― ¡Mamá! ¿Cómo me veo?
―Bien... ― soltó recostada sobre el sofá aprovechando que le habían dado el día libre en el hospital.
― ¡No me estás mirando!
―Estás con la camisa azul de anclas y los pantalones caqui, No te pongas sudadera por favor, usa el sweater que te regaló tu tía el año pasado.
―Ya. ― subí las escaleras en busca del mentado sweater.
No recordaba haberme preocupado tanto de cómo me veía hace años, y era que de verdad quería verme bien. Tal vez deseaba impresionarlo y recibir de su parte un "te ves bien Kevin" o "me gusta tu estilo". ¿Por qué quería impresionar tanto a Vincent?, sólo con pensar en ello mis mejillas comenzaban a arder. ¿No era demasiado pronto para que alguien comenzara a gustarme?, llevaba muy poco tiempo de conocerlo, pero cuando me enamoré de Tyler fue a primera vista. Tal vez no es muy extraño lo que siento en este momento por Vincent, tal vez al igual como pasó con Tyler podemos comenzar algo también.
Metí todas las cosas que necesitaría para pasar la noche en mi mochila y bajé para despedirme de mi mamá.
―Chao mami te quiero.
―Kevin, no hagas nada estúpido, ¿Bueno? Vincent es un buen niño, así que piensa bien las cosas antes de actuar.
― ¿Mamá?, ¿a qué te refieres?
―Se nota a leguas que te gusta, hasta tu papá se ha dado cuenta, pero no pienses sólo en ti Kev, también lo que la otra persona piensa. No te lo digo para amargarte, pero soy tu mamá y no quiero que sigas sufriendo y que de paso hagas sufrir a ese pajarito. Te lo digo porque te conozco Kevin, sé que eres un romántico así que no le des muchas vueltas. La vida no real no es como una historia donde la te enamoras a primera vista, el amor se construye.
―Pero...
―Kevin eres su amigo, o eso piensa él. Su abuela me dijo que estaba contenta de que por fin su nieto tuviera un amigo. Él no tenía amigos Kevin, piensa en eso por favor.
―Gracias mamá... ― finalmente esa mujer me hizo volver a la tierra, tal vez me estaba emocionando demasiado por mis pensamientos, pero nunca me había puesto a pensar que era lo que Vincent sentía por mí, por su amigo.
―Bebé no quiero que estés triste, pero espera uno o dos meses. Guarda lo que sientes por un tiempo para que estés seguro de las decisiones que vas a tomar.
―Tienes razón ― le sonreí ― Es mi amigo.
―Pásalo bien y pide hartos dulces.
―Gracias mami, nos vemos mañana.
―No vemos bebé, cuídate.
En el recorrido de mi casa al pueblo me puse a pensar que mamá tenía razón, que tal vez los sentimientos que siento por Vincent son demasiado apresurados. ¿Puedo querer a alguien aun cuando me nombran a Tyler y mi corazón late?, ¿y si en realidad quería utilizar a Vincent como un sustituto de Ty?
―Es mi amigo...
Era triste suprimir los sentimientos hacia alguien que tanta ayuda te había brindado pero, ¿y si él no siente lo mismo por mí?, ¿se alejaría de mi o yo me alejaría de él? Tal vez para que Vincent no esté solo lo único que tengo que hacer es ocultarle lo que siento. Era triste y doloroso, pero si de verdad lo quería tenía que pensar en su felicidad, en lo que él necesitaba y Vincent necesitaba un amigo, me necesitaba de esa manera y no de otra.
Me sentí nervioso cuando llegué a la puerta de su casa porque ahora estaba consciente de lo que sentía por él y entonces mi pecho dolía por saberlo. Las cosas no habían cambiado o iban a cambiar, aun así, solo con el hecho de pensar "me gusta Vincent" parecía como si todo hubiera dado un giro. En conclusión... el amor apesta.
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Té de Manzanilla
RomansaCuando la vida tranquila de Kevin comenzó a caerse a pedazos encontró un hermoso refugio entre las paredes de la enfermería pintadas de color crema, en caminatas por el parque al atardecer, en las aromáticas plantas del huerto, en las flores y aves...