Capítulo 11:

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Ambos chicos se bajaron del taxi al ver que la madre de Sunhee se acercaba esbozando una enorme sonrisa.

El taxi esperaría por Jimin.

—Gracias por haber cuidado de nuestra Sunhee.— hizo una leve reverencia hacia Jimin.

Jimin la imitó y sonrió.

—No es nada, Señora Yoon.—

Sunhee miró en dirección a la casa y vio como un Hoseok con una sonrisa incómoda y manos en el bolsillo salía de ésta. Seguido de él, salía su padre. La chica hizo su intento por aguantar la risa.

—¿No quieres pasar un momento?— preguntó la madre de Sunhee al rubio.

—Oh, no, no, muchas gracias. Tengo que volver a casa.—

—¿Estás seguro?—

—Sí, debo ocuparme en otras cosas. Pero gracias por la invitación.— sonrió a Sunhee, quien lo miró y devolvió la sonrisa.

—Bien, será en otro momento. Gracias, de nuevo.—

—No hay problema— hizo una última reverencia—. Que tenga un buen día, nos vemos.—

Sunhee agrandó su sonrisa para Jimin y lo despidió con la mano.

—¿Hablamos luego?— preguntó ella.

—Claro.— subió al taxi y se despidió nuevamente de ellos con la mano.

—¡Gracias!— gritó Sunhee al ver que el taxi se alejaba.

—¡Que chico más educado!— exclamó su madre.

—Lo sé.— sonrió de lado la chica.

Giró su cuerpo, encontrándose con su amigo y su padre en la puerta. No aguantó la risa al ver la expresión que Hoseok llevaba, se acercó a él.

—¿Quieres ir a mi habitación?—

—Me encantaría, querida Sunhee.— dijo apretando los labios mientras trataba de mantener su sonrisa viva.

—Sé que tú madre lo entretuvo, hice lo mejor para dejar que lo hiciera.— habló su padre.

—¡Ey!— su madre llegó al lado de la chica— ¿Cómo no quieres que lo entretenga? Es un amor de persona.—

—Lo sabemos, pero tienes que dejar al pobre Hoseok respirar. Él sólo venía a visitarme.— lo agarró de la mano riendo y lo llevó por las escaleras. Vio como su mamá sonreía burlona en la planta baja.

Ya una vez en su cuarto, Hoseok dejó salir todo el aire que llevaba reteniendo.

—¿Tanto te entretuvo?—

—Llegué hace dos horas.—

—Perdona que mi mamá te adore tanto.—

—Lo comprendo. ¿Quién no se resiste a Jung Hoseok?—

Sunhee soltó un bufido con ironía, el cual hizo al chico reír.

—¿No va a haber un abrazo para tu mejor amigo?—

—¿No va a haber un abrazo para tu mejor amiga?—

El chico castaño corrió hasta cortar la poca distancia que los separaba y la abrazó fuertemente del torso, después la levantó un poco del suelo y la hizo girar.

—¡Vamos a caernos!— dijo Sunhee entre risas.

—Ño— le dio un par de vueltas más hasta que paró y sólo la dejó en el suelo, sin soltarla—. Ya te extrañaba, niña.— continuó abrazándola.

Strawberries & Cigarettes; pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora