Permisos y... ¿un rival de amor?.

234 31 18
                                    

Al día siguiente se percató de que las mujeres que anteriormente lo habían insultado ya no estaban. Sabía que el azabache tenía algo que ver.

Terminó por marcharse hacia la oficina del mismo, aún faltaban documentos por revisar y firmar, todo debía estar preparado para que el heredero partiera a Sapporo para entregarlos al presidente de Taisho Asakura.

No sabía por cuanto tiempo se iría y estaba seguro que le extrañaría mucho pero trabajo era trabajo.

Llegó a la oficina donde el azabache ya tomaba su habitual taza de café para mantenerse concentrado en el trabajo.

—Buenos días, Sessh.

—Buenos días Inuyasha. —Saludó y procedió a sentarse frente al escritorio para empezar a hacer su trabajo.

Inuyasha vio al albino sentarse y le molestó. Carraspeo levemente para llamar su atención. El albino alzo la mirada y vio al azabache apuntar su mejilla.

—No me diste mi beso, no puedo comenzar mi día sin él. —Sin poderlo evitar sonrió, su azabache tendía a ser algo infantil en algunos casos.

—Eres algo infantil, ¿sabías?.

—Lo sé, y sé que así me quieres. —El azabache obtuvo su tan anhelado y esperado beso, y empezaron con el papeleo.

Su padre no le perdonaría si llegaba a faltar a esa reunión ni siquiera el presidente de Taisho Asakura que lo trataba como un hijo ya que había perdido al suyo cuando este nació. Ese hombre y su esposa lo trataban como a un hijo y por eso mismo sería su heredero.

Ya pasado el medio día el azabache recordó algo.

—Sesshomaru, haré una llamada y quisiera hacerla en privado.

Le pareció extraño que le pidiera que se retirada ya que siempre le permitía quedarse con él aún si hablara de negocios con los socios de la empresa. No le tomó importancia y se retiró.

Inuyasha al verlo irse tomó su teléfono y buscó el contacto que necesitaba "Orfanato Shikon", necesitaba hablar inmediatamente.

Al contestar escuchó una voz femenina pero no era a quien quería escuchar.

—Hola buenos días, soy Sango. ¿Cual es su asunto?.

—Buenos días, soy Inuyasha y quisiera hablar con Kagome.

Enseguida.

Después de unos segundos escuchó a la adolescente.

—¿Le hiciste algo a mi hermano?.

—Claro que no, necesito que me respondas algo.

—Bien, ¿que quieres?.

—¿Cuanta posibilidad hay de que Sesshomaru pueda acompañarme a Sapporo sin que Koga quiera matarme y Bankotsu quiera castrarme? Es una pregunta seria.

Escucho las risas tras la bocina, quería llevar a su novio con él pero sabía que aunque fuese un adulto era tratado como un niño por sus hermanos mayores y Koga.

—Eso depende... ¿Iran solos?.

—Sí, aunque sólo durante el vuelo ya que iremos a una reunión de inversionistas en una de las villas de unos socios.

—¿Prometes mantener tus manos quietas?.

—Sí.

—¿Prometes cuidar de Sessh?.

—Sí.

—¿Ya son pareja?.

—Sí... Digo... ¡No!.

Tú eres mi felicidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora