Todo lo que quería

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En el Gran Comedor solo se distinguían dos colores: el amarillo por un lado, y el rojo por el otro. Hoy era el día de la final por la Copa de Quidditch, y como lo muestran los resultados, el gran esfuerzo y un poco la suerte, Gryffindor y Hufflepuff eran los finalistas. Era la primera final en la que Hufflepuff estaba desde que Teddy Lupin había dejado Hogwarts. Y si bien Gryson estaba que se moría de felicidad cuando ganaron contra Slytherin en las semifinales, ahora estaba hecho un manojo de nervios y tensión, ya que era su último año. Pero el resto del equipo jamás dejaba que sus actitudes influyeran en ellos. 

Por otro lado, esta podría ser la segunda victoria consecutiva para Gryffindor. Sin dudas, todos en Hogwarts querían ser testigos de esta batalla épica entre dos equipos que habían demostrado ser dignos durante todo el años (exceptuando a Gryson, por supuesto)

Como sea, antes de entrar a los vestuarios, cada equipo recibió deseos de buena suerte y aliento por parte de sus respectivas casas, mientras las tribunas se iban llenando de color tal como el comedor hace unos minutos. 

Lizzy estaba muy emocionada y nerviosa y temía que esto la perjudicara al momento de defender los aros. Estaba al lado de su amigo y compañero de banda, Lewis, que también temía por su vida si es que no llegaba a atrapar la snitch y Gryson probablemente le daría la paliza de su vida.

-Lizzy creo que hoy voy a morir .- le dijo y la hizo reír. Su amigo podía ser idiota a veces, pero lo quería muchísimo.

-Ay... Lew... Todo va a salir bien. Solo debes pensar que si ganamos, GENIAL, todo el mundo feliz. Si perdemos, nos reiremos de Gryson y lo volveremos a intentar el año que viene, pero será mejor porque él no estará aquí. Además, en ambos casos, hay fiesta. 

-Podemos hacerlo. Podemos hacerlo. Puedo hacerlo.- se alentaba a si mismo. 

-Sin presiones...

-Relájense ustedes...- eran Fred y James, que se les acercaron, faltaban todavía dos minutos para que Hoch diera inicio. Lizzy sonrió al verlo y se sintió más calmada.- Venimos a desearles suerte y que gane el mejor.

-Ufff...- esa frase solo ponía mas nervioso a Lewis. El partido termina cuando atrapas la snitch y le da a tu equipo unos valiosos 150 puntos. 

-Necesita una pastilla...- le susurró Sirius al oído y ella sonrió apenada, sabía que su amigo estaba bajo mucha presión. 

-También les deseamos suerte, de verdad.- les dijo Lizzy muy sinceramente. 

-Bueno, no tanta.- acotó Lewis, que ahora estaba dando pequeños saltos para librarse de los nervios. Lizzy lo miró extrañada, sabia que ella solía hacer cosas raras, pero él no. 

-¡Un minuto!- gritó Hoch. 

Los equipos se formaron en fila, una al lado de otra y James y Lizzy quedaron lado a lado.

-Sabes que, te voy a dar esto.- Lizzy sacó de su bolsillo una pequeña piedra atada a un lazo.- No está permitido usarlo colgando, pero es de la suerte. Toma.

-¿Tienes otro para ti?- James sabia que Lizzy apreciaba esas cosas, no lo iba a aceptar si ella se quedaba sin.

-Puff... tengo como cinco en el bolsillo.- Ambos rieron.

-¿Me das uno?- los interrumpió Lewis, que estaba detrás de ella. Ambos lo miraron con cara de "¿acaso estabas en la conversación?". Lizzy le dio uno sin decir nada. 

- Le daría otro a Fred, pero se que a él le parecería una tontería.- dijo volviendo a James. 

Raro como suena, a James le lleno de repentina alegría y orgullo saber que Lizzy pensaba que él era digno que de esas cosas. Sonrió aún mas. 

-Guau, gracias.- lo metió en su bolsillo y antes de que pudiera decir algo más, las puertas se abrieron, dejando que la luz del sol entrara y vio como un tonto como el cabello de Lizzy se iluminaba de tal manera que parecía en llamas. Y allí, con ella y su escoba en mano mirando hacia adelante sonriente... allí confirmó que Lizzy no era un estúpido enamoramiento pasajero, cautivado por su extravagancia, sino que era... todo lo que quería. 

Todo Lo Que Quería (James Sirius Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora