Vámonos a Hosmeade, Peter!

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(Foto multimedia: Narcissa Black)

Maratón 2/4

*Narra Sirius*

-¡Eh, lunático! -le grité

Él pareció oírme, porque paro de caminar y se giró hacia a mí.

-¿Sí, Canuto? -me dijo con una sonrisa

-¿Cuándo hay entrenamiento de Quidditch? -pregunté alcanzándolo

-No lo sé.

-¿Y eso?

-Ya no estoy en el equipo.

-¿Cornamenta te echó? -digo sorprendido

-¡No, no, qué va! Me he ido yo, para centrarme mas en los EXTASIS.

-¿Y James te dejó irte?

-Al principio se negaba a aceptar mi dimisión, pero al final aceptó a regañadientes.

-Discutiría contigo sobre el tema, pero sé que es imposible hacerte entrar en razón.

-Veo que por fin lo entiendes -sonrié- Bueno, voy a la biblioteca, he quedado para estudiar con Lily

-¿Qué os pasa a los dos con la biblioteca?

Él se encogió de hombros, y siguió caminando por el pasillo con los libros en la mano, como de costumbre. Yo maldecí por dentro. ¿Qué haría ahora sin nadie con quien poder divertirme? Iría a buscar a Anna, pero seguramente me echaría, por lo que mejor voy a ver a James... ¡No! Él está castigado por hechizar a Flitwick... ¿Y si voy con Peter? No, él estará comiendo en las cocinas... ¡Eso es! Mejor me voy a las cocinas a comer un buen trozo de tarta con Peter y los elfos.

Solo de pensarlo ya se me hizo la boca agua. Pasteles... Bueno, en marcha.

***

La pera se transformó en un pomo, el cual cojí y empujé el cuadro para entrar a las cocinas.

Todo estaba como siempre: los elfos cocinando, cazuelas, ollas, comida cociéndose o asándose, platos, vasos, bandejas, Peter en el suelo... ¿¡Peter en el suelo?!

-¡Colagusano! -exclamé asustado

El cuerpo de Peter estaba en el suelo, inmóvil. Me acerqué mientras pensaba lo peor. Pero cuando me arrodillé a su lado, ví que respiraba. Suspiré aliviado. Estaba vivo, pero desmayado.

-Oh, Colagusano -negué con la cabeza- Un subidón de azúcar, seguro.

-¿Puedo ayudarle en algo, señor? -me preguntó una elfina con su voz aguda- ¡Oh, Merlín! ¿Qué le ha pasado al señorito? -añadió mirando a Peter con cara de horror

-Demasiados dulces -suspiré- ¿Podrías traerme un vaso de agua?

-Claro, amo -dijo, y chasqueó los dedos, y en su mano apareció un vaso lleno de agua cristalina- Aquí tiene.

-Gracias -sonreí- Enervate

-¿Eh? ¿¡Que!? -exclamó Peter despertándose

-Aix, Peter, Peter. Nunca sabes cuando parar de comer eh.

-Bueno, si pero... es que tenia hambre -intentó defenderse

-¡Bah, da igual! Nada que la magia no pueda arreglar, ¿verdad? -me dirigí a la elfina

-Cierto, amo -asintió frenéticamente con la cabeza- Tenga, señor.

Colagusano tomó el vaso que la elfina le tendía, y le dió un un gran sorbo. Luego volvió a darle el vaso y lo hizo desaparecer.

Te amo, Lily EvansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora