Regalo de cumpleaños

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Regresaron a Hogwarts para comenzar su utliymo año. 

Lewis se convirtió en capitán del equipo de Quidditch y se iniciaron las pruebas para las posiciones vacantes en el equipo, entre ellas ambos golpeadores. 

-No son buenos como Clarke y Johnson eran.- solía quejarse Lewis al principio. Habían terminado escogiendo dos chicos de quinto año.

-Mejorarán, Lew...

También se encontraban muy ocupados con las clases, pero como siempre se las habían arreglado para combinar ensayos de la banda y prácticas de Quidditch. 

Además se acercaba el cumpleaños 17 de Lizzy, a finales de Septiembre. Y además, ya tendría permitido aplicar para el exámen de Aparición. Le hacía mucha ilusion. 

Y otra cosa que también ocupaba la mente de Lizzy, era Sirius. Pero no de la forma que piensan, sino que le preocupaba mcuho que sus sentimientos siguieran creciendo. 

Si... iba a ser u año complicado. 

Había llegado su cumpleaños, había recibido cartas de felicitación de sus familia y sus amigos la esperaban ya en la sala común para ir a desayunar, no sin antes cantarle el Feliz Cumpleaños. 

-Mierda. Eso no estaba en plan.- le susurró Fred a James. Ya era de noche y descubrieron que era el cumpleaños de Lizzy cuando a ella le apareció un pastel enfrente, al momento del postre. Ellos también habian estado todo el día ocupados con las clases y Quidditch.

-Mierda. ¿Qué hago?- James estaba desesperandose.

-Vamos a saludarla. Y cuando vayamos a Hogsmade le compras algo. 

Así lo hicieron. Se acercaron a ella durante el postre. 

-Feliz Cumpleaños, Lizz.- dijeron ambos. 

-Gracias, chicos. 

-Sabes... como estamos todos de ocupados. Se nos pasó.

-Está bien, yo también estoy igual. 

Su primer fin de semana en Hogsmade tocaron en las Tres Escobas, y James tuvo la oportunidad de escuchar esa nueva canción que Lizzy le habia hablado.

Esta vez también se sintió diferente para Lizzy, su cabello sonrosado. Se sentía muy tonta cada vez que lo encontraba a Sirius entre la multitud y se forzaba a mirar hacia otro lado. 
Mientras que él solo se sentía especial cada vez que cruzaban miradas.

Cuando terminaron de tocar, y luego de los aplausos, era tiempo de guardar los intrumentos e ir regresando al castillo.

James no dudó en detenerla apenas salió del bar con el estuche de su guitarra en mano. Debía darle su regalo de cumpleaños.
Lizzy comenzó a rezar...

-Ey, Lizz... Estuvist... vieron geniales. Me encantó la nueva canción.

-Gracias, Sirius. Lo apreciamos mucho.

-Tengo tu regalo de cumpleaños, por parte de Fred y mia.- sacó de detras de su espalda, la mano que sostenia dos pequeños paquetes.

-Ohh... No se hubieran molestado, chicos.- Lizzy estaba por dejar la guitarra en el suelo, pero James se ofreció a sostenerla mientras ella tomaba los paquetes y los abría. Era una copia de un  libro de "Recursos naturales y sus usos mágicos" y en el otro una barra de su chocolate favortio desde que era una niña, chocolate relleno de helado de limon.

-Guaaau... Muchas gracias. Me encantan.- sin ser concientes habían comenzado a caminar hacía el castillo siguiendo a aquellos otros estudiantes que aprovechaban hasta el último minuto fuera de Hogwarts.

-Amo esto...- Lizzy estaba ojeando las ilustraciones del libro.- Y no puedo creer que se acuerden del chocolate.- lo desenvolvió y tomó un pedazo y lo comió. Volvió a cortar otro.- ¿Quieres?

-No, es tu regalo.

-Anda, ten...- se lo entregó en la mano y él no iba a insistir.

Todo Lo Que Quería (James Sirius Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora