Los pesados de Potter y Black

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*Narra Sirius*

¡Por fin se acabó la clase! No aguantaba más con Quejicus y su pelo grasiento. Aunque Anna estaba preciosa...lástima que estaba delante y solo le podia ver de espaldas.

Fuimos a la Sala Común, donde solo había unas pocas personas de segundo y tercer año. Sugerí sentarnos en los sillones que estaban cerca del fuego para estar tranquilos.

-Esto...Cornameta, Lunático. -apartaron la vista de los libros y los pergaminos y me miraron- Le voy a pedir una cita a mi Anna.

-TU Anna? -preguntó James

-Pues claro. Aunque no me soporte sigue siendo mi Anna. -dije riendo

-Vaya Canuto... ¿no eras un alma libre?-dijo James

-El verano pasado ya como que empezaba a sentir algo pero no lo quería reconocer. ¿Os acordáis cuando estábamos a mitad de curso y se besó con Maxwell? Pues ahí lo supe, ya que lo queria ver muerto. Fue en ese momento que sabía que sentía algo por Wood. Y ya llevo tiempo soltándole indirectas pero es difícil si le caigo mal quedarme a solas con ella.

-Vaya pues...que tengas suerte.

-Gracias Lunático. Bueno... ¿nos vas a explicar ya lo del tinte de pelo?

-¡Eso! -dijo Cornamenta

-No chicos, ¡dejadme en paz! Voy a la biblioteca...Nos vemos luego-y salió por el hueco del retrato

-Creo que no va a la biblioteca-dije

-Yo tampoco lo creo. Pero para eso creamos esto -dijo sacando un pergamino viejo

-Cierto Cornanenta-dije sonriendo- el problema esque aún hemos de pensar una frase para que se muestre. No podemos decir siempre "revela tus secretos".

-Ademas de que Quejicus nos pilló diciéndolo. -dijo James- Bueno ya la pensaremos. "Revela tus secretos" -dijo poniendo la varita en el pergamino.

Se fueron formando, con tinta que salía de la nada; pasillos, letras y simbolos.

-Mira, ¡aquí está! -dije señalando a la etiqueta con el nombre de "Remus Lupin"- ¡En el séptimo piso!

-Yo no lo veo

-¿Cómo? No puede ser. En serio, ¡estaba aquí hace un segundo! -dije

-Ay ay ay Canuto, parece que despues de todo, sí que tienes la vista de un perro -dijo él riendo

-Habló el ciego cuatro ojos -entonces dejó de reirse

-Que sepas que las chicas me encuentran muy sexy y sensual con las gafas.-dijo- En cambio a ti las gafas te quedarían tan bien como a Hagrid un vestido de novia.

En vez de defenderme, me imagine a Hagrid con el vestido y solté una carcajada tan fuerte que las personas que habian en la Sala Común se giraron a mirarme.

*Narra Anna*

Estaba en Runas Antiguas con Lily, ya que Marlene cursaba Estudios Muggles. La clase fue divertida: La profesora nos dijo que haríamos un concurso en parejas (yo evidentemente fui con Lils) que consistía en que ella nos diría adivinanzas y nosotros escribiríamos en runas la respuesta que creíamos que era. No quiero sonar sobrada, pero obviamente ganamos Lily y yo.

Salimos direccion a Encantamientos. A medio camino nos encontramos con Marls y empezamos a hablar animadamente. Entonces una voz nos interrumpió:

-¡Evans, Evans!

-¿Qué quieres, Potter?-dijo Lily

-Quiero hablar contigo...sobre lo que paso en el tren -James se acercaba más y más a Lily pero ella retrocedia.

Te amo, Lily EvansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora