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-Prométeme que no te acercarás mucho a Natsu. Ese chico cometió muchas cosas horribles en el pasado y no puedo permitir que dañe a más personas -Asentí sin continuar más la conversación

-Usted mencionó que en estos días, iría a comer ¿A qué se refería?

-Irá de caza. Nunca sé a donde vá, solo sé que cuando está en esa etapa, no se puede controlar y procuramos alejarnos

-Entiendo -Comer. Talvés él... ¿Podría comer humanos? No, definitivamente eso no sucedería

-Tengo que irme. Sé cuidadosa mocosa -El hombre también desapareció entre la malesa

Traté de no pensar mucho en esa idea. Natsu no podría ser tan cruel, ¿O sí? ¿En realidad qué sabía de él? Por qué decidí ayudarlo si se trataba de una bestia ¿Que tan cercana era para él?

Sacudí la cabeza de tanto pensar que me habia quedado dormida. Al despertar aún era de madrugada y decidí continuar con las pociones para los niños

Horas y horas pasaron hasta que al fin logré crear antibióticos para el dolor, me sentía orgullosa de mí misma, serviría de algo. Saqué unas cuantas réplicas de la medicina y las llevé de inmediato con el anciano.

Sabía que llegar a la aldea sería complicado pero esta vez no me dejaría intimidar por lo oscuro que era el bosque. Tomé unas cuantas cosas y me encaminé hacia mi destino

Tenía la sensación de que no era la única en ese lugar tan desolado, tantas ideas locas se infiltraban en la cabeza que no me dejaban pensar con claridad. Un desconocido caminando por el mismo sendero que yo... el tan solo imaginarlo me causaba escalosfríos que apresuré el paso.

No, no era solo yo. Unas grandes pisadas me indicaban que no lo habia imaginado, en verdad había alguien cerca a mí. Mi cuerpo actuaba por sí solo corriendo poco y más al mismo tiempo, tenía miedo. Las pisadas seguían oyendose y cada vez más cerca pero seguí corriendo. Gritar sería estúpido así que continué. Observé una vez más mi alrededor y estaba cerca, lo habia conseguido, logré encontrar las pequeñas casitas que en su mayoria estaban quemadas

-¿Lucy? -Macarov-san

-Que alivio -Suspiré profundo

-¿Pasó algo? -Era mejor no hablar nada acerca de lo ocurrido

-No. Lléveme con los niños, les tengo una sorpresa -Dije enstusiasmada

El abuelo solo asintió y lo seguí. Pequeñas criaturas de 4 patas corrían en un campo lleno de flores fuera de la aldea. Estaban tan felices

-¡Mocosos! ¡Vengan aquí! -Los animalitos rapidamente fueron transformandose. Aún era extraño verlos hacer eso

-Que pasa abuelo -El mencionado me observó para continuar

-¿Saben lo que es esto? -Les mostré pequeñas gomitas

-¿Dulces? El abuelo dice que no es bueno comerlos

-Éstos tienen sabor a cereza. Y nos les hará daño -Sonreí a la pequeña de cabellos azules

-Pueden comerlo -El abuelo me ayudó a convencerlos y de inmediato comieron de cada uno

-Que tienen esas cosas

-Mezclé los ingredientes amargos con dulces para que disimulen el sabor. Eso les ayudará a calmar sus dolores y curar sus heridas con más rapidéz -Los ví alejandose

-Sé que no son los únicos. Tome esto -Saqué una bolsita llena de las mismas gomitas pero estas últimas eran mas eficácez para los adultos

-No dude en comerlo. Ya lo probé y funciona, me alegro poder ayudarlos Macarov-san -Sonreí mientras él aún me observaba

-Aún no puedo confiar en tí

-Lo sé. Pero con el tiempo haré que pueda pensar lo contrario -Volví a sonreir aún más

-Eres tan extraña -Sentí una punzada en el pecho

-¿Te encuentras bien? -Asentí tratando de respirar nuevamente

-Solo fue un mareo -Un extraño mareo

-¿Deberias descansar? -No. Queria aprovechar ver un poco los alrededores mientras aún estaba aquí

-Estoy bien. ¿Puedo ir a ver un poco? -Refiriendome al lugar

-No vayas muy al este. Las personas suelen perderse si no conocen esos lares -Asentí y practicamente corrí

Ignoré lo que habia pasado hace unos instantes y solo me concentré en observar. El campo de flores por donde antes corrían los pequeños era tan hermoso pero no podía solo quedarme y seguí. No todo estaba destruido, algunas malas hierbas crecían entre algunas casas viejas y les daba un toque misterioso. Los árboles iban siendo mas grandes mientras avanzaba

No solo habitaban insectos, también apreciaba conejos, cervatillos mientras seguía el paso. Presentía que estos lugares eran tan similares y distintos a casa. Que extraña sensación

Me alejaba más de la aldea sin haberme dado cuenta. Estaba a unos cuantos pasos de la parte trasera de mi cabaña. ¿Como habia llegado?

-Tan extraño -Bajé la cabeza resignada. No volvería a la aldea por ahora

Dormí un poco y no tenía ganas de comer. El transcurso del día se fue volando hasta caer la noche, tomé un abrigo y salí. Perdida en mis pensamientos llegué a aquel río donde días atrás habia oído una conversación que no era de mi incumbencia.

-Que tonto recordar eso justo ahora -Las luciernagas ya comenzaban a danzar sobre el pastisal cerca que sin darme cuenta, era la espectadora de tan hermosos insectos

Quité los zapatos y dejé que el agua fría se encargara de relajarme. Un suspiro tras otro recordaba cosas sin sentido, cuando volvería el desconocido. Mañana se cumplirían los dos días y él vendría ¿Verdad?

Observar el cielo me hacia creer que él estaba cerca pero no podía verlo. Mis ojos al fin cesaban, el cansancio de tantos parpadeos demostraban que podría quedarme dormida aquí

Sería una ilución o no. Una silueta desnuda aparecía del otro extremo del río ¿Una fantasma? Talvés

Mundos DistintosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora