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Aparqué la bicicleta al lado del aparcamiento de coches. Estiré la espalda y bostecé mirando a la entrada de la hípica.
Mis mejores amigos, Kino y Hongseok, se preguntan por qué he decidido apuntarme a hípica. Es sencillo. Quiero probar cosas nuevas, nuevas experiencias.
-¿Estás perdido? - dijo una voz grave detrás de mí. Al girarme me encontré a un chico, parecía de mi edad o un poco menor. Media mucho más que yo, que la mayoría de gente que conozco. Era muy alto.
-No... creo. Me he apuntado a hacer hípica - busqué en mis tejanos un papel con la dirección de la hípica y se la pasé. Cogió el papel con sus manos cubiertas por unos guantes muy sucios y tiró la nota en el cubo de basura que llevaba cargando.
-Sí, es aquí -señaló a una caseta de madera que había al entrar - entra ahí y dile al recepcionista de pelo naranja tus datos, él te dirá quién será tu instructor.
-Vale, gracias... - antes de terminar la frase se fue con su cara seria hacía dentro de la hípica. "Qué borde" pensé.
Pero hice tal cual dijo. Entré en la caseta de madera donde habían dos hombres, uno de pelo rosa y piel blanca y otro de pelo naranja.
Fui hacía ese último y le dije mi nombre.
-Jinho, te esperábamos, yo soy Hui, encantado -pasó el brazo por encima de la mesa de recepción y nos saludamos.
-¿Es este? - preguntó el de pelo rosa a Hui.
-Sí, mira, os presento - el de pelo rosa se levantó y vi que también era muy alto. - Jinho, este será tu instructor. Se llama Yanan -nos dimos la mano-. Te enseñará los caballos, a montar y los establos.
-Exacto, empezaré enseñandote toda la hípica.
-¡Perfecto! - dije feliz. Ambos eran muy majos, no como el tío que recoge la basura.
-Vamos
-¿Ya?
-Por supuesto - Yanan me sonrió y salimos de la caseta.
De la caseta pasamos por varios campos de entrenamiento de caballos donde gente corrían y saltaban con ellos.
Luego me enseñó una caseta llena de botas, sillas de montar, látigos y cascos.
Seguimos por otro edificio lleno de establos. Vimos todos los caballos, me presentó a los mejores y me advirtió de los más rebeldes.
Pasamos por un bar que daba a otra pista de entrenamiento cubierta para los días de lluvia y por último me enseñó las duchas de los caballos.
-Aquí es donde se lavan
-¿Lavaré a los caballos?
-Sí, también los peinarás y les darás de comer.
-Pensaba que solo iba a montar
-Es lo que la mayoría de gente piensa - dijo una voz detrás nuestro. Nos volteamos y vimos al chico alto que me encontré en la entrada.
-Hola Wooseok- le saludó Yanan -. Jinho, este es Wooseok, otro trabajador del centro. - iba a darle la mano hasta que Wooseok sólo levantó la mano y se fue a las duchas a lavarlas. Al pasar por mi lado me dio un pequeño empujón y en ese momento lo odié. "Este me va a caer mal" pensé.
De repente el móvil de Yanan sonó y se fue al bar a atender la llamada. Me quedé solo con Wooseok así que decidí no hablarle.
Él se puso a fregar el suelo con una bayeta.
-¿Ya te han dicho qué caballo te va a tocar?- me preguntó demasiado amablemente.
-No - le respondí desconfiando de su simpatía.
-La mejor es Niebla, mi yegua negra, aun que posiblemente... - me miró de pies a cabeza- ...te toque Pocky, el poni - se rió. Es la primera vez que lo veía sonreír y era para burlarse de mí y de mi estatura.
Puse los ojos en blanco, crucé los brazos y esperé a que llegara Yanan pero no venía.
-¿Has montado alguna vez a caballo?
-No- me giré mirando al bar para no ver a Wooseok.
-¿Cuántos años tienes?
-27
-No jodas, parece que tengas 13 - volvió a meterse con mi altura y decidí no pasar esa.
-¿Tienes algún problema conmigo? No te conozco, no me conoces, no te metas conmigo y sigue limpiando la mierda de los caballos que para eso trabajas de limpiador.
Antes de que él pudiera responderme llegó Yanan con el móvil en la mano.

Quiero montarte [Wooho/Wooseok x Jinho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora