XVII

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La nieve blanca y espesa aprezaba sus piernas evitando que se le facilitará caminar en auxilio del llamado del alfa de la manada, un llamando de alerta que había provocado que todos los aldeanos, alfas y betas, salieran de sus casonas y los omegas protegieran sus hogares.

¿Acaso se trataba de un ataque? De ser así no debía alejarse mucho de su casona por precaución, Taehyung se encontraba vulnerable y expuesto a causa del celo que no debía estar solo por mucho tiempo.
Desde su lugar logro ver cómo el alfa de la manada junto con Namjoon iban en su dirección seguido de otros alfas que portaban sus espadas desfundadas en sus manos, listos para lo que pudiese ocurrir.

— ¿Qué ocurre? — preguntó una vez que tuvo a los demás alfas cerca de él.

— Se vieron a extraños en nuestra frontera.— comunico el alfa buscando algo a sus espaldas.

Se giro en busca de aquello que buscaba el líder pero no logro ver nada, nada que le pareciera extraño o lejano a la nieve que cubrían las casonas, los árboles y algunas construcciones de madera.

— El invierno se extendió más de lo previsto y algunas manadas están buscando alimento, debemos actuar rápido antes de que nos quiten nuestras provisiones.

— Nuestras provisiones son pocas, pero sin ellas moriríamos en antes de que llegue la primavera.— comento Namjoon acomodándose las capas de piel que lo resguardaban del frío.

—Por eso debemos evitar confiarnos, los puntos más vulnerables y suceptibles a aún ataque es el sur y este, el norte es posible atravesar por la cantidad de nieve que impide el paso, una avalancha atrasaría con todo aquel que osada atravesarla, el norte nos protege la colina y el río, es difícil parar por ahí. Debemos poner mayor atención a la entrada sur.

— Hoseok y su familia tienen su casona en esa parte.

—Si, podemos cubrirla.— intervino Hoseok recién llagando al círculo imprevisto que se había formado mientras el alfa de la manada y Namjoon hablaban sobre los puntos débiles de la manada en caso de que existiera un ataque.

— Perfecto, nos turnaremos para cuidar y vigilar desde nuestros hogares porque la nieve impide que nos podamos desplazar con facilidad, los que vivan en las orilla deberán poner mayor atención cuando la nieve baje o no haya tormenta, es más probable que ataquen en esos momentos.

— Todos debemos estar pendientes desde nuestras casonas para evitar que nos tomen por sorpresa, si son los de la manada Choi intentarán robar las provisiones de la Omega Yang como la temporada pasada, atacaran a los más débiles.— opinó uno de los alfas más jóvenes de la manada teniendo la atención de todos los presentes.

—Exacto, no debemos confiarnos. Tomaremos turnos para vigilar en caso de que nos falle la vista. El  cuerno sonará tocado tengamos un ataque menor, el llamado cuando estemos bajo ataque, es necesario que todos estén atentos para evitar que perdamos comida. La nieve parece crecer cada día más y nuestras provisiones estaban bajando, si nos roban pareceremos todo lo que resta de la temporada o moriremos de habré y frío hasta de que termine.

Todos estaban de acuerdo en que existía la posibilidad de sufrir un ataque en algún momento y que debían tomar sus precauciones, algo que lo ponía en acción y alerta. Restablecer un horario como cuando estaba de guardia del reino, vigilar y cuidar lo que se le había impuesto hacer, en esta ocasión proteger a Taehyung y a la manada que le dio refugio y protección cuando huía de las garras del rey reinante de Vante, el causante de la muchas de sus desgracias y tragos amargos pero que no tenía el derecho de reclamar nada, por qué era el era el rey y él simplemente un soldado que se interpuso en su camino, uno más de todos los que resguardaban el palacio.

Un hombre sin transferencia al que le había quitado su vida, su patrimonio; un patrimonio que le había llevado una vida entera conseguir, su familia; su madre y su prometida que realmente nunca le quiso y termino yéndose a los brazos de ese alfa que tanto daño hizo a todos y que le había arrebatado todo a Taehyung.

Un rey que no debía ser llamando rey, ni gobernante.

Un alfa despreciable que todos odiaban.

— La manada parece incrementar.— susurró Hoseok a su lado, casi en un susurro impidiendo que alguien más lo escuchará.

— ¿De qué hablas?— interrogó mirando de reojo al alfa líder de la manada.

— Tienes el aroma de Taehyung impregnado en todo tu cuerpo.— trato de respirar el aroma a su alrededor dándose cuenta de lo que decía Hoseok era verdad, todo su cuerpo tenía el fuerte aroma a celo de Taehyung impregnado, demasiado dulce y fuerte que cualquiera podría percibir con solo respirar profundo por un par de segundos.

— Es normal, pero se pone mejor después del primer embarazo..  el aroma se vuelve más dulce y adictivo que es imposible ocultarlo. Si te lo diré yo. — tragó saliva tratando de que el calor en su cuerpo no fuera evidente y haciendo que su aroma aplacara el dulce y suave de Taehyung.

Evito mirar a cualquier de los alfas presentes y prestar atención a lo que el alfa líder decía pero no logrando lo por lo antes dicho por Hoseok.

¿Cómo evitarlo si había estado todo el tiempo con Taehyung?

Cuidándolo, arropando lo, velando sus sueños, reconociendo su cuerpo y de cierta manera, inconcientemente, preparándolo para tomarlo, no ahora, pero algún día, si es que las cosas se acomodaban de esa manera y Taehyung le diera la oportunidad de ser suyo.

No ahora, claro, algún día.

LUZ DE LUNA.   -YOONTAE-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora