13-Gatita.

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Ento a clase de lengua y hecho un vistazo. Solo reconozco a Rose (el grano del culo de Elizabeth). Me voy a una mesa que hay al fondo, al lado de la ventana. Me siento y saco lo necesario. Hay sitios vacios al lado de algunos de mis compañeros. Pero decido ponerme aquí, sola, apartada de el resto del mundo más que nada por vergüenza.

-Hola chicos. - dice la profsora... Sophia. - Hoy vamos a practicar la sintaxis. -genial. Simplemente genial (notese el sarcasmo) - por favor, sacad vuestros libros y ...

Hubiera continuado hablando si alguien no hubiera entrado por la puerta.

-Perdona por llegar tarde Sophia.-dice Aaron.

Mierda. No podía ser otra persona.

-Bien, que no se vuelva a repetir. Siéntate en algun lugar y escucha mi explicación.

Busca con la mirada un sitio en el que sentarse, pero sus ojos chocan con los mios y se le dibuja una sonrisa mientras camina hacia mí. Cachisss.

Se sienta y coge sus cosas.

-¿Por qué no te has sentado en otro sitio? -le suelto friamente. Quiero dejarle claro que no quiero que ni se acerque a mi.

-No se. Me apetecía. -dice divertido.

¿Divertido? ¿En serio?

-Quería probar a sentarme contigo- continúa.

-Pues haber probado a sentarte con otro- digo con voz molesta y ojos fijados en el libro de lengua.

-No saques las zarpas gatita -dice aún con tono de diversión y soltando una leve risa.

Me giro y centro mis ojos en él.

-¿Cómo me has llamado?-le digo.

-Gatita-suelta como si nada.

- Ashley, Aron, ¿algún problema?-dice la profe. Todos se giran. -primer aviso chicos. Esto es importante. Caerá en el examen.

Asentimos.

¿Importante, la sintaxis? JA

-Vuélveme a llamar eso y te quedas sin dientes-dije asegurandome de que la profesora no nos mira. Se rie.

-Vale, gatita -dice esta vez en tono sensual.

Le echo una mirada de odio.

-Antes no eras así -dice.

-Si que lo era. Solo que no me conoces.

-Touché- se rie.

Se muerde el lavio. Dios pero que guapo que es con su... ¡Ash, paraa!

Después de unos segundos noto una mano subiendo por mi muslo, desde mi rodilla, rozandome cuidadosamente con los dedos. Rapidamente la cogo.

-Hazlo otra vez y mueres -digo enfadada.

Él gira mi muñeca de tal forma que acabamos al revés: él inmovilizando mi brazo.

-Sabes que lo quieres -dice guñandome un ojo.

Me suelto y me quedo perpleja por lo que ha dicho. Ann tenía razón. Y mucha.

-¡Se acabó! ¡Ashley y Aron! ¡Fuera de mi clase! ¡Ya!

-Pero...

-No hay peros que valgan.

Recogemos nuestras cosas y salimos.

-Estarás contento -le digo a Aaron enfadada.

-¿De perderme la clase de lengua? ¡Si!- dice coqueto.

PlayBoy, ¡deja de acosarme!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora