Strawberries & Cigarettes; pjm

Capítulo 22:

Jimin abrió los ojos a tiempo. O al menos eso creía cuando revisó la hora en su celular.

7:24 a.m.

—¡Sunhee, Sunhee!— la movió con cuidado.

—¿Mm?—

—Tienes clase a las ocho. Son las siete veinticuatro.—

—¿¡Qué!?— se levantó de golpe, viendo como rodeaba el brazo del chico—. L-Lo siento, fue involuntario— se quitó de encima del chico y se talló los ojos mientras se colocaba los zapatos con desespero—. Jimin.—

—¿Sí?— él también se estaba levantando para ir por su ropa.

—¿Cómo sabes que tengo clase a las ocho?—

Jimin la miró con una sonrisa "inocente".

—Te explico en el camino.—

—¡Jimin-ah!—

—¡Te cuento en el camino! ¡Alístate, que se te hará tarde!—

—¿Vas a llevarme?— corrió al baño y cerró la puerta.

—Claro que lo haré.— comenzó a cambiarse, quitándose su pijama y poniéndose ropa casual.

Bastó con unos minutos para que la chica saliera lavando sus dientes con uno de sus dedos, ya peinada y con la cara lavada. Hizo su mayor esfuerzo por hablar, pero Jimin no lograba entender lo que decía.

—Esperaré a que acabes de "cepillar" tus dientes.— le dijo riendo el chico.

Sunhee enjuagó su boca y la limpió con su antebrazo.

—Que si ya te sientes mejor.— moduló bien al fin.

—Ahh. Sí, estoy bien.— metía las cosas necesarias a su mochila.

—Se nota que no sabes mentir.— corrió por la suya y metió rápido su celular en ella.

—No me siento como ayer y ya no tengo fiebre, me sentiré mejor durante el día.— vio como ella corría hasta la cocina. Regresó con un plátano y una botella de agua.

—Cómelo en el camino.—

Jimin la observaba, agradeciendole con una mirada una vez que agarró la comida, pero no se dio cuenta de cuánto tiempo había pasado y que la miraba como un tonto.

—Corre, toma tus cosas o no llegaremos.— habló desesperada.

Jimin se colocó rápido su mochila al igual que ella y fueron hasta la puerta.

7:35 a.m.

Saliendo del edificio voltearon a verse al mismo tiempo al notar que cada uno tomaría caminos diferentes.

—¿Hacia dónde está tu universidad?— preguntó él.

—Hacia acá.— Sunhee señaló el camino.

—Bien, vamos al bus, rápido.— caminó a paso apresurado delante de ella.

—¿Tu universidad es para el otro lado? ¿Tienes clase ahora?— preguntó siguiéndole el paso.

—No, hasta dentro de dos horas. Te acompaño y luego voy a la mía.—

—¿Estás seguro?—

—Seguro.—

La castaña guardó silencio por un tiempo hasta llegar a la parada del bus.

—Come.— soltó Sunhee.

El rubio la miró y luego miró la comida en su mano. Empezó a hacerlo.

—Jimin, ¿cómo supiste de mi clase?—