3-De camino.

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Saco el regalo de Casidy de la bolsa. Son 3 sosas las que hay. Veo una caja grande, de color rosa fuxia y blanco a rayas con lazo gigante rosa en medio; un taper azul que al agitarlo suena como una maraca y un sobre rojo en el que pone:

" Ya sabes que odio las depedidas y que además se me dan fatal, por eso he decidido hacerte una carta, que encima perdurará más y la podrás volver a leer cuando quieras"

Decido no leerlo ahora porque me marearía y no me gustaría echar la pota.

Cojo el taper y lo habro con cuidado para evitar que el contenido salga volando y se esparrame por el coche. Dentro hay unas galletas chamuscadas con pepitas de chocalate, conferis y azúcar y una nota en la quepone:" galletas de la amistad;)"

Me rio.

-¿Qué pasa hija?-pregunta mi padre al oir mi risa.

-Nada es solo que echaré de menos este lugar.

-¿Y por eso te ries?- esboza una sonrrisita.

-A no, por eso no, es por el regalo que me ha dado Casidy.

-Y, ¿cuál es?-pregunta más por cortesía que por curiosidad.

-Unas galletas chamuscadas.

-Si ya recuerdo, son vuestras galletas de la amistad.

Me rio.

Cojo el siguiente regalo que es la caja grande y trato de imaginarme lo que hay dentro. Estoy tan impaciente por saber lo que es que paso de mi propuesta de adivinarlo y deshago el perfecto lazo rosa, luego abro la tapa y retiro unos papeles para poder ver el contenido.¡ No me lo puedo creer! dentro hay dos modelitos preciosos, con una nota encima cada uno:

El primero consta de una camiseta blanca, con encaje por delante que deja al descubierto mi parte frontal y me llega por el ombligo; unos pantalones vaqueros azul clarito, ajustados y rotos; unas botas de militar marrón oscuro, que siempre he querido tener y un gorro y na bufanda de lana de color beis. En la nota pone: para que vallas mona al insti:)

¡Que bonitoooooooooo! Un poco atrvido igual para ese lugar, pero si me quedara en Chicago sería ideal.

Quito el siguiente papel que separa mi vista del segundo conjunto y veo un vestido. Espera, espera, ¿qué? Un vestido, ¿en serio? Lo saco de caja y lo comprendo todo, no es un vestido cualquiera, es EL vestido. Nunca antes había visto uno tan bonito.

Es de color azul esmeralda, mi color favorito. De escote corazón y ajustado hasta la parte alta de la cadera. Tiene un poco de vuelo, como a mi me gusta y también tiene como unos diamantitos (falsos claro) en un lateran en el que estarán mis cositallas una vez puesto. Conociendo a Casidy me llegará por la mitad del muslo.

Al lado hay unos tacones de charol negros con plataforma y un tacón de aguja. Que puta, con lo que sabe que odio los tacones. Aunque no la voy a negar que son preciosos.

En la nota pone: seguro que me habrás maldecido por los tacones, pero no me puedes negar que son preciosos y pegan genial con todo. Y el vestido también sé que no te gustan mucho pero seguro que allí habrá muchas fiestas y no querras ir como una mierda andante, ¿verdad?. Ah por cierto pega genial con el bolso ese pequeño de fiesta negro y azul que te compraste en Tensery. Te quierooooooo.

Ayy Casidy como la quiero. Me conoce perfectamente.

Me come un poco la conciencia que yo no les haya hecho ningún regalo a ellos. Bueno cuando vuelva de visita ya les compraré algo chulo. Y conociendo a Casidy con que la traiga un tio bueno se contenta.

Miro por la ventanilla. Esta oscuro, las farolas siguen encendidas. ¿Por qué coño sigo yo despierta? Miro mi rejoj son las 7:23. Se supone que debo estar en el aeropuerto a las 7:45 para que me dé tiempo a todo. Mi avión despega a las 8:30.

Ya estoy llegando al aeropuerto. Lo se porque veo un cartel gigante en el que pone: Aeropuerto de Chicago. Que lista soy.

Mi padre aparca cerca de la puerta por la que empezará mi peor pesadilla. Antes de bajar se gira hacia mi y me dice:

-Tu madre entaría muy orgullosa de ti. ¿Sabes?

