XXVII

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Sentía que su mundo había colapsado después de tanto tiempo en la incertidumbre y el vacío que sintió al no tener a su alfa cerca, la sensación de alivio calo en su corazón pero la preocupación le había compañía a cada momento.

No había forma de salvarlo.

Horas antes, cerca del atardecer llegaron los tres alfas que faltaban de la manada, se sintió aliviado y agradecido por tenerlo de vuelta a su lado, lloró de alegría al tenerlo cerca pero su llanto no fue suficiente al ver cómo sus propios ojos el estado en que se encontraba.

Al borde de la muerte.

Heridas profundas en todo su cuerpo que él que esté vivo era un milagro, sus brazos estaban prácticamente destruidos por las mordidas que recibió, sus piernas con mordidas profundas que aún no sanaban, su torso lleno de sangre y heridas abiertas que tardarían en sanar y que probablemente después de tanto tiempo sin atenderse sería demasiado difícil que sucediera.

Parecía destruido, prácticamente muerto sobre las mantas en qué lo recostaron para limpiarlo y atenderlo.

Su Omega gimoteaba en su interior al ver a su alfa en tales condiciones, verlo medio muerto frente a sus ojos era sin duda lo peor que le pudo suceder en la vida.
Lo amaba con toda el alma que verlo así lo destrozaba de igual manera, no dejo de llorar y de arrepentirse por dejarlo solo en la batalla, de culparse por el cruel destino que le llegó por su culpa.

¿Acaso era un castigo?

¿Por qué le sucedió tan vil ataque?

— No puedes morir..— suplico con llanto desgarrador mientras limpiaba la marcada y marquetada sangre se las manos frías y sueltas de Yoongi.

Había pedido que lo dejarán solo con su alfa después de curarlo para estar a su lado, cuidarlo y asistirlo en todo lo que llegara a necesitar, le concedieron su pedido dejándolos solos y rogando a los cielos que les concedieran una vida larga, una familia y disfrutar de su matrimonio por más tiempo.

— P–prometiste cuidarme y protegerme de todos... No me dejes.— más lágrimas saladas se realizaron por sus mejillas al pronunciar la última palabra.

Su corazón dolía tan profundo y doloroso que la respiración se le atoraba en su garganta impidiendole controlar sus inestables movimientos, sus ojos ardían de manera dolorosa y parecía que las lágrimas se estaban agotando desde adentro. Dejándolo seco y con el corazón roto.

Dolía.

Dolía como nunca lo había experimentado en su vida, desgarrandolo por dentro porque sabía que ya no había un mañana para ellos, que tal vez esas eran las últimas horas que estaban juntos que todo terminaría de esa forma. Tenía la esperanza de que viviera y se recuperará pero las heridas le advertían otra cosa y él no tenía el poder de sanar las y curarlo.

No era nada para poder salvarlo.

— .. lo prometiste..— repartió ahogándose con sus propias lágrimas y falta de respiración.

Algo dentro de su mente le advertían que era el final, que lo inevitable se estaba presentando frente a sus ojos y que eso le dolería aún más de lo que ya estaba experimentando.

— n–no me dejes.. y–yo te amo..— se abrazo al cuerpo frío y sin vida de la única persona que le quedaba en la vida.
La única persona que le había prometido cuidarlo y protegerlo por el resto de sus vidas.

—¡¡Nooo!! — Grito desesperadamente al ya no percibir los latidos de su corazón. — ¡No! ¡Por favor!

El cuerpo lleno de heridas y marcas profundas se volvió más frío y sin vida dejándolo solo una vez más.

¿Por qué?

¿Por qué le sucedía a él?

¿Por qué a todas las personas que amaba morían?

¿Por qué?

— Taehyung.. — escucho voces que le pedían que se calmara, que lo dejara marchar pero su corazón y Omega no podían aceptarlo.

No podía aceptar el perder a la única persona de la que se enamoró.

No podía perder a la única persona que le prometió cuidarlo y protegerlo de todo y se todos, la única que lo comprendió y lo trato como lo que fue y aún así lo perdió todo.

Su corazón dolía mucho, demasiado.

Quería morir.

Ya no tenía razón para seguir viviendo, si Yoongi ya no estaba el no tenía derecho a vivir, ¿Por quién? ¿Por quién seguir luchando si la persona que más amaba ya no estaba?

Ya no tenía padres, no tuvo hermanos y muchos menos hijos, estaba solo.
¿Por qué seguir luchando.

— Debemos prepararlo para despedirlo.— escucho a los alfas presentes acordar aquello tan fríamente que le provocaba más llanto.

— Taehyung.. l–lo lamentó mucho.— sintió los brazos de Jimin en su espalda tratando de reconfortarlo pero no fue posible, sería que todo a su alrededor había dejado se importar y que ya no tenía razón para seguir.

Ya no tenía nada más que hacer.

Miró una última vez el rostro pálido de su alfa y le alejo un poco de su cuerpo, para dejarle el último beso.

Un último beso como despedida, siendo acompañado por dos lágrimas que bajaron de sus mejillas y se quedaron en la comisura de los labios contrarios.

Evito mirar a Jimin y a los demás presentes que se acercaron al cuerpo de su alfa.

Con las pocas energías que le quedaban en su cuerpo se levantó llevándose las miradas de todos.

— ¿Taehyung? — no respondió. ¿Para que?

Avanzo con pasos lentos y pesados sin rumbo fijo, ¿A dónde iba? Al único lugar en el que se encontraría con su alfa.

Poco le importaban los llamados de los demás omegas para que regresará, ya no le importaba nada.

Caminó.

Caminó sin rumbo alejándose de la orilla de playa, subiendo el risco que colinda con la misma siendo acompañado por el viento helado de la noche y la profunda noche señida de estrellas y de la luz de la luna, el frío era nada para el en esos momentos.

Las estrellas brillaban más de lo que recordaba y el cielo las acojia con su color, haciendo más miserable su dolor y situación.

Las olas del mar se estrellaban furiosamente contra las rocas sin contemplación, el sonido de las mismas mezclándose con el soplido del viento.

Odió mirar el resplandor de la luna en el cielo con toda el alma. ¿Por qué ella brillaba en ese momento tan doloroso? ¿Se burlaba de su dolor? Se suponía que era su diosa, la diosa más importante que veneraban y a la que agradecían en todo momento, por ser buena madre con sus hijos. Entonces¿Por qué lo castigaba así?

— ¿Por qué? — gritó con furia sin quitarle la mirada a la luna. — ¿Por qué te lo llevaste? ¡Era lo que más amó!

Sus pies avanzaron al borde del risco sin algún sentimiento de duda.

— .. pero p–prometo que estaremos juntos, hago una promesa bajo la luz de luna de está luna llena que te encontraré Min Yoongi y que estaremos juntos, seremos felices por la eternidad no importa lo que pasa y quién se interponga.. ¡Prometo amarte por el resto de vida vida y encontrarte por el resto de la eternidad, te amo!  — cerró los ojos dejando que las últimas lágrimas, en esta vida, salieran de sus ojos.

LUZ DE LUNA.   -YOONTAE-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora