Capítulo 9

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Víctor empezaba a rendirse. Cuando se enteraban de su trayectoria, le decían amablemente que buscaban otro perfil. Rechazo tras rechazo, se iba haciendo a la idea de que las expectativas que él tenía se estaban rompiendo. Se cuestionaba una y otra vez cómo iba a cambiar de tipo de vida, cómo iba a ser legal y trabajar, si nadie le daba la oportunidad. Pero cada vez que sus ánimos fallaban, Lara salía a su rescate. Ella se negaba a aceptarlo y no le permitiría hacerlo a él.

Por su parte, Lara tenía discusiones constantes con Silvia desde que le había contado su relación con Víctor y no lo había aceptado. Le daba miedo que su amiga estuviera saliendo con un ex convicto. Ni siquiera le dio una oportunidad el día que Lara le propuso presentárselo. Así que evitaba hablar de ese tema para salvaguardar su amistad. Le ayudaría si fuera necesario, le cubriría cuando ella quisiera verlo, pero remarcó que no apoyaría esa relación y que no mentiría acerca de sus pensamientos hacia él. A Lara le bastó, por el momento. Sabía que tarde o temprano su amiga cedería.

Un día, sin que Víctor lo esperara, escuchó el teléfono sonar. Cuando descolgó, se quedó petrificado al enterarse de que le ofrecían trabajo en un taller de coches. Sin dudarlo aceptó y concretaron la entrevista para el día siguiente. Llamó inmediatamente a Lara para comunicarle la noticia y quedaron con ir a cenar juntos. Lara le ayudaría a calmarse, porque estaba nervioso. Era la primera vez que le llamaban y no podía perder esa oportunidad. A pesar de que su novia parecía muy convencida de su potencial, a él le costaba bastante más confiar en sí mismo.

Durante toda la cena, hablaron sobre la entrevista del día siguiente. Lara intentó prepararle para todo lo que pudiera venirle. Era mejor ir preparado. Víctor sabía que tenía que esforzarse en demostrar que podían confiar en él. No iba a ser fácil, pero estaba esperanzado en poder conseguir ese trabajo. Así que se presentó allí con su mejor sonrisa, vestido de la manera más correcta que pudo e intentó sonar educado y amable. El jefe le hizo desprenderse de tanta parafernalia pronto. Quería ser más directo, sin tanta mentira. Fue en ese momento en el que se convenció de que quería darle una oportunidad al chico. Le preguntó por qué quería ese trabajo y creyó que la respuesta que le dio era sincera. Notó una pizca de desconfianza en sí mismo.

Los recuerdos de una vida pasada acechaban al jefe. Rememoró los esfuerzos que hizo para llegar dónde estaba y lo difícil que le había resultado. Vio en el chico a su antiguo yo. Y tomó la decisión de intentar ayudarle, así que le dio el trabajo, advirtiéndole que estaba bajo un período de prueba en el que tendría que demostrar lo que era capaz de ofrecer a la empresa.

Víctor aceptó de buen grado todas y cada una de las condiciones que le ofrecieron. Estaba más que contento con que le hubieran aceptado y estaba preparado para darlo todo. Cuando salió de la entrevista, Lara le esperaba en la puerta. Se había saltado las clases para apoyarle en esa situación, cosa que agradecía enormemente. Ahora podía darle la noticia en persona. Ella le abrazó con fuerza y le prometió que todo iría bien y que lo haría genial. Necesitaba creérselo y Lara siempre estaba ahí para decirle las cosas en el mejor momento.

Su madre quiso confiar en que su hijo saldría adelante. Quería creer con todas sus fuerzas que era capaz de hacerlo. Pero seguía viendo las salidas que hacía Víctor y no era tan ingenua como para pensar que había cambiado. Él nunca le decía dónde iba ni qué hacía ni con quién estaba. Pero, cuando llegaba por la noche, muchas veces ella estaba ya durmiendo. Tenía la sospecha de que seguía en el mundo de las drogas y sabía que eso le jugaría otra mala pasada. Como siempre. La ilegalidad nunca trae nada bueno, lo había aprendido hacía tiempo. Además, no confiaba en la nueva novia que tenía. ¿Quién se juntaría con un ex convicto así como así? No había descubierto qué quería de él ni qué interés podía causarle, pero estaba convencida de que escondía algo. Solamente necesitaba tiempo para descubrirlo y esperaba que no fuera demasiado tarde.

El día que la burbuja se rompióWhere stories live. Discover now