De un día para otro Nicky había dejar de hablar de Kevin como si sus prioridades en este momento fueran otras, aunque le preguntaba a Carlos si Nicky le había dicho algo estaba en mi misma posición, por otro lado, Nicky parecía muy interesada en mi amistad con Sally y cada vez que me veía mensajearme con ella comenzaba a ojear nuestras conversaciones de manera inocente.
Sally era agradable e inteligente y aunque iba un grado más abajo parecía muy madura, cada vez que nos encontrábamos en el recreo me saludaba con entusiasmo y ambos aprovechábamos aquellos minutos para preguntarnos cualquier cosa que tanto como a Carlos y a Nicky no le importaba.
― ¿Quieres ir a tomar un café? ― me preguntó ― hace frío...
―Vamos ¿Leíste ayer el nuevo capítulo? Estoy seguro de que Space va a morir.
―Space no puede morir.
―Nunca se sabe...
―Adelántense ― soltó Nicky dándole una mirada extraña a la amiga de Sally.
―Si, nosotros vamos a... ― la chica se quedó muda sin saber que decir.
―Vamos al invernadero.
Sally miró al suelo, sonriéndome, haciendo que sus mejillas repletas de pecas y sonrosadas se vieran más redondas. La animé a caminar y seguimos hablando del capitulo del comic. A lo lejos vi a Kevin y lo saludé con la mano, este desordenando su cabello intentó sonreír, alzando su mano y desviando la mirada enseguida.
― ¿Te gustan el café de maquina? ― le pregunté, intentando dejar de pensar en lo raro que había estado Kevin los últimos días.
―No, pero he visto que limpian muy bien este...
―Una vez vi en las noticias que había una rata dentro de uno...
―Si... me dan escalofríos los roedores y las palomas... y todos esos bichos...
―Pero ya estás llevando mejor todo ¿no?
―Si... ― Sally sonrió mientras metía un par de monedas y enseguida se ponía jabón antibacterial en las manos.
Poco después de conocernos y quedar en beber un café juntos en un pequeño viaje a la ciudad vecina, Sally me comentó que la habían diagnosticado con un leve trastorno obsesivo compulsivo, tanto ella como sus padres no querían que aumentara con los años por lo que muchas veces superando sus limites Sally intentaba hacer cosas que en una situación normal le generaban un montón de ansiedad, como beber un café de maquina o tomar de una soda en lata.
―Sally el fin de semana comienza la feria, Kevin me invitó a ir con él el sábado ¿Te unes?
― ¿Kevin es el pelirrojo de la otra vez?
―Si.
―La verdad es que me gustaría ir... pero las ferias...
―No te fuerces, se va a quedar un tiempo, si te decides vamos juntos ― intenté darle confianza mientras a nuestro lado pasaban unos chicos y comenzaban a hacer ruidos ridículos como insinuando que nos gustábamos.
Nos sentamos sobre un par de jardineras y comenzamos a beber el café, Sally usaba medias con puntos bajo las calcetas del colegio y movía sus pies ya que no alcanzaban a tocar el suelo. Con emoción me hablaba de que a pesar de que no tenía pareja sus padres ya estaban buscándole un vestido para el baile de invierno.
― ¿Te gustan los bailes?
―Si... bueno el año pasado no pude ir porque estaba en un concurso y en la secundaria tampoco. Estoy segura de que Lara no tiene pareja así que tal vez vayamos juntas ¿Tu vas a ir con Nicky?
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Té de Manzanilla
RomanceCuando la vida tranquila de Kevin comenzó a caerse a pedazos encontró un hermoso refugio entre las paredes de la enfermería pintadas de color crema, en caminatas por el parque al atardecer, en las aromáticas plantas del huerto, en las flores y aves...