Felicidades, has llegado al final de la historia y espero que te guste este final.
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Sesshomaru entró a su habitación, Miroku no se encontraba y así era mejor, necesitaba pensar a solas. No quería seguir viviendo así pero tampoco quería arruinar todo. Ahora era un heredero y debía actuar como tal, aun si no lo quisiera.
Al llegar la noche, se encontraba en su habitación con Miroku. Ambos hablaban respecto a su vida.
—Miroku, ¿crees que soy un desconsiderado al sentirme sofocado con el trabajo?.
—No lo eres, hermano. Es solo que no estás tan acostumbrado a hacerlo, durante este tiempo has sabido llevar con bien Fushiko Inc. Es justo que te hayas cansado, nunca has experimentado tanta presión.
—Supongo que tienes razón.
—Y cambiando de tema, ¿Qué tal te fue en esa visita misteriosa?.
—No fue una visita misteriosa, Inuyasha fue a visitar a su padre. Hablaron y según vi, no se van a perdonar nunca. —Suspiró. —No es bueno que Inuyasha cargue rencores sobre sí pero no puedo hacer nada, ese no es mi asunto.
—Al menos lo encaró, tal vez algún día dejen su orgullo de lado y entiendan que son familia. —Sin poderlo evitar, ambos rieron. —Bueno, no deberíamos reírnos de esto.
—Es más fácil que se caiga el cielo a que Inuyasha deje de lado su orgullo.
Después de un rato, se dirigieron a su respectiva cama para dar fin del día. Ambos durmieron profundamente.
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Una sombra recorría el orfanato Shikon No Tama, dicha sombra se movía con cautela para evitar llamar la atención de los guardias nocturnos y de alguna mirada no deseada. Se dirigía al ala de hombres, tenía asuntos en ese lugar. Al fin llegó a dicha ala, se encontraba frente a una puerta y la abrió con cuidado, no quería causar ni un solo ruido.
Al entrar pudo ver dos camas gracias a la luz de la luna, se alcanzaba a ver a dos personas dormir en su respectivo lugar. Se acercó a una de ellas y empezó a mover el bulto bajo las sábanas con delicadeza.
Sesshomaru sintió que alguien perturbaba su sueño, aun adormilado abrió los ojos. Frente a él estaba un sujeto vestido completamente de negro, iba a llamar a Miroku para que le ayudará pero aquel extraño cubrió su boca. Solo lograba emitir gritos ahogados, se defendió. Aquel sujeto terminó en el suelo gracias a un puño en su estómago, lo miró abrazando dicha parte lesionada y tratando de no emitir ni un solo ruido.
Se levantó de la cama y encendió la lámpara, eso provocó que Miroku despertará y al ver al hombre en el suelo decidió mantenerse alerta, ambos hermanos se prepararon para darle una golpiza suponiendo que era algún pedófilo tratando de encontrar niños.
—¡Soy yo, soy yo!. —Aclaró el hombre inmediatamente al ver como ambos hermanos trataban de golpearlo, reaccionaron al escuchar tan conocida voz.
—¿Inuyasha?. —Hablaron al unísono.
—Sí. —Contestó mientras se ponía de pie, aun sostenía su estómago. Se retiró el pasamontañas que usaba. —Golpeas duro, Sessh.
—¿Qué estás haciendo aquí?. —Preguntó el albino.
—Más importante, ¿Por qué estás entrando como un criminal?. —Agregó Miroku algo confundido, el Fushiko se sentó en la cama.
—Vine por ti, Sesshomaru. —Meditó un momento, se levantó nuevamente y extendió su mano hacia el albino. —Escapemos juntos, amémonos lejos de todo esto. Quiero un lugar en donde solo estemos tú y yo, un lugar donde podremos amarnos sin las interrupciones de terceros.
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Tú eres mi felicidad.
Fanfiction(InuSessh fanfic.) Cuenta la vida de un huérfano que es excluido por su aspecto y rechazado por sus compañeros del orfanato. Por azares del destino conoce a un joven, con él se da cuenta que la vida no es tan gris como tanto estaba acostumbrado. A...