IX

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Las cosas en la manada se habían complicado después de la vista de Ji-Ho en el río.

Las guardias en los límites del territorio se había duplicado y ya no sólo iban los alfas y betas hacer las guardias sino que también los omegas –sólo los que no estaban embarazados– por protección a los nuevos miembros de la manada que estaban por nacer.

Por ello, ahora Taehyung le acompaña al igual que Jimin y Namjoon, los cuatro hacían guardia en una de las fronteras al norte de la manada.

El sol estaba apunto de esconderse entre las montañas dando por aviso que era hora de irse.

El viento frío golpeo su rostro cuando busco señales de alguna anomalía en los alrededores, al igual que Namjoon. Ambos vigilaron una última vez los alrededores antes de girarse a donde sus omegas se acurrucaba protegiéndose del frío.

Al lado de dos rocas enormes se protegían los dos omegas con sus espadas en sus manos por insistencia de sus alfas.

— Es hora de irnos. — aviso Namjoon dándole un rápido vistazo.

— Vamos, hay que darnos prisa. El frío esta azotando más fuerte que los días anteriores.

Ambos bajaron de la roca en la que vigilaban con cuidado de que tropezaran con sus propios pies producto del frío y de la falta de movilidad a la que se habían sometido las últimas horas.

Una vez que ambos bajaron de la roca y sus pies tocaron tierra firme, fueron al encuentro de sus omegas.

Jimin fue el primero en levantarse de su lugar cuando vio a su alfa ir en su encuentro.

Cuando lo tuvo cerca inmediatamente se abalanzó contra Namjoon refugiándose en sus brazos tratando de que el frío aminorara.

Los vio abrazarse y acurrucarse juntos.

Desvío su mirada, le resultaba incómoda la situación.

A unos cuantos metros de distancia Taehyung miraba la escena que Jimin y Namjoon montaban.

Se sintió mal al ver que Taehyung bajaba la mirada triste y tiritaba de frío. Lo miro abrazarse con sus propios brazos tratando de calentarse en un vano intento.

Otra ráfaga de frío viento provocó que su rostro ardiera por el frío.

El invierno estaba muy cerca.

Avanzo con pasos lentos en dirección del omega, la capa de venado que cubría a Taehyung era insuficiente, el castañeo de sus dientes lo alerto. La preocupación de que Taehyung pudiera enfermarse lleno su ser.

Su alfa se removió inquieto buscando la forma de salir y proteger a su pareja.

— Ven.— le llamo para que se acercara a él.

Tímidamente Taehyung se fue acercando, sus pasos eran pequeños y tambaleantes por el frío.

Se quitó la capa de su espalda en un rápido y ágil movimiento, para después, colocarla sobre los hombros de Taehyung.

— Va–s a morir de frío. — se negó Taehyung tendiéndole su capa nuevamente.

— La necesitas más que yo.— tomo las dos puntas de la capa y las unió amarrándolas alrededor del cuello de Taehyung.

— No llegaremos a la manada en estas condiciones. — Namjoon hablo abrazándose a Jimin y cubriéndolo del frío.

— Entonces tenemos que buscar un refugió antes de que la noche siga cayendo y muramos de frío — hablo él, mirando a Taehyung con preocupación.

— Vamos, hay que darnos prisa.

Los cuatro emprendieron su viaje en busca de un lugar en el que pudieran pasar la noche y en el que el frío no azotara mucho.

A pasos rápidos los guió entre la maleza, dejando rocas y árboles atrás.

El viento no tuvo contemplaciones con ellos ni con la propia naturaleza  cuando soltó su furia moviendo las ramas de los árboles, las ramas se mecieron al compás de sus soplidos.

Al cabo de unos cuantos minutos después, por fin encontraron una cueva, ambos alfas se aseguraron de que estuviera vacía y que no los pusiera en peligro.

Buscaron unas cuantas ramas para prender fuego y que este pudiera calentarlos.
Jimin se hizo cargo de los fuegos mientras Taehyung cortaba unas ramas secas ayudándolo.

Cuando la noche llego a su punto más alto, una fogata los refugio y unos trozos de pan –que llevaron de más por las dudas– saciaron su estómago.

Ambas parejas se acostaron sobre la tierra firme y atizaron por última vez el fuego antes de quedarse dormidos.

Pero Yoongi permaneció despierto, alerta por cualquier cosa.

A su lado Taehyung permanecía envuelto en las dos capas.

Él sintió frío pero se negó a abrigar se para proteger a Taehyung.

Se aferro a si mismo y contempló las brazas arder con lentitud, el soplido del viento lleno los rincones de la cueva siendo este el único sonido –ademas de los ronquidos de Namjoon – que se podían escuchar.

— Vas a enfermarte— Taehyung susurro a su lado.

— Crei que estabas dormido.

— No pude dormir sabiendo que estas sin abrigo por mi culpa.

— No tengo frío. —mintió sin mirar a la cara a Taehyung.

— Se que tienes, pero eres demasiado orgulloso para aceptarlo.

— ¿Eso crees?

— Si lo creó. Ven aquí.

Giro su mirada con rapidez una vez que Taehyung término de decir la última palabra..

— Ven.—le insistió.

Con inseguridad se acercó.

—Podemos compartir las capas. Así ambos no tendremos frío.

— Su alteza, yo no...

— No soy su alteza, además sólo con partiremos las capas. —insistió Taehyung.

No podía negarse a una orden indirecta de su rey, además de que el frío estaba entumiendo sus miembros.

Taehyung los arropó con sumo cuidado para que el frío no fuera demasiado fuerte y pudieran soportarlo con el calor de sus cuerpos juntos.

LUZ DE LUNA.   -YOONTAE-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora