Capítulo 26:

12 1 0
                                    

Jin se paró se la mesa para ir a abrir la puerta principal.

—Hola.— sonrió la chica.

—Hey...— respondió de la misma manera y se hizo a un lado para que entrase. Ella entró y lo miró nuevamente.

—¿Has estado bien? No has pedido que viniera y...,para serte sincera me preocupé un poco—pausó—. Sé que no tienes que pedirme que venga, pero pensé que...—

—Sunhee, he estado bien.— sonrió como consuelo hacia ella.

—...¿P-Puedo ver tus brazos?— inquirió apenada.

Jin no se movió al principio, pues creyó que le creería, pero no fue así. Terminó por quitarse el suéter y mostrarle los antebrazos.

Al fin y al cabo, él tampoco confiaría en un drogadicto.

La chica sacó el aire de sus pulmones en un gran suspiro.

—Bien...me alegra que te estés alejando de eso. Sabes que para nosotros eres muy importante.—

¿Para quienes? Namjoon apenas y me escribe por su restringida agenda como trainee, y mis padres están en algún lugar del mundo. Jimin...no puedo pedir más, se toma el tiempo de  hablar conmigo por chat a pesar de tener mil cosas qué hacer. Tú y Jimin son los únicos que se preocupan por mí.

—Lo sé— Jin sonrió leve y fue hasta la mesa de antes—. ¿Quieres algo?—

Sunhee miró la comida del chico en la mesa.

—Perdón, no sabía que interrumpía tu comida— se sentó a un lado de donde estaban sus platos—. Pero, así estoy bien, gracias.—

Guardaron silencio un momento.

—Sunhee...,mhm...—

—¿Qué pasa?—

—He oído que Jimin y tú están juntos.—

La castaña abrió la boca, pero no sabía que decir debido a lo último que ocurrió cuando se vieron.

El beso de Jin.

—Pero, quería decirte que les deseo lo mejor. En serio, se ven lindos juntos y creo que se merecen el uno al otro.—

Sunhee sonrió con ternura.

—Jimin...— agregó el chico—, hace mucho no lo veía tan feliz. Realmente lo haces feliz.—

—Eso espero— rió—. De hecho, la competencia es mañana, deberías ir a verlo junto conmigo.—

—Me dijo hace tiempo. Es mi mejor amigo y claro que quiero ir a apoyarlo, pero...—

—¿Pero...?—

No tengo ánimos de salir.

—Mis padres regresan mañana y no sé por cuánto.—

—Oh, ya veo...Bueno, si tienes la oportunidad, ya sabes que podemos ir juntos.—

—Claro. Gracias.—

—Oye.—

—¿Si?—

—Apenas acabes de comer vamos a jugar en tu consola.—

—¿Jugar en mi consola?— rió mientras bebía de su vaso.

—Sí. Quiero jugar y vencerte en todos los juegos que tengas.—

—¿Y eso?—

—Esa consola en tu sala me tantea y quiero ponerte a prueba.—

—Vaya, no sabía que había dejado entrar a señorita competitiva a mi casa.—

Strawberries & Cigarettes; pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora