Vuelta a Hogwarts

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(Foto multimedia: Lily Evans)

*Narra Lily*

-¡¡JAMES CHARLUS POTTER!! -le grité sin poder contener mi autocontrol- VAMOS A PERDER EL ESTÚPIDO TREN POR TU MALDITA CULPA

-Peli, no me chilles. No encuentro mi champú -gritó desde el piso de arriba

-QUIERO LLEGAR A KING'S CROSS ANTES DE NAVIDAD, CIERVO RETRASADO -le gritó Sirius

Escuchamos un golpe sordo, seguido de unos cuantos pasos y el sonido de ruedas deslizarse por el suelo. Unos segundos después, le vimos descender las escaleras cansinamente, arrastrando su baúl de una manera bastante ruidosa tras de si. Bajaba los escalones de mala gana, hasta que llegó a la mitad de la escalera, que fué cuando empezó a hablar:

-Cuando mi pelo esté sucio...-bajó un escalón-...asqueroso... -bajó otro peldaño-... y grasiento...-llegó al penúltimo- ...como el de Quejicus...-llegó abajo-..,no quiero que nadie me replique, porque será vuestra culpa! ¿Entendido? -nos señaló con el dedo índice

-Oh Potter, ¡déjate de tonterías! ¡¡¡Son las 10:25!!! -le avisé mientras cojía mi baúl con la mano derecha- Si te lo hubieras preparado todo con tiempo, no tendrías este problema y no llegaríamos tarde. -y dicho esto, salía por la puerta principal dejando a Potter sin darle tiempo a poder decir nada más

Aveces, gritarle a James me dejaba mal sabor de boca, y esque no me gustaba chillarle, pero alguien tenia que decirle las cosas claras. Llevábamos 30 minutos esperando a que hiciera su baúl, ya que como siempre lo dejó para el final. Sirius no había vaciado el suyo desde su llegada, porque dijo era una tontería si en un mes lo tendría que volver a meter todo dentro, así que él no tuvo problemas.

Además, la señora Potter tenia trabajo pendiente en el ministerio, por lo que no podía acompañarnos a la estación de King's Cross, cosa que suponía un problema, porque James y Sirius nunca, y cuando digo nunca significa NUNCA JAMÁS han cogido un taxi. En cierta manera podría resultar divertido, pero no quiero hacer el ridículo por su culpa. Y esque un taxi era el único medio con el cual podríamos llegar a la estación. Aunque el problema principal era que pasaba 1 de cada 10 taxis cerca de la casa de Potter.

-Peli, ya estamos listos, ¿dónde se coge esa... esa alfombra voladora estraña?

-Por favor, Cornamenta, se llama "tachi"! Por Merlín que inculto eres -dijo Sirius hinchando su pecho con orgullo

-Sirius...es taxi, ¡no tachi! -le corregí impaciente, y añadí- Lo hemos de llamar.

-Está bien -dijo James- Tachi! Tachi! Ven precioso! Tachi! Tenemos comidita! Quien es un tachi bonito? Quien es un tachi bonito? Taaachiii!

-Potter!! No es ningún perro!-le espeté- Y es TAXI! No, tachi! Además, de que no se le avisa así.

-Entonces, ¿como? Si los muggles no usan lechuzas, no? -dijo un extrañado Sirius

-No, pero si teléfonos. -expliqué comenzando a caminar- Como me dejé mi móvil en casa, hay que ir a una cabina telefónica... -ellos pusieron cara de no entender, por lo que intenté describirlas- Son rojas, en forma de prisma rectangular, con cristales a los cuatro lados, y tienen una especie de medio circulo con numeritos dentro.

-Si! Creo haber visto unas por Londres... -dijo Sirius- Pero por aquí... no sé donde podrian estar.

-No puede haber ninguna muy lejos, pero tendrémos que darnos prisa si no queremos llegar tarde. -les respondí ladeando un poco la cabeza para que me pudieran oír correctamente, ya que yo iba unos metros delante de ellos

Estuvimos unos 10 minutos buscando una maldita cabina de teléfono, sin resultado. Íbamos a llegar tarde, y todo por culpa de una sola persona: James Potter. No encontrábamos ninguna y empezaba a desesperarme, la rabia se apoderó de mi y lo pagaba, dando patadas, a todo lo que se cruzaba en mi camino: a las piedras, las colillas, papeles, ramas pequeñas, hojas secas, alguna que otra paloma despistada...

Te amo, Lily EvansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora