Capitulo 24: La Capital

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Aprovechando que había sido un agotador y frío día de clases, justo en la época de exámenes ya que el inminente termino del semestre estaba por llegar, con Vincent aprovechamos de dormir la mayor parte del viaje, estábamos cansados de tanto estudiar y hablar hasta que uno de los dos se quedara dormido. Cuando despertábamos, comíamos skittles que Vincent había traído e intentábamos ver la película que estaban pasando, sin embargo, nos quedábamos hablando de cualquier cosa interesante que nos hubiera ocurrido, no teníamos mucho tiempo para estar juntos en la semana, Vincent tenía a sus amigos y yo también, y aunque por mi parte me hubiese estar todo momento pegado a mi novio, sabía que el disfrutaba pasar el tiempo con ellos, lo veía en sus ojitos llenos de emoción cada vez que me contaba una anécdota de ellos.

Vincent me contaba de las tareas que le habían dejado y tendría que hacer este fin de semana, o de algo gracioso que había pasado con sus amigos. A pesar de que me molestaba, Zack comenzaba a aparecer poco a poco en las historias de este, ya que era el baterista de la pequeña banda que estaban formando con sus amigos para el festival de talentos, o como decía Carlos, para ser famosos y millonarios, cosa que ninguno se creía realmente.

―Y luego Carlos dijo que podía tocar la batería y lo hizo con tanta fuerza que rompió la baqueta de Zack y todos quedamos en silencio pensando que pelearían ya que se llevaban algo mal, pero ambos comenzaron a reír mientras todos nos mirábamos sin entender, al final pasa que las baquetas siempre se rompen y los bateristas tienen de repuesto.

― ¿Zack te trata bien?

―Si, bueno no hemos hablado mucho, se lleva muy bien con Nicky y ahora también con Carlos, Sally lo evita un poco desde que le escucho decir que no se había lavado el cabello en 3 días. Incluso ahora juega futbol con Carlos en el almuerzo.

―Nunca entendí mucho el futbol.

―Yo tampoco, soy más de basquetbol, aunque por lo general no se me dan bien los deportes...

―Creo que soy bueno en los deportes, no me destaco, pero puedo hacerlo.

―Siempre he pensado que me gustaría practicar uno, pero no se que se me daría bien, creo que las quemadas son mi deporte favorito ― comenzó a reír ― apesto... pero es divertido, además si me dan rápido puedo sentarme.

Comencé a molestar a Vincent por apestar en los deportes, picando su estomago diciendo que estaba blandito y que tenía que endurecerse, hasta que miré por la ventana, sin tener cuenta de cuantas horas habían pasado ya.

― ¿Cuánto falta?

― ¿Otra vez? Deben quedar una o dos horas ― dijo poniendo en blanco sus ojos y mirando la pantalla de su teléfono.

Había momentos en los que sin saber la razón me quedaba embelesado mirando al chico que estaba a mi lado, sus pestañas largas hacían sombra sobre su piel debido a la luz del teléfono, me sentía afortunado de que luego de salir de una relación tan turbulenta y llena de peleas por fin podía tener algo de paz y afecto con Vincent. Se sentía como si pasara lo que pasara, definitivamente estaríamos bien si estábamos juntos.

Intenté tocar su pestaña mientras este riendo me lanzaba un leve golpe seguido de un par de besitos en la mejilla, sonriéndome mientras sus mejillas se coloreaban levemente al darse cuenta de que lo había estado mirando de esa manera.

―No voy a la capital hace mucho. Recuerdo que cuando niño pedí para uno de mis cumpleaños ir al parque de diversiones que hay y me sentía tan pequeño ya que la ciudad era inmensa. ― le comenté suspirando por aquellos lejanos recuerdos.

―La primera vez que llegué al pueblo me sentí similar, pero ahora siento que es muy pequeño, creo que estoy acostumbrado a la ciudad.

― ¿Y qué lugares me vas a mostrar?

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