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5 largos días desde haber salido de nuestro hogar a un lugar distinto

-Lucy, señorita Levy, beban esto -Romeo nos entregó un frasco de cristal en donde resaltaba el color rojo vivo

-¿Qué es?

-Solo beban, los habitantes de nuestra aldea no deben de saber que ustedes son humanos o los asesinarán -Tal y como lo pensaba. Los humanos no son bienvenidos

Estaba tan nerviosa. Al fin habíamos llegado, al gran valle donde aquellos seres habían logrado vivir durante tantos años tal vez

-Vamos, vamos -La entrada constaba de gigantescos árboles en ambas partes mostrándonos el camino. De inmediato nos íbamos topando con gente desconocida y por la manera de vernos, no parecíamos agradarles. Desconfiaban 

-¿Quiénes son ellas?/Se ven extrañas/¿Que hacen aquí? -Sus comentarios nos causaban más nervios

-Tranquilas

-¿A quienes trajeron pequeños?

-Son amigas -Una montaña se encontraba frente a nosotros y siguiendo a los pequeños, no esperamos más en escalarla

-¿Donde vamos Lu-chan? -Tampoco lo sabía así que seguimos en silencio. Ya nos encontrábamos en la cumbre más alta y una cueva esperaba justo frente a nosotros

-¿Mocosos? Les dije que no molestaran al abuelo -Una mujer no tan anciana de aspecto extraño nos recibió. Parecía estar enojada y sorprendida al vernos

-¿A quienes trajeron con ustedes? -Levy se puso detrás de mi. ¿Como la enfrentaríamos si se enteraba de su verdadera identidad?

-Estas personas pueden ayudar al abuelo abuela Porlyusica -La señora no nos quitaba los ojos de encima, sospechaba

-Salgan de aquí y déjame con ellas  Su voz autoritaria me hacia pensar que esta charla, no acabaría pronto

-Como pudieron llegar unas simples jovencitas a la guarida de unas bestias ¿Acaso no saben que este lugar no admite a humanos? ¿Acaso éste es un acto suicida?

-Señ-

-Aún no terminé. No sé como llegaron hasta aquí pero les ordeno que salgan de inmediato -Lo sabia, no todos ellos podían confiar en nosotros

-El abuelo Macarov está muy mal. Necesita mi ayuda

-¿Conoces al viejo? -Volteó a verme curiosa. Almenos había captado su atención

-Yo los ayudé cuando aún vivían en aquella aldea... -Su ceño fruncido me indicó que me detuviera

-Así que eres esa niña ordinaria que hizo que mis hermanos corrieran peligro. Como pudieron traer esos mocosos a una mujer así -¿Que le habían contado para que tenga esa idea sobre mí?

-No fue mi intención exponerlos al peligro

-Gracias a Natsu, lograron llegar a tiempo con nosotros y ahora míralos, tienen una mejor vida -Los niños estaban realmente felices con sus nuevos amigos y no solo ellos, algunos de los adultos que conocí se sentaban entre ellos y otros más hablando tal vez de algún anécdota que les causaba sonrisas. Sentí culpa al pensar que si Natsu no se enteraba de lo que iba ocurrir, todos ellos...

-No tenia idea

-Ahora lo sabes. No queremos tener más contacto contigo y los que sean de tu raza. Realmente son despreciables

-¡Tampoco se exprese así de nosotros señora! Usted solo confió en personas equivocadas pero no por eso nos debe de tratar mal -Había olvidado que Levy venía conmigo

Mundos DistintosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora