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¿A quién recurrirían? Estaban solas, rodeadas de las bestias mas despreciables, peores que aquellos que habían hecho lazos con Lucy

-La quiero a ella -Si, el destino no estaba de su lado. Aquella rubia corría mas peligro pero podría ser casi predecible que Lisanna estaba muy al tanto que no dudaría en actuar. Todo para proteger a esa mujer que al principio despreciaba por alejar a su gran y primer amor de la infancia

-Lucy, corre -En un empujón, todo se descontroló. Los hombres en conjunto saltaron hacia  la mujer herida, tomándola de sus extremidades sin ningún cuidado. Golpeándola sin compasión tras haber herido a uno de ellos con el mismo arma que había sido impactada hace poco. Lucy debía de correr cueva a dentro. Sabía que ellos no descansarían hasta tenerla

La falta de luz no hacía las cosas sencillas  y sus tropiezos lograban oírse a todo dar. Sabía que si no encontraba una salida, posiblemente se perdería y la encontrarían, temía de su amiga que había dejado atrás ¿Ella se encontraría bien? ¿Por qué las querían dañar?

Miles de incógnitas atareaban la cabeza de aquella muchacha. Una luz, si, una luz de esperanza  alumbraba en su lejano camino. No sabía si era bueno salir de inmediato pero el ruido de aquellos hombres a lo lejos la aterraba aún más.

Entre muchas rocas, la mujer salía en apuros dando lo mejor de ella pues, el agujero que la liberaría de ese oscuro hueco se encontraba casi bajo tierra. Las manos dolían de tanto rasgar dándole paso al fin

Todo a su alrededor se le hacía conocido. Estaba llegando a su destino, la aldea pero dentro de ella suponía que nada andaba bien. El olor a quemado se hacía cada vez más intenso. Cogiendo fuerzas una vez más, corrió como un alma errante buscando ser liberada. Nadie

No había nadie en aquel desolado lugar. Casitas incendiadas, puestos de cultivo destrozados. y ¿El abuelo? Donde estaba el abuelo, los niños, todos ellos donde estaban

Los ojos la delataban, sospechaba que toda esta calamidad estaba por venir pero simplemente pensó en ella misma y huyó, como una cobarde. El dolor y amargura por no haber ayudado la consumía provocando odio a sí misma. Los lagos mostraban un color poco natural, las hojas estaban arrancadas toscamente, el frío no era nada comparado al terror que tenía Lucy en ese instante

Deseaba escuchar las voces de sus amigos llamarla como siempre, escuchar a Natsu decirle sus típicas frases ofensivas, al abuelo darle consejos, a los niños contarle sus anécdotas

-Pequeños -Su cuerpo necesitaba descanso mas ella, no permitiría que eso pasara hasta ver ha alguno de ellos

No se daría por vencida. A duras penas, los pies volvieron a reanudar el paso, débiles pero seguirían continuando

-Mi señora, la mocosa llegó a ese lugar

-No la atrapen, síganla. Ella nos podría mostrar el camino hacia los demás -Las desgracias no paraban de llegar. Esta vez ¿La villana triunfaría?

Las montañas eran engañosas ¿Aún podrían ayudar a Lucy a llegar a donde quería? Ella no lo sabía. Cada giro de la mirada, presentía que su rumbo cambiaba de inmediato, acaso ella ¿Estaba perdida?

-Por favor, déjame encontrarlos. Quiero ver al abuelo -Estaba en su límite, las rodillas fueron las primeras en desplomarse, continuando con lo que quedaba consciente

Era extraño. Al único a quién en realidad quería ver, era a ese hombre frío, distante y nada divertido, de semblante sumamente autoritario. La única sonrisa cálida que le había otorgado era casi como ella podría llamar "un sueño hecho realidad"

 La única sonrisa cálida que le había otorgado era casi como ella podría llamar "un sueño hecho realidad"

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-Lucy -¿Era él? 

-¡Lucy! -Natsu

-¡Niña! -No, su voz cambió. Al abrir los ojos, lo primero que pensó era que ya había dejado el mundo de los mortales, reencontrándose con sus seres amados

-¿Acaso murieron todos? -La abuela Porlyusica la vio intrigada

-Mocosa, no digas tales tonterías -Un refugio. Ellos estaban vivos, nadie había muerto

Abracé de ella lo más fuerte que pude, ella estaba bien, los demás también debían de estarlo. Él, él tenía que estar bien

-¿Que hacías ahí? ¿Cómo es que estás aquí? -Su sorpresa era admirable

-Lisanna -La voz se distorsionó al recordarla, no pudo soportar la amargura que sentía en su interior. ¿Ella estaba bien?

-¡Habla! Que pasa con mi nieta -Lucy conmocionada, abrió en grande los ojos al ver lo desesperada que estaba

-Ellos, ellos la atraparon. Rena, esa mujer nos traicionó -Sintió su reacción de inmediato. La sorpresa en su rostro era tan predecible

-No, no digas cosas así. Esa niñ-

-Anciana -La mujer de edad avanzada giró al dueño de aquella voz. El abuelo había despertado

-Abu-

-No digas nada pequeña, ve con los niños. Tengo que hablar con la anciana de algo sumamente importante

-Si -Asentí temerosa. No sabía como actuar frente a la seriedad de ambas personas, presentía que algo no andaba bien

Los niños se encontraban al otro lado del pequeño bosque, no eran los únicos que estaban ahí, muchos de ellos estaban heridos ¿Qué es lo que había pasado?

-Wendy

-¡Lucy! -La pequeña la recibió con una gran sonrisa melancólica

-Señorita Lucy ¿Natsu no volvió con usted? - En cierto modo su pregunta la hizo dudar

Era consiente de que ambos no se habían visto en mucho tiempo y pensó que estaría con ellos, mas no era así

-Pensé que estaría aquí, con ustedes -Los niños abrieron en grande los ojos, acompañándolos una gran preocupación. ¿Dónde se había metido Natsu?

-Él nos dijo que iría por usted, el día que dejaría este lugar. Natsu la fue a buscar y desde entonces, no volvió

Un latido, no, dos latidos que sacudieron todo el cuerpo delicado de aquella mujer hicieron que se volviera casi a desplomar

-Señorita Lucy -Ella quería verlo, no importaba como, aún si le gritaba

***

Una cierta esencia llegaba a cierto hombre decaído y de aspecto sombrío. Aquel aroma a flores y dulce de vainilla que extrañaba y estaba acostumbrado a sentir. Si, era ella

Aquella mujer que había dejado irse, estaba de vuelta. ¿Por él? Tal vez. Miles de preguntas ahogaban su extensa mente. Necesitaba sentirla, oír su preciada y delicada voz. Verla y, verla y ¿luego? Que haría 

La despreció aunque Lucy quería permanecer junto a él y ahora él suplicaría por ella. No importaba donde quedaría su gran orgullo, sabía que Lucy lo merecía. Aunque estaba mas que claro que el miedo abundaba aún en aquella mujer

-Lucy

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Actualizaciones a paso de tortuga por motivos de estudios bebés :c

Mundos DistintosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora