Capitulo XII

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Karen y Henri eran personas muy sociables, todos los días entraban y salían personas de la casa, si no eran amigos eran familiares, o desconocidos que venían a hacer algún trabajo de mantenimiento a la casa... o se podría decir mansión, ya que -por lo que he escuchado.- cuenta con 1 cocina enorme, 2 comedores, 1 recibidor, 1 sala familiar- en donde conocí a Alexa- 1 estancia, una sala de juegos, una sala de cine pequeña, 1 recamara principal, 4 recamaras y 3 recamaras para visitas, cada uno con su baño, en el patio hay una enorme piscina, una cancha de tenis y un hermoso jardín especial para fiestas. Por esa razón es que a diario tenemos muchas visitas.

A veces me pregunto como le habrán echo para poder comprar todo este lujo... si son una pareja que no pasan los 25 años. Ni si quiera se en que trabajan.

El tiempo se pasa volando, hoy cumplo 5 meses y ya me puedo sentar en mi trasero sin que nadie me sostenga, y he escuchado que hoy nos visitara otra vieja amiga de Karen, que aun no me ha conocido.

Karen mientras me ponía un hermoso vestido amarillo, me contaba sobre su vieja amiga con gran alegría.

- Mi amor, tienes que verte hermosa, más hermosa que siempre, hoy viene a visitarnos mi niñera de cuando yo tenía 5 años, la quería demasiado. Espero que quiera volver a ser niñera, para que te cuide y veas por que razón te digo todo esto. Ella es una excelente mujer. Te cuidara como si fueses su propia hija.

Sonó el timbre y Karen brincó del susto, ella todavía no se había arreglado, y salió corriendo a buscar algo que ponerse.

Me llevó en sus brazos por ese enorme pasillo, directo a la sala familiar, en donde se encontraba la niñera leyendo un libro... tenía algo familiar... Y Karen la saludo muy nerviosa y me presento como su amada hija heredera Roberts. -¡Woow!- y se sentó a un lado de ella.

-¡Karen, que guapa te pusiste!- dijo asombrada la niñera.- ¡Cuanto tiempo sin vernos!

-Gracias nana, te he echado de menos.- Le dio un cálido abrazo, y se sentó junto a ella.- ¿Te ofrezco algo de tomar?

-No gracias querida.- Suspiró.- Recuerdo cuando era tu niñera. Te quería mucho Karen, eras una linda niña.

- ¿Y por que te marchaste sin avisar?

- Porque me enamore, quise tener una aventura romántica. La mejor de mi vida.

-¡Woow! ¿Y sigues con el?

-Lamentablemente no, falleció hace medio año, que descanse en paz.- Le cambio la expresión a Karen.

-Ohh... Lo siento, perdón por mencionarlo.

-No te preocupes cariño.- Le dio una amable sonrisa a Karen.

-Bueno, al menos queda la familia, ¿No? Ellos siempre van a estar ahí.- dijo Karen intentando de animarla.

-No Karen. No me queda nada.- Karen tragó saliva.

-¿Por que? Sus hijos están fuera del país?

-Solo tuve una hija. Se suicido unos días después del accidente de mi esposo...- Se le cerró la garganta evitando el paso de sus palabras.- Ya no tengo familia Karen. Estoy sola.

Madre mía... Me cuesta creerlo. Es ella. La razón por la que quería crecer para poder ir a buscarla y decirle que aquí estoy, que no he muerto, que volví a nacer en otro cuerpo. Que no la he dejado sola, que le debo mil disculpas, que la extraño tanto. ¡Mamá! ¿Por que no puedo hablar? ¡Necesito hablar ya! Comienzo a llorar de la desesperación y Karen me toma en sus brazos intentando tranquilizarme pero no lo logra. Lloré como nunca le había llorado, y Karen se asusto y solo conseguí que me alejaran de mi mamá... Mi verdadera mamá.

Karen me llevó a mi cuna, y me cantó una canción con su suave voz, pero no lograba callarme.

-Mi amor, por favor, tenemos visitas.- me dijo acariciando mi frente.- Ahorita vuelvo, voy a despedirme.

¡Nooo! ¡Yo quiero ir contigo! ¡Quiero ver a mi mamá!

Karen cerró la puerta, ya no supe que pasó, yo solo quería al menos despedirme. Pero no fue así. Solo termine encerrada en un cuarto, sola, y con música clásica de fondo. Y fue así como termine dormida en un profundo sueño.

Después de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora