería la manera ideal de conquistar al frio chino.

Quedaron de verse en el café para poder probar sus nuevas técnicas de seducción así que apenas un baño rápido después ambos ya estaban frente al luckycat, ya básicamente era su segundo hogar sin contar la escuela.
Entraron ligeramente distraídos solo para percatarse qué el lugar estaba bastante vacío comparado a los últimos días.

Tomaron una mesa al fondo charlando y cuando menos esperaron Kubo se acercaba a ambos con una sonrisa.

-¿Como les va chicos?- sonrió el japones.

-¿Que hay Kubito de rico poio.- Miguel se burlo de la tontería de Marco a lo qué Kubo solo los miró confundido sin entender.

-El quiere decir: Hola Kubo ¿Como estás?- Reparó el moreno de ojos café ante la confusión de su amigo.

-Ah todo bien ¿y ustedes?-

-También tranquilo oye Kubo ¿donde está escondido mi futuro esposo?- preguntó Marco con una sonrisa felina.

-Ni en tus sueños.- Sentenció Rivera.

-Hoy no está.- respondió el azabache con rapidez antes de empezar una pelea entre esos dos.

-¿porqué?-

-Sí, al parecer alguna de las empresas para las que suele desarrollar proyectos le pidió su presencia en una junta y no podía negarse.- Afirmó un chef con cara de pocos amigos saliendo de la cocina y acercándose.

-Hola Kyle.- Saludo el moreno de ojos ambar. Él azabache mayor solo elevó un poco la cabeza a manera de saludo y se sentó frente a ellos. Acción que Kubo repitió después de ver lo vacío del lugar. Tía Cass bajó a ver el escándalo encontrandose con los cuatro muchachos riendo y charlando algo qué decidió permitirlo, solo por lo tranquilo del lugar.

-Entonces tú plan para conquistar a Hiro es llevarlo a Cancún y combinar sus memorias con las tuyas. Ni yo habría llegado a tanto.- Afirmó Miguel.

-Oh vamos no es tan mal plan, No es como el tuyo de contarle de golpe todos y cada uno de tus íntimos secretos.- contraatacó De la Cruz.

-Chicos si realmente quieren ganar el corazón de Hiro deberían convertirse en sus alumnos y seducirlo durante alguna fiesta estudiantil donde el ponche este adulterado.-

-Kubo, suena lindo pero ¿como rayos haremos que Hiro acepte un trabajo de profesor?, además nosotros estudiamos música y el es ingeniero en robótica.- Miguel intento ser lo más suave posible.

-Exacto por eso yo digo qué ambos compren una cajetilla de cigarros y utilicen él último como deseo para qué los correspondan. El primero en acabarse toda la caja sería el vencedor.- Comento Kyle relajado.

-No es tan descabellado, pero ninguno de los dos fuma y estoy seguro que moriríamos antes de siquiera acabar un cigarro.- Dijo el ojiambar meditando seriamente esa opción.

-Ya sé ¿y si haces planes con Hiro para ir de vacaciones y se hospedan dos semanas en algún lugar lindo y frío que les obligue a estar muy juntos todo el tiempo?- Preguntó Kubo entusiasta a Miguel.

-En ese caso nosotros escribiremos un fanfic sobre Marco y Hiro qué lleve a Hiro a estar con él solo para ver porqué los shippean y con su actitud ir ganando su corazón.- Kyle miraba retador a Kubo.

-Bueno entonces nosotros buscaremos un Daruma maldito que una sus almas para la eternidad ¿verdad Miguel? -

-Amm... Yo creo qué.-

-Bueno en ese caso Marco se hará un villano de la ciudad y Hiro se verá obligado a ser un policía que caera en los encantos del moreno.-

-Y si mejor les hacemos un traje de catrin y los ponemos a matar a gente mala, así definitivamente tendrían su atención.- Todos miraron extrañados al moreno qué entraba después de ese comentario.

-¡Leo!- Kubo recibió a su novio con un gran abrazo.

-Eso suena perturbador.- Exclamó Miguel.

-No creo que conquistes a alguien de esa forma.- afirmó Marco.

-Ah pensé qué solo estábamos dando ideas para cuentos.-

-Pero si ambos estan peleando por él porqué no simplemente se confiesan los dos, chance y ambos reciben lo qué desean.- Comentó el panadero con una sonrisa maliciosa.

Miguel y Marco se miraron fijamente antes de negar con pánico.

-Yo les recomendaría qué se entromentan en cada oportunidad de avance qué tenga su adversario y también qué ambos vayan y le roben un beso lo antes posible a ese chico, a alguno de los dos lo va a rechazar pero al menos ninguno se quedara con las ganas de sentir sus labios.- Comentó una chica morena de largo y rizado cabello marrón y ojos verdes.

-Tipolina querida no te metas en su charla, es descortés. Lo mejor sería dejarlo fluir y esperar a que no suceda qué ninguno tenga la oportunidad de decir nada y luego alguno se vea afectado por la desesperación siendo controlado por algun ser malvado. Porqué eso sin dudas sería terrible.- Afirmó el joven misterioso que vestía completamente de negro y servía a la chica una malteada de fresa mientras él bebía una taza de café negro.

-Esperen ¿ustedes quienes son?- Preguntó Kyle confundido.

-Bueno pues entramos por una bebida, pero su charla era tan interesante que no quisimos interrumpir y tomé prestada su licuadora y la maquina de expresos. Una disculpa.- Afirmó el chico con una sonrisa y tomando asiento en una mesa.

-Bueno ya qué tenemos su atención podría ordenar un sandwich, realmente no tengo humor para entrar a su cocina y hacerlo yo misma.- Sonrió la chica de nombre Tipolina.

-Y yo quiero una rebanada de tarta de fresa y cereza de tres pisos con una cubierta de crema de babaria y acompañada de vino blanco de notas a mora azul del ochenta y seis.- Pidió el muchacho de apodo Oggie.

-En seguida los traigo.- Kyle rodó los ojos y se levantó con rapidez porqué una cosa es que alguien use el lugar de trabajo de Hiro y Kubo pero el mismo golpearia a quien se atreviera a jugar con su cocina.

Después de servidos los dos únicos clientes de esa tarde la platica continuo por un rato hasta que uno dio en el clavo.

-Ya dejando todas las tonterías de lado, ¿porqué no una serenata?- Dijo Leo ya un poco aburrido de inventarse cuentos extraños.

-Oh sí, eh escuchado que eso es algo común y muy romántico en México ¿no?- Kubo intentaba recordar si lo qué afirmó fue acaso algo que le dijeron o fue qué lo vio en una película.

-Pues si es bastante usado en México, pero supuse que era algo que pasaba en cualquier parte del mundo.- Reflexionó Marco.

-No realmente, yo jamás eh visto una.- afirmó Kyle a lo que el otro asiático también asintió.

El local comenzó a llenarse por fin, haciendo que ambos azabaches comenzarán a trabajar y dejando a los mexicanos en la mesa charlando ahora sobre su infancia. Pero algo quedó muy grabado en sus mentes...

Una serenata, sería una idea espontánea y romántica. ¿Qué podría ir mal con ello?

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Hola chicos!! Volví de entre las sombras, eh aquí un capítulo lleno de referencias tanto propias como de otros fics! Espero que lo disfrutarán porque de trama no tenia nada xD

Un agradecimiento a tod@s los creador@s de los fanfics mencionados, amo su trabajo!! Y bueno en los comentarios pondré el nombre del fanfic y su respectivo autor.

Los amo y leo luego!

Lors~*

Como enamorar a un mesero huraño. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora