The Lost Star [JJBA]

XI

— ¿Quién es él, papá?—. Dio vio la fotografía, aquél marco que se abría como libro que descansaba en su escritorio, sus fotos más preciadas, de Jonathan, y las únicas que estaban a la vista en toda la casa.

Eran las últimas fotos que tenía de Jonathan antes de que muriera, suspiró y tomo el marcó poniéndolo enfrente de Giorno.

— Él es tu "mamá" Giorno, su nombre era: Jonathan Joestar, luego cuando se caso conmigo fue: Jonathan Brando-Joestar—. Dio rompió el marcó y le dio la segunda foto a Giorno—. Puedes quedarte con esta foto—. Dio lo bajo de su regazo, fue la primera y última vez que Dio le hablaba de Jonathan.

Giorno fue creciendo con esa foto, lo único que sabía de su madre era su nombre, por más que busco por la casa no encontró alguna respuesta a sus preguntas sobre Jonathan Brando-Joestar. Le preguntaba a sus parientes pero ellos se negaban a hablar de él, eso le correspondía a Dio, aparte Dio les hizo jurar que nunca le dirían de Jonathan hasta que él pudiera hacerlo, la fotografía le daba rostro a la persona que le faltaba a Giorno, él la miraba antes de dormir y al despertar.

Muchas veces Dio descubría a Giorno en su oficina viendo la otra foto, al final Dio terminó dándole ambas fotos bajo el juramento que las cuidará como nunca, Giorno aceptó. Las lecciones se volvieron mas intensas al igual que su inteligencia, en honor al cabello que le había visto a su "madre" Giorno decidió dejarlo largo aún que no sabía como atarlo, aún, solo lo llevaba en una coleta y con broches de mariquita agarrando su fleco.

En esos ocho años Giorno se especializó en: Matemáticas, lenguaje y literatura, física, química, economía, artes, música, psicología, filosofía, biología y deportes. Dio quería que su hijo estuviera preparado para todo y todos. Giorno sentía mucha presión por ello, a sus ocho años ya sabía tocar: piano, violin, guitarra, chelo, flauta. Había memorizado la tabla periódica, sabía todas las fórmulas de física y química, como analizar a una persona, varios poemas de escritores famosos y varios filósofos. Aún que su padre le daba más libertar, lo rebaja salir al jardín trasero, le enseñaba a usar sus conocimientos en la vida real, a manejar su stand y le enseñaba a conducir.

Además de que le había hecho una promesa.

— Giorno—. Él pelinegro volteo a verlo—. Cuando cumplas 15 años empezaras la secundaria—. Su hijo asistió ante su afirmación—. La empezaras en una secundaria normal—. Dio, por mucho que le doliera, sabía que no podía enseñarle a su hijo a desarrollarse socialmente, eso lo tenía que hacer solo.

Esa promesa le daba la suficiente motivación a Giorno para aprender todo lo necesario, incluso más, mientras iba creciendo Dio notó que a los once a Giorno le empezaron a brotar mechones rubios.

— ¡Giorno!—. Josuke gritó al entrar a la casa y correr hasta la habitación del mitad azabache, mitad rubio.

La vida tampoco fue fácil para Josuke, al terminar las vacaciones no volvió con su mamá, había empezado a estudiar en una primaria en Italia, en las vacaciones iba a Japón para estar con su madre y en los días festivos se juntaban todos en Italia y Josuke se quedaba mientras su mamá se regresaba a Japón.

Cuando cumplió nueve años lo descubrió todo, tuvo una pesadilla, abrazó a su peluche de Star Platinum se levantó de su cama yendo al pasillo entonces todas las palabras de su madre cayeron en el lugar correcto. Vio a su padre besar a Ceasar, lo tenía acorralado contra una pared mientras lo besaba de forma bastante intensa, cuando se separaron Josuke noto la mirada cargada de amor que se daban ambos, cayó al suelo por la impresión, al oírlo Ceasar rápidamente aparto el cuerpo de Joseph.

— Josuke esto—. Ceasar intentó justificar sus acciones pero fue interrumpido por Josuke.

— ¡Por tu culpa mis padres se separaron, eres cruel, por tu culpa mamá llora y no puedo consolarla por estar tan lejos, te odio!—. Después de gritar todo eso se fue corriendo a su habitación nuevamente, se metió en él armario con su peluche de Star Platinum, movió una caja de zapatos quitando la tapa sacando la gorra de Jotaro y también la abrazó, ese eran su único consuelo, el casi nulo olor de Jotaro que permanecía en la gorra lo hacía sentir protegido.

Después de esa noche Josuke era grosero con Ceasar. Lo quería lejos, lo culpaba del divorcio de sus padres. Eso mataba lentamente a Ceasar y sin importar que hiciera Joseph no lograba consolarlo, la única solución de Joseph fue dejar que Josuke lo asimilara, agradecía que Giorno le ayudará en eso.

***

Giorno practicaba su última lección se piano bajo la mirada de su padre cuando Josuke toco la puerta diciendo un alegre: ¡Ya llegaron!

Al bajar, Giorno, se encontró con todos los Joestar, que seguían vivos, vio a Joseph, Ceasar no estaba, suposo que fue para evitar las malas lenguas de Josuke, estaba Tomoko, Holly, Jotaro y algunos "metidos" como Avdol, Polnareff, Kakyoin y su hermano Rohan, Koichi, quién si fue invitado por Holly y Jotaro junto a Okuyasu. Amigos de Japón de Josuke.

Como habían acordado el día anterior: todos irían a la playa.

Era la primera vez que Giorno saldría se casa.

***

Llevaban unas horas en la playa y Dio no se movía de su sombrilla, se encontraba tomando fotos a Giorno que jugaba con el mar, Jotaro, quién se había convertido en biólogo marino, tenía una estrella de mar en las manos explicándole a los adolescentes cosas hasta que un delfín llegó y golpeó a Jotaro haciéndolo caer al mar. ¿Qué hacía Dio debajo de la sombrilla? Fácil, el resto de adultos aprovechó para dejar a Dio de niñero.

— Papá, encontré un cangrejo—. Dijo Giorno intentando hacer conversación con su padre que no salía de su sombrilla, pero al oír a su hijo se cambió y le siguió hasta donde estaba.

Giorno después logro llevar a su padre hasta al mar, para sorpresa de todos, Dio empezó a enseñarle a nadar a Giorno.

***

Josuke intentaba no perder la cabeza, sentía como Jotaro metía su mano debajo del traje de baño.

— Jo-Jotaro—. El nombrado solo dejo mas lamidas en sus pezones—. Para... pueden... entrar.

— Calma, nadie viene—. Empezó a masturbarlo—. ¿Lo sientes? Hice lo mismo cuando tenias seis, no puedo olvidar como gemias, tu carita roja y con leves lágrimas en ellos—. Empezó a bajar las lamidas hasta llegar a su miembro, cuando nadie miraba se llevo a Josuke hasta un vestidor para hacer de las suyas.

[FIN CAPÍTULO 11]