EXTRA: Risotto y Abbacchio, una historia de estrellas.

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Risotto Nero miraba con cierta molestia al nuevo hijo, bastardo, de su padre, un bebé de 8 libras, pelo plateado como él suyo, pero él tenía ojos normales, sintió envidia: Leone Abbacchio, su nuevo hermanastro, su padre había ido a revolcarse con la primera prostituta que se encontró después del divorció. Risotto fue el primer hijo de ese bastardo, que tanto odiaba, Leone era el segundo bastardo.

Risotto tenía ocho años cuando su padre se divorcio, llevándolo consigo a la fuerza separandolo de su mamá, tenía nueve años cuando su padre encontró a esa puta y ahora tenía diez años viendo a su nuevo hermano, el había conservado el apellido de su madre, al igual que su nueva carga, hermano, su padre había firmado para deshacerse de ellos dos como, la perra, que tenía de madrastra.

Risotto hizo el primer sacrificio por Abbacchio: Renunció a su niñez.

Risotto con diez años aprendió a cambiar pañales, a las noches de vela para evitar que su nuevo hermano sufriera por soledad o hambre en las noches, hacer biberones, a cuidarlo, Risotto decidió dejar la escuela para dedicarse completamente a que Abbacchio nunca lo hiciera, trabajaba de cualquier cosa, barria las calles, cortaba césped, vendía boletos de cine, Risotto con once años tenía mejor mente para los números que cualquiera para su edad. Risotto se encargó de crecer muy rápido para asegurarse de que Abbacchio no lo hiciera.

Risotto muchas veces durmió en albergues con su pequeño hermano quien solo reía al ver sus ojos, Risotto no podía descuidar a su hermano en esos lugares, podía sentir el miedo recorrer su cuerpo cuándo tenían que pasar la noche en un lugar así, su corazón le dictaba nunca dormir o le quitarían a Abbacchio directamente de sus brazos. Tenía solo once años y mucho miedo al mundo.

Risotto aprendió su primera lección de realidad: Si nadie se preocupa por ti, tu no debes preocuparte por ellos.

Risotto sintió alegría, después de dos largos años, con trece años vio a su hermano caminar por primera vez y lo supo: Leone era fuerte. Grito tanto de felicidad al verlo que logró juntar el suficiente dinero para comprarle a Abbacchio su primer cambio de ropa de "niño grande". También empezó a enseñarle a Abbacchio sus primeras palabras, aquel callejón oscuro era a lo que llamaba casa, una caja vacía era la cuna de Leone, su abrigo era su techo y su escaso dinero su sustentó.

— Ri-Riso—. Él mayor volteó a ver a su hermano que caminaba hacía él, a pasos lentos, con un billete en mano— Risotto—. Esa era la primera palabra de Leone. Risotto lloró por primera vez desde que nació, debía crecer más rápido para evitar que Abbacchio lo hiciera. Nadie tocaría a la estrella que debía cuidar. Esa fue la primera vez que sintió amor hacía su hermano.

***

Risotto hizo su segundo sacrificio por Abbacchio: Renunció a su adolescencia.

Abbacchio tenía seis años e iba al jardín de niños, llevaba su gorra amarilla y su uniforme limpió, sus zapatos estaban impecables y tenía una meta: Deseaba ser policía.

— ¡Risotto!—. Él mayor, de ahora 16 años, llevaba el cabello atado en una coleta alta, un sueter negro y pantalones grises—. Tuve un diez.

— Bien hecho, pulga—. Sonrió a su hermabo menor y tomo su mano, escuchando como algunas personas señalaban a su hermano menor por irse con él.

— Risotto… ¿Eres malo?—. Él mayor detuvo su caminar para ver a su hermano—. Muchas mamis de mis amigos dicen que eres malo… que fuiste malo y por eso tus ojos son así… y que… por eso.

— ¿Mama y papá…—. Risotto sintió náuseas al nombrar esas palabras—. Nos dejaron? —Él pequeño asistió—. Escucha, Leone, eres un niño listo, sabes que esas son mentiras ¿Si?—. Leone asistió ante las palabras de su hermano y empezó a seguirlo nuevamente al trabajo de Risotto.

The Lost Star [JJBA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora