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Una vez pude separar a Levi de Damian Erd y Auruo se acercaron para levantar a Damian y llevarlo a la enfermería —Tu también deberías ir a que te revisen - comenté observando las heridas en su rostro —Esto no es nada, solo necesito cambiarme, estoy lleno de tierra y sangre, tsk - dijo viendo su uniforme sucio con una expresión de desagrado, suspiré porque sé que no se revisará las heridas, tomó sus cosas de mis manos y se dirigió a su habitación —Tendremos un descanso, nos vemos en una hora - informé a todos tomando rumbo a la enfermería, una vez ahí busque al doctor y pregunté por Damian, solo está bastante golpeado, pero nada de gravedad y eso me alivió —¿Podría prestarme un botiquín? - pregunté al doctor una vez informada de la situación —Claro, en un momento lo traigo - dijo y rápidamente se dirigió al lugar en que se guardan los suplementos médicos —¿Pará qué lo necesita? - cuestionó una vez lo tuve en mis manos —Para el otro de la pelea, un obstinado que no quiere venir a revisar sus heridas - el doctor asintió con conocimiento, a estas alturas probablemente ya sabe quién es el otro involucrado, le agradecí y salí del lugar dirigiéndome rápidamente a la habitación del capitán.

Abrí la puerta sin tocar antes —¡Pero qué...! - exclamó volteando a ver quién entró y le sonreí, estaba sin camisa y parece que se acaba de poner un pantalón limpio aún sin abrochar —Tal parece que nadie en la legión sabe tocar la puerta - dijo seriamente y cerré la puerta tras de mi —Supongo que no, pero creo que no importa mucho si soy yo ¿o me equivoco? - no me respondió, solo se quedó mirándome hasta que desvió su mirada al botiquín en mis manos, lo levanté con una sonrisa amplia —He venido como tu enfermera personal, si el capitán no va a la enfermería, la enfermería va al capitán. Ahora vamos a revisarte - dije acercándome a él y coloqué el pequeño maletin en la cama —No creo que sea buena idea, debemos volver al entrenamiento - mencionó mirando cada una de mis acciones —No hay problema por eso, les di un descanso de una hora - comenté mientras revisaba su pecho y subí a su rostro, en el camino divisé una marca en su cuello y recordé el mordisco que le di antes, eso seguramente fue lo que vio Damian y lo puso tan furioso. Después me moví para revisar si había alguna herida en su espalda y pude notar algunos raspones por la caída que tuvo, supongo que más que nada lo que tendrá son moretes —Bien, ya hice un breve análisis de las heridas, ahora siéntate en la cama, obedeció fácilmente —Espérame un momento que voy a traer un tazón con agua para limpiar bien las heridas - pedí y me dirigí con rapidez a la enfermería para pedir un tazón y unas cuantas compresas ya que en el botiquín no vienen suficientes una vez con las cosas en mis manos retomo mi rumbo, entro nuevamente sin tocar y el capitán se encuentra en el mismo lugar que lo dejé.

—Listo, primero la espalda, sostén esto - pedí dándole el tazón y me moví de modo que quedé en su espalda, lo sentí tensar sus músculos y pude ver que tenía algunas cicatrices a lo largo de la zona, por impulso le di un beso en la parte trasera del hombro derecho —No te preocupes, estás seguro conmigo - dije en un susurro, me acerqué y humedeci la compresa, poco a poco fui limpiando cada uno de los raspones, una vez listo eso tomé el antiséptico y lo puse en otra de las compresas para pasarlo por todas las heridas, una vez listo coloqué el vendaje y lista esa zona, di otro beso en el centro de su columna y lo escuché suspirar, coloqué mi mejilla en su espalda cerrando mis ojos y justo en ese momento una frase pasó por mi mente, una que me hizo abrir los ojos de golpe, una que estuve a punto de pronunciar y que mis labios deseaban decir, una frase que no podía decir porque arruinaría todo, una frase que me hacía querer llorar desde lo profundo de mi corazón.

—Ya terminamos aquí - dije después de un par de minutos una vez logré contener las lágrimas, me moví tomé el tazón de sus manos y me senté a horcajadas de él, me miró a los ojos profundamente, desde que inició la curación no había dicho nada y a pesar de eso se sentía una calidez en la habitación. Rompí el contacto visual para tratar un rasguño en su pecho, la única herida de la zona, al igual que las anteriores una vez listo revisé su cuello enrojecido al rededor con la forma de las manos de Damian, tal vez le duele hablar, toque la zona con las yemas de los dedos y las moví a la marca que le dejé —Te dejé una marca - dije tocando la zona, no dijo nada —¿Te duele hablar? Tienes la marca de las manos de Damian - pregunté moviendo mis dedos por la zona, él negó lentamente con su cabeza pero no habló, me acerque a su cuello y le di un ligero beso en la marca que dejé.

