Strawberries & Cigarettes; pjm

Capítulo 18:

Jungkook timbró en la casa del mayor y sólo bastaron unos segundos para que la puerta fuera abierta.

—H-Hola...— dijo un niño pequeño, de aproximadamente once años.

—Hola, soy Jungkook. ¿Está Taehyung?— esbozó una sonrisa.

—Kihyun, ya te he dicho que no abras a desconocidos— una tercera voz se hizo presente detrás del niño. Su madre le miró y sonrió—. Hola.—

—Hola, soy Jungkook, amigo de Taehyung.— paró para hacer una corta reverencia.

—Ah, claro. Pasa, pasa.— lo invitó a entrar y eso fue lo que hizo.

—¡Taehyung, te buscan!— gritó el niño al inicio de la escalera.

De la estancia se asomó una pequeña niña castaña. Tenía el mismo color de cabello que Tae, sólo que más largo y atado en dos coletas. La niña era muy pequeña, no pasaba de los cinco años. De inmediato Kook sonrió al causarle ternura, y la niña, muy felizmente le devolvió la sonrisa.

¡Es idéntica a Tae!

—¿Quién?—la voz gruesa y profunda del Rey de Roma, logró escucharse hasta abajo mientras bajaba las escaleras. A media escalera...a media escalera Kook deseó haber grabado la cara de asombro que puso al verlo.

Se quedó parado con los ojos muy abiertos, casi se le salían. Rápidamente bajó las escaleras que le faltaban y lo tomó de la muñeca, jalándolo para que subiesen.

—¡Estarémos en mi cuarto, mamá!— avisó, y sin saber cómo, el menor se encontraba dentro de él. Tae cerró la puerta y lo miró con la misma expresión de asombro— ¿Qué estás haciendo aquí?—

—¿Que no es obvio? No contestas ninguno de mis mensajes ni llamadas. Quiero que hablemos sobre lo que pasó. Mejor dicho, de lo que mencioné.—

—Jungkook...—

—No. Escúchame. Lo lamento por lo que dije, fui un tonto; entiendo que mencionarlo te puso incómodo y que me equivoqué. Tae, no quiero que esto cambie. No quiero perder mi amistad contigo por eso. Es que, tú y yo apenas nos conocemos, pero yo siento qu...— ahora intercambiaban papeles. El castaño se había lanzado a presionar sus labios contra la suyos, sólo uniéndolos al mismo tiempo que llevaba una de sus manos a la mejilla del contrario. ¿Acaso él también estaba ebrio?

La impresión indescriptible que tenía Jeon, no era normal para él. Ni siquiera podía cerrar sus ojos, mucho menos reaccionar a sus acciones. Para él, los segundos eran eternos; más sin embargo, no había transcurrido tanto para cuando Tae comenzaba a mover sus labios al notar que Jungkook no se había separado, entralazándolos con los suyos. Al cabo de un par de segundos, fue el momento en el que el chico salió de su sorpresa y pudo corresponder al beso, simplemente sintiendo los suaves labios de su mayor.

El corazón de ambos saldrían de sus pechos de tan rápido que iban, los dos teniendo miles de infartos en un milisegundo. La mano de Tae seguía en su mejilla.

De pronto, Jeon se separó sólo un poco para permitirse hablar.

—Taehyu...—

Pero nuevamente fue atraído por su mejilla, haciendo que volviese a tocar sus labios. Sin duda, el castaño no quería que Jungkook se separarse en lo más mínimo. Quería sentir esa sensación que anhelaba desde hace ya mucho tiempo.

Para los dos, el tiempo pasó muy lento, pero seguramente el beso duró menos de un minuto.

Sin pensarlo por más tiempo, Tae unió su frente con la del contrario. Él con los ojos aún cerrados.