SAGA KING 3

CAPÍTULO 37

BUEN ENCUENTRO

Dallas caminó por el pasillo saludando a cada empleado que se topó. Intentaba parecer despreocupado ante todo el caos que se había formado en torno a su bella Tatiana y a él. Y esperaba que siguiera así y la maldita prensa no fuera tras el marido de Tatiana o de su hijo.

Era la razón por la que esa mañana estaba en la recién ocupadas oficinas de la agrupación. Tenía que ver a Roger y pedirle un gran favor, él se había convertido en un experto en arreglar grandes problemas. Tocó la puerta y antes de que su primo dijera algo entró deteniéndose en el umbral mirando a su primo y le dedicó una sonrisa antes de pasar a la oficina y cerrar la puerta.

- ¡Esos hijos de puta están presionando demasiado! - exclamó dejándose caer en una de las sillas que estaban frente al escritorio -. Temo que vayan a descubrir más de lo que hasta ahora tienen. Pero en eso tú puedes ayudarme.

- ¡Oh Dallas! - sonrió burlón Roger -. Saluda a Kaleb. Todo este asunto te tiene muy distraído.

Dallas miró a un lado y miró sorprendido a su hermano pequeño. Nunca imaginó que el pequeño Kaleb saliera del rancho en donde se la pasaba cada uno de los días del año. Se levantó de inmediato tomando a su hermanito del brazo para levantarle y darle un gran abrazo.

Kaleb quedó inmóvil por unos segundos y al recuperarse del efusivo abrazo golpeó con firmeza la espalda de su hermano devolviendo el gesto. Dallas se apartó un poco para posar sus ojos tan idénticos a los suyos observando a su hermano pequeño. Dió cuenta de la ropa sencilla y de buena calidad que portaba. No demostraba venir desde el rancho en Texas. Le brindó una gran sonrisa de bienvenida.

- Nunca imaginé encontrarte en otro lugar que no fuera el rancho de papá - comentó entre emocionado y sorprendido -. Siempre pensé que no habría poder humano que lograra sacarte de ahí. Imaginó que debe ser algo muy importante para que estés por aquí.

- En ocasiones también puedo salir a conocer un poco el mundo - respondió levantando los hombros -. Y creo que ahora es buen momento.

- Me alegra, ya va siendo hora de que hables con alguien más que vacas - dijo burlón.

- Las vacas no hablan...

- Bueno - interrumpió Roger levantándose mirando a sus primos -. En estos momentos no estoy de humor para sus tonterías. Los conozco muy bien y nunca vamos a terminar con todo o al menos yo no voy a terminar y créanme que está semana ha sido muy pesada.

- Bueno, si es tan pesada como la mía...

- Hay algo de eso - gruñó Roger recargando sus manos en la superficie del escritorio -. ¿Ya has averiguado quien tomó las fotos y el vídeo?

- Antes tuve que hacer tras cosas - respondió Dallas arrojándose nuevamente a la silla -. Tatiana no sabía nada de lo que está pasando.

- ¡Pobre mujer! Acaba de llegar a la ciudad con un nuevo empleo y ya está en la mira de la prensa y los paparazzis. Un alud que cayó sobre ella a toneladas.

- Nunca quise que pasara todo esto y mucho menos a ella - suspiró -, después de todo ya no somos sólo ella y yo, está Max.

- ¿Quién es Max?

Roger miró a Dallas curioso.

- Mi hijo -. Respondió.

Kaleb se movió un poco incómodo ante la charla que se estaba manteniendo entre Roger y Dallas; él realmente no tenía que estar ahí escuchando sobre algo que no era de su incumbencia. Quizá debería salir de ahí y dejar que hablaran con más confianza. Obligó a sus pies a ir hacia la puerta.