Después de leer el pergamino de Mito Uzumaki Naruto fue directamente a la biblioteca subterránea. Él no sabía porqué, pero él quería ir ahí, así que fue con el profesor Colbert para poder entrar a la biblioteca subterránea, una vez ahí Naruto se quedó leyendo los pergaminos toda la noche. Sin Derfflinger Naruto no podía abrir los pergaminos con las técnicas del clan Uzumaki, pero eso no le importó, Naruto estaba ahí para leer los demás pergaminos; los pergaminos a los que no le había prestado atención antes.
Naruto no supo cuántos pergaminos leyó esa noche, pero antes de darse cuenta el profesor Colbert había regresado por él en la mañana como se lo había pedido. Los ojos de Naruto estaban rojos por pasar toda la noche leyendo, pero eso no le importó. Cuando el profesor Colbert llegó Naruto dejó el libro que estaba leyendo. No solo había pergaminos en las cosas que Naruto había encontrado; aunque pocos, también había unos libros de aspecto antiguo entre todos esos pergaminos. Naruto recuerda haber visto libros similares en Konoha, pero estos sin duda tenían un diseño más antiguo.
El libro que Naruto dejó era uno que; a diferencia de los otros, no tenía título y tampoco estaba completo, tenía solo unas pocas páginas escritas; menos de la mitad, pero Naruto lo había leído varias veces hasta que el profesor Colbert llegó.
Cuando salió de la biblioteca la luz de la mañana lo encandilo, pero Naruto se las arregló para llegar a su objetivo. Naruto se las arregló para llegar al establo y tomar un caballo y galopar hacia su destino.
El lugar al que Naruto se dirigía era un pequeño pueblo en el borde de un territorio llamado Le Mans. Según lo que había oído del profesor Colbert en sus charlas ocasionales, ese lugar era el lugar donde habían descubierto los pergaminos que ahora estaban en la biblioteca subterránea. Naruto quería llegar cuanto antes al territorio de Le Mans, pero, aunque lo quisiera, su caballo no podía seguir el ritmo y Naruto tenía que parar para que su caballo descansara un poco.
Fue ahí cuando Naruto se dio cuenta que había salido de forma precipitada y no había traído nada con él, pero; para bien o para mal, mientras Naruto se dirigía a la aldea o ciudad más cercana para que su caballo descansara Naruto se topó con un carruaje que parecía tener problemas; para ser más específicos, el carruaje estaba siendo secuestrado.
Al parecer los guardias se habían revelado y tenían pensado secuestrar a las personas dentro del carruaje cuando estuvieran en un lugar algo alejado. A decir verdad, Naruto se encontraba muy alterado por lo que había descubierto; tanto en la carta de Mito, como lo que descubrió poco después en la biblioteca subterránea, Naruto fácilmente habría pasado de largo dicho carruaje de no ser porque alguien le grito pidiendo ayuda, fue entonces que Naruto volteo hacia el carruaje y vio lo que estaba pasando.
Dentro del carruaje había dos mujeres, parecían ser hermanas, esto se desmintió cuando una de ellas gritó que por favor salvara, aunque sea a su hija, esto molestó a los secuestradores y la golpearon para que se callara e hizo que la hija luchara aún más por intentar zafarse mientras gritaba por su madre, pero solo consiguió ser golpeada igual que su madre, al ver que fueron descubiertos los guardias fueron a atacar a Naruto para no tener testigos.
Los guardias se confiaron al ver que el testigo era solo un niño, pero incluso si Naruto estaba desarmado él aun podía defenderse muy bien siempre y cuando no hubiera un mago involucrado; y ese era el caso en esta situación, de hecho, Naruto estaba de un pésimo humor y la escena que vio solo lo molesto aún más.