Tú eres mi felicidad.

Una carta y un adiós.

Habían pasado dos días, Inuyasha estaba en su oficina y recibió su tan esperada carta, era una prueba de ADN que había solicitado para comprobar las firmas.

Llegó a la parte que le interesaba. Leyó y efectivamente Sesshomaru era el heredero asesinado, era un Taisho Asakura.

-Con esto podré hacerlo. -Dijo para sí.

En su mente se repetía lo mismo -Perdóname Sesshomaru. - pero era necesario. Sabía que lo que haría sería algo egoísta pero simplemente no encontraba otra solución.

Sacó una hoja y empezó a escribir una carta dirigida al dueño de su corazón. Sabía que lo odiaría por siempre al hacer lo planeado pero se repetía que era necesario.

Al terminarla, la colocó en un sobre y la selló. Puso como destinatario "Para: Sesshomaru". Besó el sobre y con todo el dolor de su corazón llamó a su chófer.

-¿Que necesita, amo Inuyasha?. -Preguntó el anciano al llegar con él.

-Toma, quiero que le entregues esto a Sesshomaru. No te despegues de ella hasta que Sesshomaru la tenga en sus manos, es importante. -Ordenó.

Le entregó la carta y una carpeta con varios documentos.

-Como usted ordene.

El hombre salió rápidamente para cumplir su encargo.

El azabache se levantó y se dirigió a su departamento.

Mientras tanto en el orfanato, Sesshomaru ayudaba en la cocina al tener tiempo libre. Le gustaba ayudar a sus hermanos.

Pasados unos minutos llegó Kagome.

-Oye Sessh, el chófer de Inuyasha te está esperando afuera y dice que es urgente. -Explicó la adolescente.

-Esta bien, voy para allá. -Contestó mientras se retiraba el delantal y la cofia.

Al llegar a la entrada se topó con el viejo chófer.

-¿Que es lo que se le ofrece, señor Myoga?.

-Joven Sesshomaru, el amo Inuyasha le ha enviado esto. -El hombre le entregó lo enviado por el Fushiko y dio media vuelta para después retirarse.

-No sabía que Fushiko era de los tipos románticos. -Canturreo la chica atrás suyo.

-No molestes Kagome, iré a mi habitación a leer tranquilo.

Dejó a la chica suplicando por saber el contenido de la carta y se dirigió a su habitación, estaba ansioso por saber que era el contenido del sobre.

Al llegar se sentó frente al pequeño escritorio y abrió la carta escrita con perfecta caligrafía.

A mi amado Sesshomaru...

Antes que nada debo decirte que te amo, no importa lo que pase, nunca lo olvides. Ahora debo decirte la verdad de todo y soy un cobarde como para decírtela en la cara, perdón pero ni siquiera he podido mirarte al rostro sin recordar lo maldito que soy.

Lo que tengo que decirte es importante por no mencionar doloroso, por mi padre me he enterado que soy un vil ladrón y el maldito bastardo responsable de tu sufrimiento.

Mi padre fue el que ordenó que te separaran de tu madre. Sesshomaru, ella te ama y no se rindió por nada, ella al igual que tu padre te buscaron por años sin perder la esperanza, ella no te rechazó como siempre lo creiste.

Tus verdaderos padres son Inu no Taisho e Irazue Asakura, ¿irónico, no? Trataron como a un hijo al culpable de la desaparición del verdadero heredero, pero ya no más, ya apareciste tú.

En la carta adjunta te revelo con detalles como fue tu separación de los brazos tus padres y si revisas los documentos verás un certificado de propiedad, eres ahora el dueño de todo el imperio Fushiko, es lo menos que puedo hacer. Solamente te pido que no desampares a mi madre, ella no tiene culpa alguna de las atrocidades que mi padre y yo hicimos.

Antes de que empieces a maldecir mi nombre quisiera decirte que jamás planeé esto, jamás quise que mi padre hiciera contigo todo eso en mi nombre. Si por mí fuera hubiera preferido trabajar arduamente que robarle a un niño no nato.

No sé que pasará ahora, no puedo verte a la cara sin recordar tu sufrimiento. No sé como podré seguir viviendo pero espero que tú, Sesshomaru Taisho Asakura seas capaz de perdonar a este ladrón algún día.

Una carta igual a esta ya ha sido enviada a los Taisho Asakura, es cuestión de tiempo para que vayan en tu búsqueda, también adjunte una prueba de ADN que me tome la libertad de hacer a tus espaldas.

Puedes hacer lo que quieras con mi padre, le he perdido el respeto a ese hombre que a golpes me orilló a ser "perfecto", sólo te pido que a mi madre no la importunes, no quisiera que otro inocente pague por mis pecados.

Te amo, te amo tanto que duele. ¿Que hago, Sessh? ¿Que hago para volver el tiempo atrás y evitar todo esto?.

Vive Sessh, se feliz y olvida a este ladrón. Haz de la fortuna de los Fushiko lo que más te parezca, ahora eres amo y señor de todo ese imperio.

¿Que será de mí? Es injusto que lo planteé pero sé que lo estas haciendo, no te preocupes por mí, sabré arreglármelas.

Todo lo demás esta adjunto, cuando termines de leer esto es posible que que ya esté muy lejos, lo siento pero no puedo quedarme, no sin recordar todo lo que hice.

Siempre tuyo...

Inuyasha.

Pd: Nunca olvides que te amo.

Terminó de leer la carta y leyó todo lo demás, sus mejillas estaban húmedas debido al llanto silencioso. Sus padres lo amaban y lo habían buscado.

Escuchó la puerta abrirse, era Miroku.

-Oye Sessh, Kagome ya me contó que Inuyasha salió romántico. -Comentó con un ligero tono de broma hasta que notó el semblante del mismo.- Hermano, ¿que ocurre?.

Lo único que atinó a hacer fue darle la carta, la leyó atentamente y su sonrisa desapareció.

-¿Esto es...?.

-La prueba de que mis padres me aman y que el dinero me lo quitó todo. -Contestó.

Empezó a pensar en las palabras plasmadas hasta que la frase: "Cuando termines de leer esto es posible que ya esté muy lejos". Sin esperar nada fue rápidamente hacia la oficina de la directora.

Al llegar llamó al numero privado del azabache, nadie contesto. Intentó con el número de la oficina pero igualmente nadie contesto. Por último decidió llamar al apartamento del mismo, obtuvo el mismo resultado.

Temía que esa frase se hiciera real.

Continuará...