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Lunes 5:00 am, a esa hora una persona normal estaría dormida, acurrucándose más entre sus cobijas y almohadas, tratando de huir de aquel incesante sonido del despertador a un lado, ignorando los rayos de luz que cruzan por su ventana y dan directo en su cara, pero para Zoro es imposible, desde hace meses que se despierta a las 4 de la mañana, ¿Qué puedes hacer a esa hora? Todo está cerrado a excepción de las tiendas de 24Hrs, las calles están vacías y los coches son casi nulos, el frió y la oscuridad crean el paisaje perfecto para ser víctima de las miles de situaciones peligrosas que se te puedan ocurrir, es por eso que Zoro permanece en su casa, más precisamente en el patio trasero, sumergido en el agua.

De alguna forma se sentía en calma, el color azul de la piscina en contraste con el agua era parecido al color de sus ojos, solo por eso acudía a aquel espacio, a pesar de hacer frió afuera y el agua estar casi congelada, él lo sentía como si fuese caliente, la temperatura perfecta a la hora correcta en el momento adecuado así era para Zoro.

Cada que abría sus ojos lo podía ver*, ya sea riendo, sonriendo, incluso enojado, triste, molesto, podría apreciar cada una de sus facetas con solo estar sumergido en el agua, podía decirle lo que sentía, decirle lo mucho que le encanta, decirle que le gusta su TODO de él, podía sentirlo cerca de nuevo emanando esa sensación de estar en casa, o mejor dicho de haber llegado a aquel lugar que llamas HOGAR, podía ver como su cabello era movido por los movimientos que él mismo llevaba a cabo, pero solo eso podía hacer, observarlo de lejos y apreciar su belleza en la lejanía porque cuando se acercara, cuando estirara su brazo para tocarlo, su imagen sería distorsionada hasta el punto de desaparecer.

¿Alguna vez has llevado a cabo una acción que acaba mal?  Bien, pues eso mismo hacia Zoro, una y otra vez, después de concentrarse para volver a tener su imagen frente a él intentaba tocarlo, alcanzarlo y poder tenerlo en sus brazos, pero el resultado nunca cambiaba, siempre era lo mismo y aun así, él no lograba entender porque no sucedía un cambio, porque un día aquella imagen no desaparecería y a quien tuviese en sus manos fuese a él.

- Joven Roronoa - Pudo escuchar debajo del agua, pero aun así no subió a la superficie, se mantuvo ahí, con los ojos cerrados - Joven Roronoa - Lo volvieron a llamar - Son las 5:30 am, la señorita Robin está esperándolo en la sala.

El joven mozo se alejó de él, había cumplido con su tarea no tenía nada más que hacer en ese lugar, pocos minutos después Zoro salió, el agua aun corría por su bronceada piel y el frió pego en seco contra él, imitando el movimiento de un pequeño cachorro después de un baño, se sacudió el agua que aún permanecía en su cuerpo dejando solamente su cabello verde con gotas de agua, tomo la toalla encima de una de las sillas reclinables, tal vez aquel chico la trajo consigo porque realmente no recuerda haber venido con una, la coloco alrededor de su cintura logrando sujetarlo con un improvisado nudo, camino de vuelta a su gran casa con la intención de darse un buen baño y ponerse aquella ropa, tardaría menos de 3 minutos llegar a su habitación al menos para una persona normal cuyas habitaciones no se movían de lugar.

- Se nos hace tarde Zoro-san - Comunico aquella chica de traje negro con camisa morada, esta vez portaba un par de gafas y el cabello recogido dejando un par de mechones sueltos - El auto nos espera - Volvió a indicar tomando su portafolio.

- Aun no he desayunado - Se excusó esta vez Zoro, tardarse más de media hora en encontrar su recamara dio por eliminado cualquier tiempo para un pequeño desayuno.

- Tranquilo, le he pedido el desayuno en la oficina - Le mostró un pequeño termo en sus manos - Su café lo tengo aquí mismo, es hora de irnos.

Robin era su mejor amiga desde hace ¿6 años?, aunque ahora mismo se ha convertido en una mamá para él, con el tiempo, las situaciones y los escenarios han ido modificando su relación, se comportan como Mama-Hijo por las mañanas cuando a Zoro se le ocurre perderse en su propia casa y por ende perdiendo la comida más importante de todo el día, se convierten en Empleado-Jefe a la hora de llegar a las 6:30 am a su empresa NEW WORLD - Empresa encargada en la construcción de sueños -, a la hora de comer e incluso en un pequeño descanso los puedes ver como Mejores Amigos platicando de cosas triviales, riendo por cualquier tontería, compartiendo secretos y pequeños chismes de oficina, pero cuando nadie más los ve, cuando están solos por primera vez en todo el día, su relación pasa a ser de Hermanos, ambos están para el otro, son su pañuelo de lágrimas, el hombro en que te puedes recargar después de desahogarte, su propio baúl de secretos.

TENIAS QUE SER TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora