Aventura Inolvidable -Hogwarts Mystery.

Feliz navidad (extra)

Los sonidos de unos fuertes sollozos me despertaron por segunda vez en esta noche, lo cual era increíble teniendo en cuenta que yo tenía el sueño extremadamente pesado; pero ¿de dónde saca tanta energía para llorar tanto? Busqué con la mirada alguna vela en mi habitación, encontrando una en un pequeño estante.

Me levanté con pesadez de la cama, sacando de mis bolsillos un pequeño mechero, aproximé mis manos a la vela y con ayuda de el mechero la encendí, suspiré y me di la vuelta para salir.

Seis meses, habían pasado seis meses desde que tomé la decisión de quedarme con el niño, pero conforme fue pasando el tiempo comencé a cuestionarme en sí hice lo correcto, yo no sé cuidarme a mí misma, mucho menos a un pequeño niño.

Aproxime mis pasos por el pasillo de la pequeña casa de madera, con cada paso que daba la madera crujía bajo mis pies.

Entré a la pequeña habitación que le había decorado a Seth, supuse que un niño necesitaba su propio espacio, pero al parecer me equivocaba porque él lloraba constantemente, sobre todo cuando dormía sólo, y no sé que estoy haciendo mal, ¿Será que le tengo que conseguir otro tipo de cama? ¿Una cuna talvez?

Me acerqué con la vela en mis manos a su cama, me prepara para preguntarle que sucedía, pero lo que vi me sorprendió un poco más, él sí estaba sollozando, pero estaba dormido... casi siempre lo encontraba llorando hecho bolita y despierto, pero esta vez estaba dormido…

— ¡No te vayas! —gritó esta vez, moviéndose bruscamente.

Eso fue suficiente para sacarme de mi sorpresa; me senté a la orilla de su cama, dejando la vela en la pequeña mesita a su lado.

Seth hacía unos movimientos bruscos, tanto así que desarreglo toda su cama. Puse mi mano en su brazo, lo sacudí lo menos brusco que pude.

—¡Seth...! —¿por qué me pasan estas cosas a mí? —Despierta, tranquilo... aquí estoy. —dije, sacudiéndolo un poco más.

Él abrió los ojos, y me miró, extendió su labio inferior más de la cuenta, sus ojos comenzaron a verse más brillantes a la luz de la vela.

Oh, oh...

Seth dio un fuerte respiro, y soltó un gran grito, comenzando a llorar, entonces lo abrace, él me correspondió de inmediato ocultando su cara contra mi cuello, me sujeto como si temiera que fuera a desaparecer.

— ¡Me persiguió! ¡Me persiguió mamá!

—Tranquilo, aquí estoy. —dije acariciando su pelo.

El niño se calmó un poco... Menos mal.

—Sky… tú… t-tú… —se interrumpió un momento, tratando de calmar sus hipidos, y luego me miro, con los ojos verdes aun surcados en lágrimas —T-tu no me vas a dejar solo, ¿verdad? —dijo el de repente, en forma de susurró en mi cuello.

Me quede inmóvil.

Él no lloraba porque no le gustara la habitación, lloraba porque no quería estar solo.

Fruncí mi ceño, dándole una mirada reprobatoria.

—¿Por eso estas llorando? ¿crees que te dejare solo?