Tiempo después.
Todo iba normal, en el orfanato los niños pequeños iban y venían, los hermanos seguían sobre protegiendo a los menores y la relación entre Inuyasha y Sesshomaru iba mejorando.
Sesshomaru empezaba a acostumbrarse a las insinuaciones y comentarios sugestivos de Inuyasha pero aun se quejaba por mera costumbre.
En la mansión Fushiko, estaba reunida la familia completa pues habían mandado llamar a su heredero para hablar seriamente con él mientras cenaban.
-Querido, me has impresionado con tu desempeño en la empresa y solía pensar que derrocharías el capital llevándola a la quiebra. Me alegra pensar que las palabras de tu padre te hicieran cambiar. -Argumentó la madre con una sonrisa.
Inuyasha sonrió con dolor, su padre usó todo menos las palabras para enmendarlo. Hubiera preferido hablar que todo lo que ese hombre pidió que le hicieran. Le dedicó una mirada, este lo miraba con severidad, significaba que si hablaba de más le iba a pesar.
-Sí, madre. Gracias a mi padre y sus palabras me di cuenta que estaba mal y debía volver de nuevo al buen camino y dejar de denigrar el apellido. -Mintió. No quería más problemas con el mayor de los Fushiko.
-Izayoi querida, sabes que Inuyasha nació para ser el mejor y no sólo por llevar la sangre Fushiko en las venas. Prueba de ello es que fue elegido como el heredero de Inu no Taisho. -Comentó orgulloso.
-Tienes razón, Takemaru. Nuestro hijo nació para ser el mejor.
Inuyasha veía a sus padres conversar sobre su futuro. A veces solía pensar en que si el "heredero asesinado" -como lo habían apodado los demás herederos- no hubiese muerto probablemente sería mucho mejor que él. Tal vez y sólo tal vez pudiesen haber sido amigos.
-Inuyasha, ¿cuando conseguirás pareja? Estas por cumplir veintidós y aun no has escogido. Entre nuestras amistadas hay buenas candidatas. Conozco a varios socios que estarían complacidos en presentar a sus hijas para unir nuestras familias, sin mencionar que atraerías a todas con tu mero físico. -Habló el mayor.
Podría jurar que ese hombre era el único que lo intimidaba y después de repasar sus palabras se tensó, ya tenía pareja pero le había prohibido divulgarlo. Tampoco quería buscar una prometida, ninguna era Sesshomaru así que no le interesaba. Pero... La mirada que en mayor le dedicaba lo intimidaba mucho, siempre supo que su padre quería dinero, mucho dinero.
-Lo sé, padre. Pensaré bien todo para no equivocarme. Aun soy joven y, aunque no vuelva a ser lo que era quisiera disfrutar un poco más.
La mirada de reproche del mayor lo hizo tragar duro. Después de lo que paso con su padre dudaba que su relación se restaurara. Nunca lo perdonaría por lo que hizo pero vivía en un ostentoso mundo donde las falsa sonrisas y pantallas reinaban y por eso mismo tenía que fingir.
-Espero que sea pronto, Inuyasha.
-Takemaru, no lo presiones. Sabes como es de terco nuestro hijo pero gracias a ti él cumplirá.
-Madre, si supieras lo que ese hombre pidió que me hicieran... ¿Lo aceptarías o lo rechazarías?.- pensó con dolor recordando lo ocurrido.
-Es verdad, padre. Cuando tenga pareja se los diré sin falta, lo juro.
-Eso esperamos, Inuyasha.
Al terminar salió de ese lugar, no aguantaba estar más ahí. Ese lugar le traía malos recuerdos y ahí había sido donde doblegaron su orgullo, vencieron su fuerza y pisotearon su espíritu, ahí había sido donde el antiguo Inuyasha murió.
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Tú eres mi felicidad.
Fanfiction(InuSessh fanfic.) Cuenta la vida de un huérfano que es excluido por su aspecto y rechazado por sus compañeros del orfanato. Por azares del destino conoce a un joven, con él se da cuenta que la vida no es tan gris como tanto estaba acostumbrado. A...