VERDADES COMPLETAS
¡El maldito avión se había demorado en aterrizar, volaron en círculos por un rato antes de que pudieran por fin aterrizar! ¡El aeropuerto era un caos y los malditos taxis estaban escasos! Cuando al fin logró encontrar uno, éste parecía una maldita tortuga. Estaba cansado, harto, lo único que deseaba era llegar y caerse en la cama desconectado del mundo exterior.
Sin embargo algo le detuvo en el umbral de la puerta. Una mujer alta, con el cabello rubio corto rizado, admiró por unos instantes el largo cuello como un elegante cisne y el esbelto cuerpo cubierto con un largo vestido azul marino. Su porte era elegante sentada en uno de los bancos en la isla de la cocina.
Aquella vista era un buen presente de bienvenida.
- ¡Vaya! Nunca imaginé que me encontraría a ricitos de oro en mi cabaña - una voz muy conocida la hizo sobresaltar -. Espero no me hayas dejado sin comida o destrozado mi sillón favorito...
Ella se giró sobresaltada. Unos inolvidables ojos grises se abrieron por la sorpresa. El tiempo se detuvo mientras recuerdos de la mujer que amaría por toda su vida inundaban su cabeza.
Su nombre se atoró en sus labios. La bolsa de viaje cayó de sus manos y sintió que él mismo caía junto con ella.
¡Clarissa!
¿Sería acaso un espejismo? ¿La desesperación de poder saber de ella y encontrarla? ¡Demonios, estaba tan cansado!
Pasó una mano por la cara agotado y entró moviendo la cabeza deteniéndose a una distancia prudente.
- ¿Clarissa?
- Kaleb...
- ¿Qué... ¿Cómo es qué...
- Panther - respondió mientras se levantaba del banco -, él me ayudó a venir hasta aquí. Sé que es una osadía haber venido sin decir nada, pero, bueno, quería que fuera una sorpresa. Pero si quieres que me vaya tendrás que dejarme llamar a Panther para que...
- Detente - levantó una mano -. ¡Dios! Esto me parece algo imposible. Qué estes aquí y yo, yo no...
- También estoy nerviosa - rió ella pasando una mano por los rizos acomodándoles tras la oreja -, no estaba segura de cómo reaccionarías. Aún así tenía que verte.
- ¿Alguna razón? - inquirió levantando una ceja irónico.
- Quería saber si estabas bien - respondió lamiendo los labios nerviosa -. Que lo que pasó no haya tenido alguna repercusión en tu vida.
- Es muy tarde para eso, ¿No crees?
Clarissa levantó los hombros y evadió su mirada.
- Necesitaba tiempo. Mi cabeza no estaba en su lugar.
- Te lo tomaste muy en serio - se recargó en la orilla de la barra y cruzó los brazos -. Pasaron muchos años.
- Lo sé - asintió -, no encontré el momento.
Kaleb bajó la cabeza dejando que un mechón cubriera sus ojos. Miró sus botas sencillas de un estilo obrero incapaz de seguir mirando a la hermosa mujer muy diferente a la que alguna vez conoció. Era, ella era tan distinta. Cómo un sencillo botón que ocultaba la verdadera flor dentro y ahora había florecido.
De pronto todos los sentimientos que había mantenido ocultos surgieron manteniéndole inmóvil sin saber que hacer. Nervioso caminó hasta la ventana de la cocina tomando en su camino un vaso que ansioso llenó en el grifo. Miró el chorro de agua caer al interior llenandose demasiado rápido. Sus manos se mojaron y aquello le hizo cerrar la llave. Tomó el líquido como si estuviera muerto de sed.
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SAGA KING 3
SonstigesTercera y última parte de la saga de los King. Sucesos inesperados que vuelven en un caos el entorno de la adinerada familia. Sorpresas y el amor que espera triunfar al final.