- Si, supongo.

-Además por fin verás a tu hermano.

-Si- el tio que no ha querido saber nda de nosotros en 3 años.

Solo ha venido 2 días en navidad para coger los regalos y largarse a Londres de nuevo. A veces nos conectamos por Skype y me cuenta su maravillosa vida ahí.

Me contó que estaba en el equipo de futbol americano, que ha tenido tropecientas mil novias, que ha hecho muchos amigos, que sus notas eran de 9... Pero nunca me ha dicho un: te echo de menos Ash; o un: estoy esperando impaciente que vengas. Nada solo hablaba de él y de lo maravillosa que es la ciudad de Londres, como si se hubiera olvidado por completo de Chicago, de sus amigos, de su hogar, de Gladis, de su familia, de mí...

Y ahora sabiendo que ese cabrón va a ser la única persona que conozca en esa mierda de lugar me dan ganas de suicidarme.

Ni siquiera se el motivo por el que se fue a Londres solo lo saben mi padre y él. Y ninguno me lo quiere contar.

-Tranquila, harás muchos amigos nuevos y vivirás nuevas experiencias.

-Pero papá, ¿qué pasa contigo? No voy a poder volver a verte ni hablarte hasta que acabes esa estúpida misión.

-No te preocupes, buscaré la forma de contactar contigo aunque por ello arriesgue mi vida. Mi pequeña valiente merece saber que su padre está bien, igual que su padre necesita saber que ella esta feliz en su nuevo destino.

Le sonrrio. Nos damos un largo abrazo y me da un beso en la frente mientras se me escapa una lágrima. A mi padre nunca se le ha dado bien hablar de sentimientos, pero yo entiendo lo que quiere decir y eso me basta.

-Es hora de irse cariño.

Nos separamos, cogemos todas mis pertenencias del maletero y nos dirigimos a ese lugar que no se como se llama, en el que tienes que dar las maletas para que te las pongan una pegatina y te las envien a la vodega del avión. Me dan una especie de cordon del cual cuelga una targeta en la que pone que soy menor y viajo sola y otro nombre más: Mathew (¡¡¡Divergente!!!) Thomson Miller. Supongo que será el hombre que me acompañará al avión.

-Bueno cariño aquí nos despedimos.-me dice apretando mucho los labios. Sus ojos marrones estan un poco cristalinos.¿No irá a llorar?

-Si. Te echaré mucho de menos papá.

Le doy un abrazo fuerte mientras él me acaricia el pelo con su fuerte y rasposa mano.

-Hola, mi nombre es Mathew y voy a ser tu guia. Ui perdón. ¿Interrumpo algo?

No idiota, solo una familia despidiendose. Tendrá unos 30 y pocos años, y es bastante guapo la verdad: rubio con el pelo rapado y un pequeño tupé, ojos verdes, bastante alto y musculoso. Parece un chico listo. Supongo que trabajará aquí para ganarse un dinero extra.

-No te olvides de entrenar y de comer sano.

- Tranquilo, que por mucho que coma no engordo.

Nos reimos. Vuelvo a sus brazos otra vez par despedirme. Él me susurra:

-Dile a tu hermano que le quiero. Ah y por cierto toma.

Se saca una cagita de su bolsillo de color azul celeste y me la ofrece. La abro y es un colgante de una mariposa precioso. Lo reconozco de inmediato, mi madre nunca se lo quitaba.

- Se lo regalé a tu madre cuando nos conocimos. Y creo que será mejor que te lo quedes tú, en fin yo no me loy a poner y a tu madre le gustaría que fuera tuyo.

-Es precioso papá.

-La cadenita se perdió, pero estoy segura deque encontrarás otra .

-Me la pondré junto este que me regaló Gladis.

Me coge de las manos.

-Ve cariño o perderás el avión.

-Vale.

Mathew me empieza a guiar hasta un puentecito que va a la sala de seguridad. Miro para atrás y veo a mi padre agitando la mano en señal de adiós. Hago lo mismo hasta que cruzo el puente y su imagen se desvanece.

PlayBoy, ¡deja de acosarme!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora