XIII

1.6K 305 29
                                    


.La primera nevada de la temporada había caído sobre los campos, la hiedra, los ríos, lagos y montañas, cubriendo de blanco cada pequeño y grande rincón del bosque.

Las pequeñas casonas habían sido cerradas con cada una de las familias dentro, los niños pequeños, los omegas, betas y alfas.

Todos.

Lo único que se podía percibir bajo la espesa capa de hielo era el color rojizo de las fogatas dentro de las casonas y el humo que salía por las rendijas del techo, dándole así vida a la nieve de la temporada.

El frío era insoportable para cualquiera que estuviera ahí, y Taehyung lo sentía muy bien.

A pesar de tener varias telas y pieles cubriéndolo sentía que se congelaba, la fogata estaba muy cerca de él pero ni aún así lograba hacer que el frío disminuyera.

Sus manos las escondía bajo la enorme piel de oso manteniendo al pequeño cachorro, que encontraron en días atrás en el bosque, bajo el calor, cuidando del pequeño animalito que al igual que él temblaba de frío.

Sus mejillas ardían por el frío que se lograba colar dentro de sus aposentos a pesar de haber tapado todos los rincones de la casona con diversas telas y pieles.

Había disminuido considerablemente el aire frío pero seguía entrando por mínimo que fuera.

Desde que era pequeño había sido muy friolento, pasaba las noches de invierno con cientos de sedas cubriéndolo y una chimenea enorme sólo para él, protegiendo del frío mientras descansaba y tomaba bebidas calentitas, para amortiguar la soledad.

Ahora, quería la compañía de su padre para no sufrir frío en las noches, extrañaba los abrazos  largos y cómodos que su padre y rey le brindaban por las noches hasta quedar dormido.

Quería un abrazo pero no podía pedirlo.

Yoongi estaban demasiado lejos de él en esos momentos y lo seguía respetando como un rey, a pesar de haberse casado ya.

Tirito de frío una ves más sintiendo sus huesos doler por el aire helado que colaba a través de las telas y pieles.

— ¿Puedo pasar? — no se movió de su lugar mi un centímetro ante la llamada de Yoongi.

Sabía que el alfa siempre se preocupaba por él y por todo lo que le ocurriera.

— S–si. — susurró encogiéndose un poco más bajo las sábanas, observando las brazas arder con lentitud frente a él.

Lo escuchó caminar en su dirección pero no comentó nada, el frío le impedía mover sus labios y pensar en otras cosas que no fueran lo congelado que estaba.

— Estas temblando. — Escuchó a Yoongi afirmar pero no se movió.

No tenía fuerzas suficientes para hacerlo, sus huesos parecían pesar mucho y sus miembros no siquiera podía moverlos.

El pequeño cachorro dormía sobre su brazo manteniendo calentito su lugar y brindándole calor a sus brazo que rogaba por más calor.

Observó a Yoongi atizar más las brazas con leños que mantenía a un lado de las brazas avivando el fuego.

— Acercate más a las brazas Taehyung, vas a congelarte sino te calientas. — trató de mover se un poco sintiendo como sus huesos parecían doler por el dolor que le provocaba el frío.

Movió al pequeño cachorro empujándolo más cerca de las brazas para que posteriormente él lo hiciera, arrastró las sabanas consigo quedando más cerca del fuego que Yoongi atizaba con devoción.

— Esto calentara un poco tu cuerpo, bebelo con calma. — asintió mirando un pocillo con un líquido humeante en él.

Sacó sus manos de las pieles y tomó el pocillo que Yoongi le tendía.

El líquido mantenía caliente el recipiente hacienda que sus manos no se congelarán fuera de las pieles.

Bebido lentamente disfrutando del sabor a manzanilla en su boca y bajar por su garganta lentamente, calentando su cuerpo y haciendo que el frío fuera menos.

— G–gracias.— susurro observándose minuciosamente a Yoongi.

El alfa parecía no tener frío y estar bien con el, porque no tenía más que una capa de piel de oso cubriendo su cuerpo, yaciendo que su conciencia le recriminará, dado que era su culpa que Yoongi no tuviera todas sus pieles para dormir y que su alcoba no tuviera tantas comodidades como la suya.

Yoongi le había dado su propia alcoba con todos los espacios, muebles y accesorios que necesitará, le había dicho que era absurdo pero nada pudo hacer ante su insistencia.

— Si necesitas algo grita e inmediatamente estaré aquí.

— ¿Puedes quedarte? ¿Puedes quedarte conmigo? Hace mucho frío y no creó poder soportar lo yo solo, por favor. — imploró reincorporándose un poco en su lugar sin quitarse ninguna piel de encima.

Miró a Yoongi sin encontrar ninguna reacción en su rastro.

El alfa parecía no tener emociones lo que le causaba mucha curiosidad en momentos críticos como rodeo.

— ¿Hacerte compañía? — negó dejando sobre sobre el suelo firme el pocillo de té.

— Abrazame. Tengo mucho frío.— expresó alzando un poco las pieles dándole acceso a Yoongi de acostarse con él, a su lado y abrazarlo.

Quería un abrazo y tenía frío.

¿Por qué no obtener las dos cosas juntas?

— No es correcto. — expresó Yoongi pero le ignoró.

Realmente no sabía que era lo correcto y que no, por lo que debía hacer lo que creyera estuviera bien.

— Por favor, voy a morir de frío. — tirito expresando el frío que realmente sentía.

— Sólo te abrazare.— sonrió extendiendo un poco más las pieles dándole permiso a Yoongi de acurrucarse con él y darle calor.

Empujó un poco más al cachorrito cerca de las brazas para así tener más comodidad a la hora de que Yoongi lo abrazara.

Lo miro acomodarse tras su espalda y después rodearlo con sus brazos fuertes y calientes.

Todo su cuerpo era caliente y duro que hacia que su omega dormitara de alegría en su interior.


LUZ DE LUNA.   -YOONTAE-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora