Decepción, ira, impotencia, confusión. Era unas de las tantas emociones que sentía en ese preciso momento
-Vete -El pelirosa se vio confundido pero no. Esta vez sería yo quien decida
-¿Qu-
-¡Que te vayas! Necesito estar sola, no te necesito aquí
-Te lo dije desde el principio, no te dejaré sola -A paso decidido se acercó, sus fuertes brazos fueron hacia mis rodillas levantándome sin cuidado
-¡¿Qué haces?! -Golpeaba una y otra vez su dura espalda pero era imposible causar siquiera un quejido en él. ¡Tan cabeza dura!
-Mientras sigas de terca, no te bajaré -Solo espera Natsu
Mis brazos estaban tan agotados de tanto golpear, sinceramente no sabía cuanto tardaríamos en llegar a casa ya que el camino era mucho más largo de lo que esperaba
-¿Donde vamos? -Puesto que no respondía, tal vez ni él sabia donde íbamos
-No es necesario llevarme cargada todo el día, puedo caminar -Que tan silencioso puede ser este hombre
-¿Te enojaste cuando dije que solo cuidaba de ti porque me lo pidieron? -Hizo un pare. Era mucho más que imposible que supiera eso
-No es así
-Si ese es el caso, dime por qué actuaste así tan de repente -Quedé en silencio. No podía creer que me tenia acorralada ¿Como es que pasó esto?
-Estoy cansada. Quiero ir a casa, Natsu
-Esta vez no iremos a ese lugar -¿Que?
-Espera. A donde me llevas -Reanudó el paso y volviendo a callar
Tan irritada. Deseaba que alguien pasara por estos lugares pero mientras mas avanzábamos, se me agotaban las ideas
El cielo estaba de mi lado, los vientos comenzaban a soplar mientras las nubes estaban tornándose oscuras
-Lloverá. Volvamos -Pero no. Aquel animal seguía tan terco. Las cosas no podrían empeorar de no ser por aquella cueva a donde se supone que nos dirigíamos. Natsu al fin me había puesto los pies en la tierra
-¿Por qué te quieres alejar de mí? -Al mencionarlo, dejé de dar más pasos lejos de él
-Dijiste que me alejara de ustedes, es lo que hago -Parece ser que no sabia del tratamiento del abuelo
-No logro entenderlo -¿En que pensaba?
-Deberías de volver antes de que la lluvia comience a caer -Su prometida estaría esperándolo
-Te traje aquí por una razón -Tomó una bocanada de aire y se sentó de inmediato
-Bien. Habla -Me senté en una pequeña roca no tan cerca de él
-El abuelo... me dijo que aclarara una situación contigo
-Si vas a pedirme alejarme de ustedes. Ya sabes mi respuesta, lo haré -No me quedaba mucho tiempo después de todo
-¿Por qué ese cambio tan repentino? Que es lo que planeas
-¿No lo recuerdas? Somos de mundos muy distintos y estar cerca de ustedes, traería consigo muchos problemas además -Callé un momento mientras salía a echar un vistazo
-La primavera se acerca y culminado esta estación. Me iré para siempre Natsu -Desvió sus ojos de inmediato al darse cuenta que lo estaba observando
-¿Para siempre?
-Quiero ver más del mundo exterior, conocer gente nueva... -Hice un pare cuando oí que aquel hombre con la mirada fruncida se acercaba
-¿Qué pasa? -Su rostro estaba a unos centímetros del mío, temía que vuelva a tocarme e intentara asesinarme así que solo me digné a apretar los ojos y retroceder
-Me tienes miedo -Sus manos planeaban tocarme ¿Miedo? ¿Eso sentía por él?
-Mañana por la mañana, volveremos -¿Cual era el verdadero propósito de venir aquí?
-Si -Las gotas de lluvia ya iban bajando, los truenos me causaban terror pero ahora no podía hacer nada. Por suerte habían unas cuantas ramas secas e hicimos una fogata. Era extraño ver lluvia cuando nevaba
En un descuido, Natsu había desaparecido. Solo me quedaba estar cerca del fuego ya que el frío aumentaba
Pegué los ojos al no poder esperar más, volvería por mí ¿verdad?
Cada minuto, y hasta horas pasaban. ¿Él realmente se había marchado? No podría ser así, como volvería a casa si no conocía el camino de regreso
-No me fui. Deja de pensar tanto -Escuché su voz en lo más profundo de la cueva. ¿Solo estaba ahí?
-No lo hacía. La lluvia cesará pronto, tengo que vender mis flores para mañana o no tendré dinero suficiente para comer
-Yo me ocuparé de eso, tu solo preocúpate en tus heridas
-Deja de hacerte el interesado, estas aquí solo por obligación, deja de fingir -No quería pensar más, era momento de aclarar las cosas. Creo que este extraño sentimiento salía a flote cuando él estaba cerca
-De que hablas
-No quiero volver a repetirlo. Luego de esta ocasión, ayudaré al abuelo con su tratamiento -abrió en grande sus ojos. Parece que no sabía que yo era quien cuidaba de él
-Tengo el apoyo de la anciana. Solo hasta que mejore. Luego de eso me marcharé, quiero que me dejes cuidarlo -No podía predecir lo que pensaba, su mirada me confundía
-No es necesario volver a vernos, si es lo que te preocupa -Lo dije antes de que él mencionara alguna palabra, creo que la distancia nos haría bien. Después de todo, nunca debí relacionarme con él
-Bien
Luego de aquella charla, no volvimos a mencionarnos una sola palabra, a menos que sea solo para avisar que debíamos de volver a casa. Estaba ansiosa por alguna razón que desconocía. La lluvia cesó y regresamos
-Sigue este sendero y llegarás -Asentí cojeando, supongo que sería la ultima vez que lo vería ¿No es así? Me mostró su gran espalda y se echó a caminar pero de la nada, se detuvo nuevamente
-Y Lucy, ten cuidado -No alcancé a responder ya que sus patas fueron más veloces que mis palabras
-También ten cuidado...
¡Maldita sea! ¿Era todo lo que quería decir? Había dejado muy en claro que no lo quería volver a ver pero ahora, ahora quería lo contrario pero ¿Por qué?
Odiaba esta inquietud, esta sensación de ir tras él, estaba volviéndome loca, demente, maniática. Pero lo mas extraño de todo esto era por un motivo que desconocía
El corazón dolía, tal vez estaba enferma. Llegaría a mi guarida y jugaría con un montón de raíces buscando alguno que alivie este horroroso mal
***
-¿Aclaraste algo?
-Ella se irá. Dejará este rincón de dolor
-¿No se lo dijiste?
-Me odia, lo sentí en su mirada, tiene miedo de mí ¡De esta maldita bestia! -El hombre golpeaba con fiereza
-Debes de darte por vencido. Es momento de aceptar a la nueva líder de nuestra manada. Natsu

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Mundos Distintos
Random-¿Crees en mis palabras? -Yo, tengo miedo -Sentí algo por tí. Una bestia que llega a querer a una simple humana en mi mundo, es un pecado -Es injusto -El destino es injusto. Lucy