-¿Crees en mis palabras?
-Yo, tengo miedo
-Sentí algo por tí. Una bestia que llega a querer a una simple humana en mi mundo, es un pecado
-Es injusto
-El destino es injusto. Lucy
-Hah -Un extraño presentimiento se aferraba a su pecho
-Que le pasa Señor Gray -La inseguridad era obvia pero simplemente lo ignoraba por creer que era una decaída
-Es solo el cansancio
-Debería volver a casa, su señora espera por usted. Nosotros buscaremos a esa alimaña, no debe de estar lejos
-No pueden dejarlo escapar -Por ahora la única forma de mantenerlo calmado era verla, ver a la madre de su niño, a su querida esposa. Su familia
-Lo veo luego, señor Gray -Asintió y reanudó su largo trayecto a su pequeño hogar. Los pasos se volvían más rápidos por su incomoda ansiedad, ahora estaba más seguro, ella estaba en peligro
Una vez más, las piernas se llevaron el duro trabajo. La cabaña se encontraba ya cerca. Pero algo no andaba bien, las luces estaban apagadas y la chimenea no desprendía humo
Entrando, esperó a su amada decirle "Buenas noches querido" y una deliciosa cena para dos pero no, solo observaba más oscuridad, unas velas desgastadas y la comida fría
-¿Juvia? -La fría habitación daba a entender que ella no había vuelto a casa ya un largo tiempo
Un escalofrío recorrió cada parte de su cuerpo, el miedo le hacía pensar cosas poco agradables. La bestia estaba suelta y su mujer deambulaba sola por quien sabe donde
Maldijo miles de veces en su interior y recorrió la casa, no había ningún rastro de ella. Volvió con sus amigos aún con pocas esperanzas
-Señor Gray, le diji-
-Mi esposa no está en casa, necesito buscarla -De inmediato los cazadores se alertaron ante tal tono de voz
-Necesitamos separarnos para encontrarla más rápido, es peligroso que cualquier persona esté sola a estas horas de la noche -Aquellas palabras preocuparon más al líder de dichos cazadores
-Encuentrenla a toda costa -Los caballos esperaban a ser montados, la tormenta ya había cesado pero la sensación de incomodidad y tensión se sentía alrededor
Los galopes hacían ruido por todo el gran bosque. Cada instante que pasaba lejos de ella hacía que sus sentidos se desesperaran cada vez más
El amanecer ya se iba acercando y no encontraban rastros de Juvia. La preocupación de Gray estaba por desbordarse, cada actitud lo demostraba
-Señor Gray, su esposa no se encuentra por ningún lado
-Es, es como si se la hubiera traga-
-¡Dejen de hablar y sigan buscando! -Su peor temor se hacía cada vez mas obvio
Todo centrados en la catedral de Magnolia, unos preocupados, otros desesperados. Cualquier noticia de ella sería un gran alivio en estos momentos, pensaba él. Sin saber que es lo que recibiría demasiado pronto
-¡Señor Gray! -Alguien interrumpió el silencioso momento captando la atención de todos en el lugar
-La encontramos en las laderas del pueblo, hacia el sur per- .-Sin terminar de hablar aquella mujer, el desesperado joven corrió en busca de esa quisquillosa persona que había cambiado su forma de ser
-Que pasa -Uno de los que estaban plasmados por la noticia curioseaba por saber que iba decir
-La señora Juvia está... -Bajó la cabeza sin más, dando a entender que ella ya había dado su ultimo suspiro de vida
-Acompañemos a ese hombre, sus impulsos harán que cometa una locura
Y así fue
El encuentro que tanto deseaba se convirtió en una gran y desdichada tragedia. Como dijo aquella misteriosa mujer, el cuerpo de Juvia se encontraba a las laderas del pueblo, que era el único lugar que no habían visitado en toda la maldita noche. El débil cuerpo estaba casi en las ruinas de aquel precipicio, las marcas de mordedura fueron las primeras señales de haber sido atacada
Gray lo sospechaba más no lo aseguraba hasta verlo con sus propios ojos
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-Por favor, abre tus ojos. Te lo ruego, Juvia -Los hombres solo suspiraban al ver tal escena horrible y triste
La vulnerabilidad de Gray era ella, su amada, aun cuando ellos pensaban que no tenía ningún miedo, todas esas ideas se esfumaron al verlo en tal estado. Después de todo era un ser vivo capaz de sentir
-Señor Gra-
-Déjenme solo, con ella -El tan solo escucharlo fue suficiente para los presentes. El dolor se transmitía en cada una de las personas pero ya era tarde, se había ido. Para siempre
Cada momento, hasta el mas insignificante lo recordaba. El primer día cuando la vio llegar de la gran ciudad, aquellos días que lo irritaba, su declaración, su primera noche juntos y la noticia de su bebé, su niño. Los había perdido a ambos, a la pequeña familia que había formado aún cuando pensaba que no sería feliz el resto de su miserable vida
-Mi Juvia -El ultimo aliento de dolor fue consumido por odio
La gran guerra de bestias comenzaba, ahora con el resentimiento, se originaría una venganza en donde solo uno saldría victorioso
-Señor Gray aún podemos.
-No volverá -Entre sus brazos llevaba a su familia muerta.
-Todos, busquen en cada rincón del valle, encuentren a esas criaturas y mátenlos, a todos -Muchos de ellos observaban el semblante gris que desprendía de su cuerpo. Estaba furioso
Una pareja en particular observaba con atención el plan que tenían
-Debemos de avisar a los demás. Gajeel
-No podemos pasar desapercibidos, ese hombre nos podría matar si nos ve con ellos. Esperemos a la noche -Ambos salieron con la cabeza gacha luego de aquel incidente
Y como dijo, el peli azul ya los tenía en la mira
-Obsérvalos -Mandó a uno de sus hombres por ellos
***
Las cosas no marchaban bien del otro lado el valle. Natsu consciente de lo que había hecho solo se limitaba a ser perseguido por su consciencia rígida y culpable por el delito causado, sabía bien de quien se trataba mas su culpa lo carcomía. Tarde o temprano se enterarían del hecho atroz que cometió, y sabía perfectamente que irían por él
Ahora su mayor duda era Lucy ¿Acaso también irían por ella? No. Ella no hizo nada malo pero, sabían de su relación
Encontrarla, era lo primero que debía de hacer. Estaba seguro que ella había vuelto pero donde, donde buscarla