El calor de un abrazo.

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Un mes después...

El invierno llegó, una época fría donde un abrazo es suficiente para sentirse cálido y amado pero el único capaz de lograr hacerle sentir eso sigue desaparecido.

No quería rendirse, no quería tirar su amor y no quería olvidar el rostro del cual se enamoró.

Estaba en la oficina, debía hacer su trabajo y de cierto modo lo distraía alejándolo de su soledad por al menos un rato.

―Inuyasha. ―Susurró a la nada. ―Ya han pasado cuatro meses desde que te fuiste.

Dolía recordar su vida, había perdido lo más amado pero estaba seguro que lo recuperaría, esta vez no bajaría la mirada, esta vez iba a encarar a la vida y luchar por lo que se le fue arrebatado.

Unas cuantas firmas más y finalmente terminó, tomó su portafolio y salió directo al orfanato.

Mientras miraba el entorno pasar por la ventana del taxi en el que viajaba no pudo evitar pensar en esa sonrisa orgullosa que tanto amaba, esa altanería ni ese egocentrismo podían salir de su mente. Esperaba verlo nuevamente.

Llegó, pagó el servicio y fue directo a la oficina de la directora. Ahí se encontró a sus padres y a Koga.

Seguramente su madre había ido a cuidar de los bebés y su padre le había acompañado. En cuanto a Koga... Seguramente el moreno estaba escapando del papeleo.

―Hijo, ¿que tal tu día?.

―Muy bien, madre.

La vio sonreír ampliamente, hacia unas semanas les había empezado a decir como lo que eran, sus padres.

―Mi muchacho es todo un empresario. Espero ansioso verte dirigir Taisho Asakura Corp. con el mismo entusiasmo con el que manejas Fushiko Inc. ―Comentó orgulloso el patriarca Taisho.

―Aun falta para que tome su descanso de la empresa, padre. Pero le aseguro que daré lo mejor de mí. ―Aseguró.

―Y pensar que Fluffy odiaba hablar con las personas, ahora es capaz de entablar conversaciones con magnates poderosos.

Todos rieron ante el comentario.

―Oye lobo, ¿no deberías estar trabajando? La junta sera pronto.

Vio a su hermano tensarse y sonrió con algo de burla.

Todos empezaron a hablar de la empresa y demás temas sin importancia.

―Oye hijo, ¿como te sientes?. ―Preguntó la mujer albina.

Todos guardaron silencio ante las palabras, sabían lo que significaban.

―Tengo frío. ―Contestó con cierto dolor.

Todos vieron como se abrazó a sí mismo. Ese frío sólo se le quitaría con un abrazo, un abrazo de su amado Inuyasha.

Koga fue el único que no entendió a lo que el albino se refería. Empezó a creer que estaba loco pues, la calefacción estaba encendida y él traía ropa invernal puesta. Era ilógico que tuviese frío.

―Pero si estás incluso más abrigado que nosotros.

―No me refiero a ese frío, idiota. ―Le aclaró. ―Me refiero a ese frío que sientes cuando tu persona especial se va de tu lado. Los lugares fríos sirven para abrazar a tu pareja y compartir el calor.

Pasaron unos minutos, Koga platicaba con los Taisho y él reflexionaba sobre sus palabras, un grato recuerdo se hizo presente.

"De preferencia iríamos a un lugar frío porque son favoritos ya que puedes abrazar a tu ser amado."

Tú eres mi felicidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora