Naruto en Zero no Tsukaima II

Capítulo 42: Todo o nada

Wardes

-Naruto, Naruto, Naruto ¡¡¡NARUTOOOOOOO!!!

En medio de un lugar lleno de niebla Wardes seguía enfrentando a los clones de Naruto, pero, no importa cuánto atacara, los clones no parecían disminuir y esto molestaba a Wardes. Que la niebla no le dejara ver a Naruto también lo molestaba, pero por mas viento que creara la niebla no se movía en lo absoluto, casi como si la niebla estuviera pegada a ese lugar.

En medio de sus arremetidas Wardes sintió que Naruto; sus clones, habían desaparecido y esto hizo que se enojara aún más, pero no tuvo tiempo de gritar para liberar su furia pues, poco después de que la niebla se aligeró una gran lluvia de rayos y fuego llovió sobre él y Wardes, instintivamente, se alejó del lugar.

Wardes

-¡¡¡NARUTOOOOOOOO!!!

Al ver el origen del ataque Wardes estaba listo para matar a aquellos que, según él, ocultaban a Naruto así que bajó hasta que su quijada casi toca el suelo, tomando una postura en cuatro patas como un animal, Wardes corrió hacia los paladines que lo habían atacado.

***

La niebla, que hasta hace poco era como una sábana blanca colocada sobre ellos, había atenuado y los paladines vieron a lo lejos al Berserker que Naruto había estado enfrentando.

Había varias decenas de metros hasta el Berserker, pero incluso a esa distancia los paladines entendieron que el Berserker que iban a enfrentar era otra cosa en comparación a los que habían enfrentado hasta ahora. Frente a ellos estaba la más viva representación de un Berserker, comparado con él, los otros no eran más que patéticas imitaciones, así lo sintieron. Incluso sabiendo eso, los tres paladines no se acobardaron y prepararon su ataque coordinado.

Paladín

-a mi señal.

Después de ver que tenían todo listo uno de ellos tomó el papel de líder y lanzó su hechizo hacia Wardes que estaba ocupado enfrentándose a los clones de Naruto. Al lado de él estaba otro paladín listo para lanzar su ataque y detrás de ellos dos estaba otro paladín preparando sus hechizos.

Paladín

-¡fuego!

Después de decir eso los paladines del frente lanzaron sus hechizos. Los hechizos que habían lanzado eran hechizos de clase cuadrado. Era un bombardeo de fuego y uno de rayos, cada uno con la fuerza suficiente para destruir una pequeña mansión, y esos hechizos estaban concentrados sobre un solo hombre.

Wardes

-¡¡¡NARUTOOOOOOOO!!!

Como esperaban, el ataque, lanzado a toda potencia y a gran velocidad, no hizo nada contra Wardes, aunque el hecho de que esquivó el ataque era algo a tener en cuenta, eso no quitaba el hecho de que ahora tendrían que enfrentar a Wardes.

Después de un rato Wardes se acercó a ellos a una velocidad considerable teniendo en cuenta que iba a cuatro patas. Cuando Wardes estaba a escasos metros los paladines no pudieron evitar retroceder un poco al ver el aspecto de su enemigo.