XI

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Al final del día, Yoongi cazó dos conejos y un par de avecillas, recolectaron más semillas, hojas y raíces que pudieran necesitar cuando el invierno azotara.

Taehyung había decidido quedarse con el pequeño cachorro a sabiendas que estaba abandonado y que podría morir de frío si se quedaba abandonado.

Ahora regresaban los dos a su casona, uno al lado del otro.

Yoongi llevaba tras su espalda colgando los animales cazados y unos cuantos troncos secos para el frío.

Taehyung por su parte, cubría al cachorro entre su capa del frío y en su otra mano cargaba las raíces y hojas que fueron recolectadas durante su día.

A pesar del frío y lo cansado que ambos estaban, Taehyung estaba feliz.

Se sentía libre, sin preocupaciones y sin miedo.

Llevaba años sin poder sentirse así.

Podía caminar a donde quisiera solo y sin tener que rendirle cuantas a nadie. No tenía a decenas de sirvientes rodeándolo y cuidando de que nada le faltaba.

Pero a pesar de sentir se así se lamentaba por su vida.

Su reino..

Su gente...

Su pueblo...

Les había fallado.

No había forma en el mundo que pudiera compensar aquello.

Su pueblo sufriría la furia del rey.

El pueblo que por años acompañó a su familia, que por décadas su padre guió con sabiduría, fuerza y valentía ahora estaba solo, abandonado por él.

Era el rey..

Un rey que no pudo luchar por su reino, que no protegió a los suyos..

Él no era rey.

No merecía ser llamado como tal.

Un rey jamás abandonaba a su pueblo.

Los reyes daban la cara a los problemas y defendían a su pueblo hasta la muerte.

Y lo que él hizo no tenía nombre..

— ¿Ocurre algo?—Yoongi le preguntó cuando percibió el aroma a tristeza a su lado.

— ¿Crees que soy un mal omega? — Taehyung trató de que sus lágrimas no fueran derramadas, él no quería que Yoongi lo viera en ese estado.

— ¿Por qué lo dices? — Yoongi dejo de caminar cuando Taehyung lo miro, sus ojos estaban brillosos a
causa de las lágrimas que avisaban con derramarse.

En todo el tiempo que llevaban juntos jamas lo había visto así, Taehyung era el omega más fuerte que hubiese conocido nunca.

Era fuerte, valiente, luchador, era todo lo que nunca vio en una persona.

— Yo.. Mi pueblo.. todo... —las lágrimas bajaron de sus ojos, odiaba ser débil.

En tanto tiempo jamás se había sentido así, ni siquiera cuando su padre murió y el mundo para él se acabo.

Se sentía culpable por dejar a su pueblo a la deriva, por ser un omega sin fuerza ni voluntad.

— ¿De que hablas? — Yoongi dejo caer los leños al igual que las cosas de sus manos.
Miro a Taehyung con preocupación y nerviosismo.

Más lágrimas bajaron por las mejillas de Taehyung, sus sollozos fueron los siguientes en llegar.

— Todo esto es mi culpa.. —afirmo dejándose caer sobre la hiedra y el pasto.

Ya no soportaba fingir estar bien porque no lo estaba.

Se sentía terrible y culpable por todo lo que tanto como él y Yoongi habían tenido que sufrir los últimos meses.

Una vida nueva, un nuevo lugar, un nuevo matrimonio, todo era nuevo y no podía fingir que estaba bien.

Odiaba las mentiras, pero su vida se había convertido en una.

Él no debería estar ahí.

Su destino fue morir aquella noche por manos del alfa que estaba delante de él.

— T–todo fue mi culpa..— sollozo dejando que el viento frío secara las lágrimas se sus mejillas.

— Escuchame..— el alfa se acercó a él, con cuidado de no asustarlo tomo entre sus dedos la mejilla húmeda y limpió las gotas de agua que bajaban como río de los ojos del omega.— No tienes la culpa de nada. — aseguró limpiando la otra mejilla.—Las cosas suceden por algo en esta vida, si lograste vivir fue porque tú destino es más fuerte  que sólo ser rey.. creo que a veces las pruebas más grandes son dadas a los guerreros más valientes.. — tomando por sorpresa a Yoongi, Taehyung se abalanzó sobre él en un abrazó cálido y reconfortante.

Restaurando los pequeños pedazos de su corazón y sintiéndose cálido, protegido y seguro, después de mucho tiempo.

LUZ DE LUNA.   -YOONTAE-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora