PlayBoy, ¡deja de acosarme!

15-Vaya nochecita me espera II

El partido ha acabado y no me lo puedo creer. Los Knicks han ganado 42-38. Eso significa que me toca dormir con el acosador.

Me he comido todo el bote de mantequilla de cacahuete por los nervios.

Aron se da la vuelta lentamente y me mira con esa sonrisa que me vuelve loca.

-Bueno. ¿En que lado te gusta dormir, en el izquierdo o en el derecho? -dice.

-Te gusta verme sufrir.

-Tal vez un poco- dice haciendo el gesto.

Me doy cabezazos con la almohada.

-Hey, dormir conmigo no es tan malo.

-Si tu lo dices.

Me tira una palomita y se me la cuela por el sujetador. Yo cojo un puñado de ellas y se las tiro por el pelo.

-¡Me duché esta tarde!-se queja, yo me rio.

Veo que coge otro puñado así que me alejo pero no sirve de nada porque él agarra mi camiseta y me las mete por dentro. Luego me tira otras pocas por el pelo y me lo empieza a enredar haciendo que las palomitas queden atrapadas.
Yo cojo el bol y le tiro las que faltan por encima dejando todo el suelo manchado.

No podemos parar de reir.

-Ya lo recogerá Will- dice Aron.

Me sacudo un poco las palomitas. Por el rabillo del ojo veo que Aaron se acerca.

-¿A qué no te lo has pasado tan mal?- me dice mirandome coqueto.

Luego pone una mano en mi cintura y yo me tenso mientras que a él se le dibuja una sonrisa de oreja a oreja. Luego me empieza a hacer cosquillas.

-P-para... A-aron... -logro decir entre risas.

Me tiro al suelo y él no para. Luego se agacha a mi lado y pone una mano en el suelo al lado de mi cabeza y otra al lado de mi cintura. Yo sigo riendo como una tonta. Se acerca a mi mejilla y me da un suave beso. Yo al instante me dejo de reir y me quedo en estado de shock.

Espera, ¿qué? ¿Aron me acaba de dar un beso en la mejilla?

-Sabes salada-dice con su cara demasiado cerca de la mía.

Yo sigo en estado de shock. Me levanto y nos quedamos sentados es la balnca alfombra cubierta de palomitas por nuestra culpa.

-¿No te ha gustado mi beso?

Antes de poder contestar me coge con una mano en la cadera y la otra en el cuello y sus carnosos labios vuelven a rozar mi mejilla cuidadosamente.

No puedo reaccionar. Mi mente no funciona. No sé que hacer. Luego recuerdo lo que me dijo Ann y salgo de mi trance.

De repente siento algo humedo recorriendome el pómulo. ¡Qué asco! ¡Me ha chupado la cara!

-Agggg. Que ascoooooo -digo mientras atrapo su camiseta para secarme con ella.

-Un poco más y me la arrancas.

-Ya te gustaría.

Se rie. Me encanta su risa es suave pero ronca, le hace que se le achinen los ojos y le deja al descubierto sus perfectos dientes blancos.

-¿Si quieres?- dice divertido.

Le hago un mini placage pero el rodea mi cintura con su fuerte brazo y caemos los dos. Yo encima de él.

Se está tan comoda que se me olvida levantarme y me acurruco en su pecho. Él pasa una mano por mis hombros todabía riendo.

-Ash, me estás clavando el codo.