Una vez me dispuse a continuar con su rostro no me dio oportunidad porque me tomó de la nuca y unió nuestros labios, pero este beso era lento y cálido, sin desesperación como los anteriores, mi corazón latía fuertemente gritando esa frase, quería mantenerse de ese modo hasta mi último respiro, pero un sabor metálico me hizo detenerme de golpe, el sabor a sangre me hizo alejarme del beso —Tu labio está sangrando - afirmé mirando el corte que tenía —No me importa - replicó tratando de unir nuestras bocas, pero alejé mi cabeza un poco —Créeme que quiero, pero tienes que recuperarte de esa herida - dije mirándolo a los ojos y lo único que escuchaba era a mi corazón pidiendo a gritos decir esas palabras —Tch - expresó desviando la mirada, tomé la compresa nueva y la humedeci realicé el mismo procedimiento que con las anteriores, pero cuando me disponía a aplicar el anticeptico escuché la puerta abrirse —Capitán, _____ - escuché la suave voz de Petra y ambos giramos para verla sonrojada —Petra... - dijo Levi con su tono calmado —Yo... Lo siento por entrar sin tocar, ya... Ya pasó una hora y... Y buscándolos... Me dijeron en... En la enfermería que seguramente estaban juntos... Y yo... Yo... No sé... —¿Ya había pasado una hora? ¿Cómo es posible? A pesar de la incomoda situación no me moví de mi posición o dejaría en evidencia la exitacion del capitán —Yo estoy tratando las heridas de Levi - dije y mostré la compresa en mi mano —Pronto terminaré e iremos a continuar con el entrenamiento - expliqué, ella asintió y salió del lugar, más roja que un tomate —Tienes razón aquí nadie toca la puerta, son un adorno - dije suspirando y sosteniendo mi frente en su pecho, separé mi rostro y terminé de colocar el anticeptico, una vez finalizado ninguno de los dos se movió —Ya terminé - afirmé sin alejarme, el asintió sin hablar —Yo... Levi... Hay algo que quiero decirte... Yo... Yo en verdad... Creo que... Que te... - me quedé muda, incapaz de seguir —¿Creo que te...? - preguntó tratando de hacerme continuar —Yo creo que tengo miedo de la próxima expedición - dije cambiando lo que realmente quería decir, me tomó del mentón y miró en mis ojos como quien busca la verdad, después de unos segundos al fin habló —Todo saldrá bien, de eso nos encargaremos estos dos meses con entrenamiento - le sonreí y asentí alejándome de mi posición, mientras el terminaba de vestirse yo me encargué de recoger las cosas y dejar todo en orden, salimos de la habitación y yo me detuve por un momento —Ve con los demás, yo iré a devolver las cosas a la enfermería - dije y estuvo de acuerdo, tomando cada uno un camino diferente.

—Vine a devolver estas cosas - dije sonriendo al doctor, el tomó lo que tenía en mis manos —Muchas gracias por prestarlas - agradecí con una sonrisa y este me la devolvió —No hay problema por cierto, tu amigo ya despertó, creímos que dormiría hasta mañana, pero es un chico terco - afirmó señalando con su cabeza en dirección al lugar donde debería estar Damian —Voy a verlo un momento - informé y avance hasta el lugar —Damian - dije y este volteó a verme —______, viniste a verme - habló con una sonrisa, no lo apoyé ni le devolví la sonrisa, este al notarlo se puso serio —Yo acepto que tengas una relación con él, quiero saber cuánto les dura - expresó sin mirarme a los ojos —Pero que no se te olvide que tu eres mía, algún día lo comprenderás - afirmó molestandome —Damian, yo no soy tuya ni de nadie, soy mía y punto, no soy un objeto y ten eso muy presente siempre, tomo mis propias decisiones porque soy un ser humano. Con lo que dices puedo suponer que tu guerra con Levi está terminada - resalté ante lo dicho —Así es, por ahora - aún no me miraba al rostro, pero lo dicho me alivió un poco —Gracias, ahora me tengo que ir a entrenar, tu descansa para que te recuperes - dije y salí haciendo un gesto de despedida con mi mano. La última que falta de la prueba es nada más y nada menos que Ivy, llegó su turno.

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Corto, pero poderoso ¿Qué les pareció?
Espero sus comentarios ❣️

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