Una terrible noticia.

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Ambas mujeres hablaban. Izayoi recordó algo.

—Según lo que me cuentan... Ya sé porque mi hijo odia sus cumpleaños, desde los dieciséis no ha querido celebrarlos, no después de que Takemaru "hablara" con él.

—Es verdad, nunca le pregunte a Inuyasha un dato tan importante como ese. —Dijo el albino.

Era cierto, nunca se le había ocurrido preguntarle algo tan simple pero a la vez tan importante al Fushiko.

—No te preocupes Sesshomaru, era muy posible que Inuyasha no te lo dijera. No le gustan las fiestas después de eso. —Contestó la mujer azabache.

—Izayoi tiene razón, Inuyasha suele ser reservado con sus cosas. Supongo que cambio por Takemaru. —Agregó la albina.

—¿Y cuando es?.

—El cumpleaños de mi hijo es en dos días. Me duele pensar que la pasara solo, aunque solía tomar ese día como uno más laboral.

Ya pasado un rato Izayoi se marchó.

El cumpleaños del amor de su vida, el primero que hubieran pasado juntos si la vida no los hubiese separado.

¿Que se le iba a hacer? Así lo había decidido la vida. Eran pruebas sumamente difíciles pero no desistiría, no olvidaría el amor que le profesaba al azabache. Esperaba que el Fushiko cumpliera su promesa de no dejar de amarlo, aunque también le había prometido que nunca lo dejaría pero una vez alguien mencionó que las promesas estaban para romperse.

Un mes después...

Sesshomaru estaba en el orfanato. Desde que Izayoi se había enterado de la verdad frecuentaba mucho el orfanato, después de todo la descripción que su hijo le había dado de su pareja era correcta y lo había comprobado al verlo y conocerlo más.

Le gustaba jugar y convivir con los niños, junto a Irazue cuidaban de ellos. Ya sea cuidando a los pequeños o alimentando a los bebés que recién habían llegado.

Era la hora de comer algo, mientras Inu no Taisho cuidaba de Fushiko Inc. Sesshomaru buscaba al Fushiko menor.

Del mayor de los Fushiko supieron que estaría en prisión por mucho, mucho tiempo y todo gracias a las influencias de los Taisho Asakura.

Mientras Sesshomaru, Izayoi, Irazue, Kagome y Suikotsu comían algo en el comedor, sonó un teléfono.

—Es mío. —Aclaró Izayoi.

Contestó.

—¿Hablo con la señora Izayoi Fushiko?.

—Sí, soy yo. ¿Que necesita?.

—Soy Botan Toriyama del hospital Aiiku. Señora Fushiko, necesitamos que venga inmediatamente.

—¿Ocurre algo malo?.

—No sé como decirle esto pero... Creo que encontramos a su hijo, necesitamos que acuda de inmediato para verificarlo.

Todos vieron la cara de inmensa angustia de la mujer y ella estaba asustada.

¿Verificar? ¿Hospital Aiiku? Era una mala combinación. ¿Que era eso de "verificar"? ¿No podían simplemente preguntar al paciente? O... ¿Su hijo estaba herido o imposibilitado de decir algo?.

Tú eres mi felicidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora