DESPRENDIMIENTO
El dolor fue insoportable. Estaba quemando su interior, apenas le permitió quejarse. Algo gutural que él no podía llamar quejido. El rifle cayó a sus pies mientras su cuerpo se balanceaba mirando al hombre que lo miraba con los mismos ojos. Abiertos de la sorpresa con un círculo azul profundo. De pronto sintió que estaba viéndose en un espejo. Incrédulo ante la situación, sin poder asimilar lo que estaba sucediendo.
En algún momento desapareció su reflejo en un sonido seco y cerró los ojos sintiendo como la fuerza se iba derramando de su cuerpo.
Se balanceó tropezándose con sus pies descalzos. Maldijo en voz baja hasta dejarse caer en la orilla de la cama. En ese momento sintió sus manos húmedas por un líquido pegajoso que emanaba desde su costado derecho. Jadeó y buscó un poco de aire para sus pulmones.
¡Maldición! Gruñó dolorido. ¡Tenía que salir de ahí! ¿Dónde demonios estaba su tío? Miró por la habitación en su búsqueda. Quizá salió huyendo herido como él lo estaba. ¡Joder! Podría estar yendo hasta la casa en busca de Clarissa y llevársela. Gruñó una y otra vez mientras se movía en busca de su ropa.
No podía volver a casa desnudo, no le gustaría a su madre.
Rió apenas un segundo antes de que una mueca de dolor recorriera su cuerpo. Se levantó sintiendo como sus piernas temblaban. Apenas logró dar un par de pasos. Su cuerpo Sudaba y su cerebro le mostraba a su visión imágenes dobles que daban vuelta por todo el lugar como burlándose de él.
Jadeo una vez más. Un par de lágrimas cayeron de sus ojos hinchados. En ese momento sintió su rostro tieso e hinchado.
-¡Soy un jodido desastre!
Tropezó con algo tirado en el suelo y su cuerpo cayó como un saco de patatas.
Estaba aterrado, todo está vueltas a su alrededor y se volvió negro y se lo tragó sin que pudiera hacer nada por evitarlo.
*
Él rancho parecía ser el centro de actividad de un campamento de emergencia. Los empleados iban y venían de la cabaña de caza. Los sirvientes de la casa se movían inquietos mientras esperaban a los dueños de 4K1Q bajaran y les dieran instrucciones acerca de lo que iban a hablar acerca los próximos días.
Los rumores decían que habían encontrado a el joven Kaleb herido en la cabaña de caza por culpa de Clarissa Jameson. Ella era la culpable, ella que se había metido en el rancho fingiendo ser una víctima del hermano de Frank King. La vieron en aquella fiesta muy contenta y enamorada y de pronto llegaba a el rancho toda golpeada y huyendo de su amante.
Ahora ya nadie estaba seguro de que hubiese llegado a el rancho sin ningún plan que llevar a cabo. Ella era la causante de que le hubiesen disparado a Kaleb King.
La policía no tardó en llegar. Interrogó a todos los que estuvieron en la escena del crimen y a la principal sospechosa que dejaron tranquila después de una hora de preguntas. Clarissa Jameson salió del estudio pálida y llorosa.
No era fácil creer en la joven. Si ella hubiese dejado a el hijo menor de Frank King en paz nada hubiese pasado. Se encargó de coquetear con él hasta que cayó enamorándose de ella.
¡Pobre joven King!
*
Clarissa lloraba tendida en la cama. Estaba enredada en la culpa y el dolor de saber que Kal estaba herido y que nadie le decía nada. Las últimas horas fueron terribles para ella, todos la miraban culpándole de todo lo que estaba pasando. Incluso la ira de Abigail fue terrible como para culparla de intento de homicidio.
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SAGA KING 3
DiversosTercera y última parte de la saga de los King. Sucesos inesperados que vuelven en un caos el entorno de la adinerada familia. Sorpresas y el amor que espera triunfar al final.