Capítulo XXVIII

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Abrió un enlace de un video de youtube y le dio play. Tardó unos segundos en cargarse y en eso inicio sólo.

Habían un grupo de amigos reunidos en la sala de una casa, todos estaban juntos burlandose y divirtiendose mucho en compañía del alcohol.

-¿Esto tiene algo que ver con el abuelo?-Pregunte algo confundida.

-Shhh-Me calló Leah.- Observalo con atención.

El grupo de amigos comenzó a gritar y a burlarse con más fuerza cuando uno de sus amigos salió de una habitación desnudo.

-¡Leah! ¿Qué es eso? Hay que seguir buscando, no podemos entretenernos.

-¡Espera! Es que tienes que verlo.

Todos salieron de la casa y se subieron a una camioneta. Llegaron a un centro comercial y se bajaron todos, incluso el tipo desnudo, que con sus manos iba cubriendo sus partes privadas. El tipo se veía apenado. Uno de ellos sacó una crema batida y echó un poco en el miembro del tipo para cubrirlo, y lo obligaron a entrar de esa forma al centro comercial. No pude seguir viendo ese video, ya me imaginaba a que quería llegar ella mostrándonos ese ridículo video.

-Asco.- Dije torciendo los ojos y me retire.

Tomé la laptop y continúe con la búsqueda. Encontré un perfil en una página llamada Moonit y entre. Era el perfil de un señor con canas y surcos en la cara. De estado tenía: "agreguen solo mujeres" y tenía 17 contactos.-Lo encontré.- pensé. Debajo de su estado decía que su última conexión fue hace 2 horas, y que usaba esa red social desde hace 6 meses.

-¡Estas loca, Leah! Yo no haré eso.-Interrumpió mis pensamientos Henric.

-Pues si pierdes la apuesta, me temo que si.-Continuó Leah.

-Pues me temo que ninguna de sus dos apuestas se podrán lograr. ¿Si yo gano, ustedes que van a tener que hacer?

Ambos se miraron sorprendidos y luego se acercaron en mi en busca de respuestas.

-¿Lo encontraste?- pregunto Leah alejandome de la laptop.

-Eso espero.- Dije animandome.

Henric se acercó a mirarlo de cerca.

-¡Si es! Viejo cochino, ¿que hace él en esas páginas?

-Déjalo Hen, enviudo joven.

-¿Puedo enviarle un mensaje?-Preguntó desesperado.

-Mm me temo que ahí dice claramente que solo acepta a mujeres, papá.- Dije y me solté riendo.- Espera un momento, me tengo que hacer una cuenta.

Ingrese todos los datos que me solicitaron y puse una foto de perfil falsa. Inmediatamente le envíe una solicitud.

-Sólo nos queda esperar a que "nos" acepte.- dije poniéndome cómoda en mi lugar.

-Que fácil fue esto. -pensó Henric incrédulo.

Nos quedamos en silencio mirando la pantalla cada quien sumido en sus pensamientos. Yo ya no estaba segura en sí en realidad era necesario conseguir todas esas respuestas. Estaba pensando seriamente en hacer como si nada hubiese pasado y vivir mi vida como un adolescente normal, sin problemas, con diversión; ¿y por qué no? Con un novio o alguién a quién amar incondicionalmente.

Una ligera curva se dibujó en mis labios y el rubor no tardó en aparecer en mis mejillas. Sentía mariposas volar al rededor mío y una extraña molestia en el estómago. Me retorci un poco. Hace mucho que no sentía este sentimiento, y lo extraño es que lo estaba sintiendo sin pensar en alguién en específico, el simple hecho de desear amar a alguien me hizo sentirlo.

De pronto recordé que mi verdadera madre llegaría hoy y borré todos esos pensamientos de mi mente. Di un gran suspiro y me quedé quieta en la mesa recargada sobre mis codos.

-¿Por qué tan serena?- pregunta Henric al notar mi seriedad.

-Pienso.

-Que bueno, me preocuparía si no lo hicieras.- contesta con humor, y nos hace reír a Leah y a mi.

-¿Qué pensará mi mamá?

-¿Tú mamá mamá ó Karen?

-Mi mamá.

-Se alegrará de verte.

-¿Y si no me cree?

-Tenemos pruebas.- Interrumpió Leah.

-Y si.- se escuchó una voz que provenía de la entrada de la habitación.- Yo sé que eres mi hija, Rosalynd.

Después de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora