Aventura Inolvidable -Hogwarts Mystery.

capítulo 28- lluvia de estrellas.

Flashback

"Hoy era su cumpleaños número 23, crecía tan rápido; y yo misma le había regalado su primera varita; a pesar de que me sentía increíblemente feliz y cómoda con él, era algo extraño que él se viera más viejo que yo, cuando yo misma lo había visto crecer.

Le tenía un buen regalo esta vez.

Estaba sentada esperándolo, ya que él había salido temprano a comprar manzanas.

Al rato lo vi cruzar por la puerta, con su usual y gran sonrisa en la cara que le gustaba a todo el mundo; habían cambiado muchas cosas desde que lo encontré, cuando tenía tan solo 3 años; ahora su pelo era más largo, de un negro cobrizo profundo; sus ojos de un azul marino intenso y su tono de piel era bronceada; sin mencionar que se mantenía ejercitado cuando podía salir.

Mi chico sí que es guapo.

Él se acercó a mí y me planto un beso en la frente, mientras me abrazaba.

—Mamá, ¿Qué haces despierta? Sueles dormir hasta tarde. —medijo, dejando la bolsa de manzanas en la mesa.

—¿Que te he dicho de llamarme mamá? —replique riendo un poco —Eres más viejo que yo, Seth.

El río.

—Sabes que no es algo que se pueda cambiar; Sky… —dijo poniendo énfasis en mi nombre; mientras se sentaba a mi lado.

Lo abracé, sorprendiéndolo; él sabía que yo no era mucho de contacto físico.

—Feliz cumpleaños, muchacho mío. —le susurre en el oído, él me devolvió el abrazo. —Te tengo un regalo.

Inmediatamente imagine como su ceño se fruncía, se separó de mí, y efectivamente, lo estaba.

—Mamá... —entrecerré los ojos —…digo, Sky, no debiste...

—Cállate. —lo corté —Eres un buen chico, te mereces todos los regalos del mundo, así que no digas nada y acéptalo.

No espere a que dijera nada, me paré y busque en el mueble la bolsa con su regalo; cuando la encontré, me volví a él, y se la extendí; él tomo intrigado, con los labios apretados.

Vi como comenzaba a quitar la envoltura del paquete, una vez lo hubo sacado de la bolsa que lo guardaba; y antes de abrir la pequeña caja, suspiró mirándome a los ojos, y dedicándome una de sus hermosas sonrisas, yo asentí con la cabeza; y entonces la abrió, dirigiendo su mirada al contenido. Su boca se abrió y sus ojos se agrandaron de la sorpresa.

Contenía mis ganas de reír, no era mucha la frecuencia en que lo veía sorprendido.

—Pero ¡¿dónde la conseguiste?! ¡ES GENIAL! —exclamó mientras sostenía la cámara en sus manos, luego me miro, aun impactado —¡Esto cuesta muchos galeones, es de las nuevas!

—Seth, no preguntes y solo disfrútala. —dije, sonriendo como idiota, riendiendome a esas ganas que tenia de reír.