Aventura Inolvidable -Hogwarts Mystery.

capítulo 24- la montaña

Todos estábamos mirando a Penny, esperando su respuesta.

Ella sacudió su cabeza, como para sacar algún pensamiento que se le cruzó por la mente.

—No, no tienes que besarme, en mi mochila traje una posición sanadora. —dijo ella regalándome una sonrisa burlona. —Es lo que trataba de decir antes de que me interrumpieras.

Tengo que admitir, que sentí un alivio al escuchar eso.

Solté un suspiro de alivio.

—Tengo que admitir, que hubiese sido interesante ver algo así. —dijo Talbott.

—Prefiero no verlo. —aseguróBill.

Charlie se acercó a la mochila de Penny.

—¿Cuál de todas es? —lepregunto.

—El frasco verde. —dijo ella.

Charlie volvió con la poción en sus manos, y se la dio a Penny, ella se la tomó de un trago, haciendo una mueca de desagrado.

—Tardará unos minutos. —dijoparándose.

—Bien, hay que tapar eso. —Billseñalo su brazo herido.

Entonces se acercó a Charlie, tomando su camiseta a lo que este abrió los ojos sorprendido; después Bill termino de romper la camiseta rota de Charlie, tomando la tela

—¡Oye!¡Voy a terminar estando desnudo! — se quejó.

Todas las chicas soltamos una risita.

—No es algo que quiera ver. —aseguró Talbott.

Bill ignoró a su hermano y con el pedazo de tela le vendo el brazo a Penny.

—Gracias. —le dijo Penny a Bill.

—De nada. —respondió este.

—Bien, creo que debemos continuar. —la voz de Talbott nos hizo reaccionar.

Así que nos pusimos en pie, buscando nuestras respectivas cosas y preparándonos para continuar el camino; esta vez ya nadie sonrió, ni hizo chistes; solo caminamos en silencio, ya estábamos cerca de la montaña.

No sabía que era lo que tenían los demás en mente, porque no quería invadir su privacidad; pero yo revivia una y otra vez el ataque de hace unos momentos, recordando la sangre de Penny;no pude evitar pensar en mi madre, en Mauseh y en Seth.

Ellos de verdad podían morir, y yo parecía haberlo olvidado; Penny había estado en peligro ya dos veces, todos habían estado en peligro mortal varias veces… y si ellos murieran entonces sería mi culpa, de nuevo; como con ellos, como con mi madre, Mauseh y Seth.

Nunca debí permitir que Dumbledore dejara que ellos vinieran conmigo.

Después de caminar un rato, llegamos a los pies de la montaña.

—Bien, eso se ve muy alto. —comentó Barnaby, interrumpiendo mis pensamientos.

Y tenía razón, ni siquiera yo podía encontrar rastro de la cima, o una forma de subir a hasta arriba.