Todo Lo Que Quería (James Sirius Potter)

De vuelta al juego

James habia sido doblemente derrotado, era más de lo que podía aguantar. Estaba con su cabeza apoyada en la mano, sentado en un banco en los vestuarios. 

-Ey... Fred me contó que estabas un poco deprimido.- Lizzy entró por la puerta y lo vio a él y por un segundo casi se sentió mal por haber ganado, pero claro ella no sabía que James había perdido dos veces en un mismo día.  

-Por supuesto que lo hizo...- susurró.- Felicitaciones, nos dieron una buena pelea. Y tú atajaste genial mis tiros.- admitió mientras ella se iba acercando hasta quedar de pie frente a él. 

Lizzy se sonrojó un poco. 

- Gracias. Verdaderamente si fueron un dolor de cabeza, incluso llegué a pensar que todo estaba perdido cuando acertaste a tu quinto tiro consecutivo. 

Sirius rio, como si todavía no le doliera el golpe en el corazón. 

-El próximo año, la revancha.

-Trato.

-¿No quieres ir con el resto a celebrar? Vamos...- le hizo un gesto con la cabeza. 

-No te lo pierdas por mi... ve con tus amigos y tu chico. 

-Oh no...- se sentó a su  lado, imitando su posición.- ¿Tú también lo viste?.- Lizzy estaba tan apenada por aquello, ahora tendría que repetir mil veces a cualquiera que los haya visto que entre Matt y ella no hay nada, que fue todo una confusión por la cual se sentía muy triste por Matt. 

-Pues si... Diría que son tal para cual.- dijo James cuidando cómo decía las cosas. 

-Me siento muy mal, Matt no está celebrando tampoco. 

-¿Qué?¿Por qué?

-Porque le dije que yo no siento lo mismo. Creo que le rompí el corazon.- Lizzy odiaba hacer sentir mal a otras personas, eso James lo tenía muy claro, y sabía que con tal de arreglar las cosas ella haría algo de lo que no está muy convencida para que la otra deje de estarlo.

-No te sientas mal por eso. A todos alguna vez les pasa. Matt tuvo suerte de que esa hayas sido tú siendo sincera y no otra chica. 

Lizzy tuvo que analizar los que James dijo unas tres veces.

-Esa es una manera muy interesante de ver las cosas...- comentó algo extrañada todavía. James poco a poco iba cobrando vitalidad: primero no habia nada entre Matt y ella; segundo, Lizzy pensaba que habia dicho algo súper interesante *o acaso no dijo súper?*

-Ahora sí... ¿Vamos?- Lizzy volvió a ponerse de pie. James suspiró y Lizzy extendió la mano.- ¿Necesitas que te ayude?

Sirius tomó la mano sin pensarlo, hasta que reaccionó. Eran suaves y frias, quién lo diría. Creo que era la primera vez que se tomaron de las manos, aunque solo fuera por unos segundos hasta que Lizzy abrió la puerta. Ella también se sintió algo rara al hacerlo. 

Ambos volvieron a la fiesta en el castillo y allí la pasaron el resto del dia, a veces juntos con Fred y a veces cada uno por su cuenta. Para James terminó siendo un día espectacular cuando vio lo contenta que Lizzy estaba.

-Creí que estarías llorando por los suelos.- le dijo Fred una vez los festejos habían terminado y estaban en su habitación. 

-Ella ya me dijo que pasó...- contestó y en su tono se podía distinguir algo de alivio.- De vuelta al juego...- añadió casi en un susurro. 

-Perdon, ¿qué dijiste?- Fred lo había escuchado, pero no podía creerlo.

-Ya sabes lo que dije.

-¿Cuándo estuviste en el juego?

-¿Desde Navidad, creo?

-Qué fatal juegas, Jamie. Pero eso no importa, porque ahora con tu permiso y mi ayuda este verano la vas a enamorar... Si es que yo nunca me equivoco con estas cosas.

-Qué susto te diste hoy entonces...

-Y ni hablar tú...- se empujaron amistosamente.